Nos encontramos ante la que posiblemente sea la temporada más atípica en la historia reciente del universo futbolístico. Y es que, por primera vez en casi un siglo, desde que en 1930 se disputase el primer Mundial de la historia en Uruguay, este año, la cita más importante del fútbol a nivel de selecciones, tendrá lugar en pleno invierno.
Una controversial decisión tomada por la FIFA con unos motivos puramente económicos, por mucho que desde el máximo organismo del fútbol se empeñen en demostrar lo contrario, que ha llevado el Mundial a Qatar. Y lo ha hecho con todo lo que ello supone, con la gran diferencia respecto a anteriores ediciones de que, por primera vez en la historia, una competición internacional interrumpe la temporada regular a nivel de clubes.
Una decisión en la que, evidentemente, no han contado con el beneplácito de la gran mayoría de los clubes europeos, que se han visto obligados a cambiar por completo la hoja de ruta prestablecida. Unos clubes que, en pleno mes de diciembre, cuando la cita mundialista llegue a su fin, tendrán que realizar una nueva pretemporada, con todo lo que ello implicaba para las directivas y cuerpos técnicos de los diversos clubes europeos.
Benzema, en el ojo del huracán
No obstante, se trata de una solución que no solo afecta a los clubes, sino también a los propios futbolistas. Por primera vez, se encuentran frente a una disyuntiva. Un Mundial es la máxima cita a la que aspira un futbolista, y dado el extraño calendario que este año rige el panorama futbolístico, caracterizado por una enorme carga de partidos, esta temporada estamos viendo en distintos clubes algo que nunca había sucedido.
Existe entre muchos futbolistas un miedo real a sufrir una lesión en pleno noviembre, una fecha que, en unas condiciones normales no supondría mayor inconveniente, pero que a las puertas de un Mundial atípico puede llegar a ser un verdadero problema.
En el caso del Real Madrid, en las últimas semanas el punto de mira se ha puesto sobre Karim Benzema. Y es que el inicio de temporada del ariete galo no ha sido ni el que él mismo esperaba, ni tampoco el que esperaba la afición merengue, que venía de una temporada en la que el francés había tomado las riendas de un equipo, llevándolo a ganar un doblete en el que Karim ha sido una de las piedras angulares, y que le llevó a ganar el primer Balón de Oro de su carrera el pasado mes de noviembre.
A comienzos del mes de agosto, en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions League, Benzema tuvo que retirarse del verde, aquejado de unas molestias musculares. Desde entonces, su presencia en el esquema de Carlo Ancelotti ha sido intermitente, lo que le ha llevado a disputar poco más de mil minutos en lo que va de temporada y a anotar ‘tan solo’ siete goles.
Un sector del madridismo duda del capitán
Sin embargo, la polémica no ha llegado hasta las últimas jornadas. El francés, aquejado de una sobrecarga muscular, no es titular desde el pasado 19 de octubre, en el encuentro liguero que enfrentó al Real Madrid frente al Elche, en el cual, por cierto, el francés marcó. Su no presencia en las titularidades del conjunto blanco, llevaron a muchos a asegurar que el francés se estaba borrando para garantizar llegar a tope al Mundial.
Unas acusaciones que quedaron en evidencia después de que, en el último encuentro europeo del conjunto blanco, Benzema no solo formó parte de la convocatoria, sino que, además, disputó la última media hora de encuentro. Y es que dudar del compromiso de Karim no parece un buen negocio. Teniendo en cuenta, entre otros muchos ejemplos, que el meñique de su mano derecha quedó atrofiado de forma permanente, después de que el francés rechazase operarse allá por 2019 para no perderse partidos con el conjunto blanco.
Es cierto que el francés, al igual que ocurre con otras grandes estrellas, se encuentra al que con casi toda seguridad será su último Mundial, y perdérselo sería, a nivel emocional, un duro golpe. Según afirman medios internaciones, hay otros casos aún más evidentes, como es el de Leo Messi, quien, sin molestias de por medio, no ha disputado el último partido liguero con el PSG, con el objetivo de estar concentrado con su selección una semana antes de la cita mundialista.
Otro ejemplo es el de Sadio Mané. El senegalés ha tenido la mala fortuna de ejemplificar el motivo por el que muchos futbolistas no están forzando en estas últimas semanas. Y es que en la última jornada de Bundesliga, el extremo del Bayern de Múnich se rompió, perdiéndose la esperada cita, siendo un duro golpe tanto para el futbolista como para su Selección.
A escasas dos semanas de que arranque el controvertido Mundial de Qatar, nadie quiere perdérselo. Y aunque sean los clubes quienes paguen los salarios, es improbable que veamos a futbolistas clave forzar en estas semanas previas a la cita. No obstante, el propio Benzema ha demostrado en los últimos días que su compromiso con el club blanco es inquebrantable.