El Napoli recibe una seria advertencia
Los partenopeos casi la lían ante un Udinese que renació gracias a su docilidad y confusión, pero acaban ganando (3-2) para marcharse como líderes del 'Calcio' a vísperas del Mundial.
Justo antes de finalizar la primera parte de esta atípica temporada, el Napoli ha dejado al descubierto que no es tan solemne como parece en la Serie A. Lo que era otra cómoda actuación terminó con los ‘azzurros’ pidiendo la hora contra un Udinese que nunca desistió. Una rebeldía propiciada por ellos mismos, mas supieron aguantar una victoria (3-2) que los instala en lo alto de la clasificación.
Derroche goleador
Luego de 18 partidos compitiendo al nivel más alto que se le recuerde jamás, el Napoli solo podía cerrar con broche de oro esta mitad de campaña. Previo al gran evento en Qatar, lo mejor era irse a la pausa con una sonrisa. Quizás el Udinese ha perdido fuelle a medida que han pasado las semanas, pero eso no quitaba su aura amenazante. Porque no es por espíritu débil ni pocas ganas que sumen seis partidos al hilo sin ganar. De inicio, los de Sottil lucharon contra viento en popa. Para responder al patente abrumador dominio de los partenopeos, no hubo otra que contraer espacios y fiarse de su mejor arma. Un Beto, tal guerrero solitario, que es capaz de convertir el agua en vino. Dos ocasiones del luso que obligaron a Meret a exigirse mandaron la señal al local de corregir atrás.
Es así que, en un ejercicio de agrupación de colectiva y marcaje, encabezado por el omnipresente Lobotka el equipo de Spalletti empezó a contener cada transición contraria. Ya sin preocupaciones, el Napoli respondió como sabe: a toda maquina. Al instante, Elmas metió un centro que Osimhen rozó lo justo para inaugurar el marcador (15′). Los problemas apenas iniciaban para el Udinese, ya que al rato Deulofeu tuvo que salir lesionado. Pero bien señala la Ley de Murphy que todo lo malo tan solo puede salir peor. Apenas perder a su estrella, los ‘azzurros’ olieron sangre. Dándole a su rival un poco de su propia medicina, Osimhen lideró una contra que acabó con Zielinski definiendo como los dioses (31′). Solo pitido del árbitro salvó a unos ‘bianconeri’ extenuados y conmocionados.
Apuros innecesarios
El entretiempo pareció enderezar la cabeza del Udinese. Los ‘friulani’ no solo le robaron el esférico al conjunto más autoritario de Italia, sino que lo trasladaban con tal claridad y profundidad que los llevaron a volver a inquietar a Meret. Atrayendo, robando y tocando por dentro, fueron, en definitiva, sus mejores minutos en todo el choque. Sin embargo, el Napoli encuentra el gol casi por inercia. En otra transición llevada por Osimhen, Elmas acabó marcando con elegancia dentro del área (66′). Duelo sentenciado. O eso parecía. Lo cierto es que los sureños deleitaban a su público. Es más, pudieron incrementar su ventaja de no haberse encontrado Elmas y Osimhen con Silvestri y Pérez, respectivamente. La visita aún seguía coleando.
Ya en el final, los napolitanos pagaron caro bajarse las medias antes de tiempo. Poco a poco, los ‘zebrette’ recuperaron el control e inclinaron la cancha a su favor para calvario de Spalletti. Sin que nadie lo esperara, Samardzic y Success se pasaron el balón como en el fútbol-tenis ante la pasividad de sus contrincantes y Nestorovski descontó desde la frontal (71′). Al instante, Samardzic se sacó de la manga un trallazo que apretó el electrónico (82′). Padeciendo los mismos malos hábitos de antaño, el Napoli pasó del festejo al desespero en un santiamén. Ni modo. Les tocó ir al barro para defender una victoria vital en su lucha por el título. Aunque acabaron por aferrarse al liderato, la advertencia recibida es un mensaje serio.
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