Japón enmudece a Alemania

Alemania y Japón abrían el grupo E con la misión de lograr los primeros puntos que allanen su pase a la rondas del KO. Los alemanes, casi obligados por su condición perenne de aspirante, y los nipones con la ilusión de lograrlo. Al final, en un choque con dos estilos muy distintos, con los alemanes queriendo la posesión, pero siempre con esa verticalidad y vértigo que les define y los asiáticos buscando robar y correr, se impusieron los japoneses, que desbocados en la segunda mitad, remontaron el gol de penalti de Gundogan y enmudecieron en el campo a Alemania, tras haberlo hecho antes FIFA en los despachos por no poder reivindicar los derechos LGTBI ante la amenaza de sanciones severas a sus jugadores.

Fueron éstos los primeros en asustar, pues tras una gran transición en cuatro toques, Maeda marcaba, pero en clara posición de fuera de juego. Sin embargo, con el paso de los minutos el dominio alemán empezaba a someter la disciplina defensiva japonesa, que no podía tapar todos los huecos por donde llegaban los germanos. Kimmich primero obligó a Gonda a despejar y Havertz, al rechace, no marcó aunque era fuera de juego.

Más tarde sería Gundogan con dos disparos desde la frontal. El primero lo sujetó Gonda, pero el segundo no y Müller, al rechace, se encontró con un defensor. Japón hacia aguas y el gol llegaría al 33′ de encuentro. Kimmich pone un balón de muchos kilates a Raum que encara a Gonda y en el intento de quebrarlo, lo derriba a la segunda. Iván Barton no lo dudó y señaló la pena máxima que Gundogan no marró para poner por delante a Alemania.

Un gol que no cambió nada. Japón siguió a la expectativa ante un combinado teutón que tampoco iba a levantar el pie del acelerador. Los de Hansi Flick querían cuanto antes el segundo gol que les diese esa tranquilidad que supone el que puedas sufrir un percance sin que peligre el encuentro. Havertz logró que el balón besase la red, pero en posición de fuera de juego detectada por el VAR. Tendría que esperar a la segunda parte.

Pero Hajime Moriyasu movió sus cromos en busca de una reacción japonesa y poco a poco se veía otro fútbol en Japón. Eso sí, Gnabry tuvo la primera con un disparo alto. Solo poco antes de que Musiala pudiese lograr el gol del Mundial tras dejar sentados a cuatro japoneses. Pero la más clara sería de nuevo del autor del 1-0, Ilkay Gundogan, que recibió en la frontal y tras orientarse, chutó contra el poste. De los asiáticos en ataque nada más allá de un disparo alto de Asano en una de las pocas veces que Alemania dejó correr a Japón.

La redención de Gonda

Una ocasión que pareció espolear a Japón en ataque. Lograron quitarle por unos minutos el balón a la selección alemana y rondar el área de Neuer, pero la superioridad física alemana ejemplarizada sobre todo en Antonio Rudiger, era un muro que no eran capaces a superar. Sin embargo, ese rol tampoco le venía mal a los alemanes, que si robaban y corrían también llevaban peligro. Y así encontraron una triple ocasión que desbarató Gonda con tres paradas consecutivas a Havertz, Gnabry y Hoffman.

Unas paradas que serían clave, porque solo unos minutos después, Japón vería puerta. Avisaron Ito y Sakai, que se encontraron uno con Neuer y otro con su mala fortuna en el remate. Pero el que sí lo lograría sería Doan en el primer balón que tocaba en el partido. Recogió un nuevo rechace de Neuer ante un centro-chut de Asano y ahora sí, Japón no perdonó, empatando con un cuarto de hora por delante y con Japón creyéndose que podía incluso ganar.

Porque el partido se volvió loco. Flick cambió varias piezas para ganar, sobre todo, presencia en área, pero el partido se le había escapado a Alemania y Japón, con un Asano estelar, lograría el 1-2 con un control y definición del atacante perfectos a un pase largo de Itakura. Neuer no tapó su palo y Schlotterbeck no es contundente, permitiendo al ariete del Bochum que lograse poner por delante a los nipones a falta ya de solo siete y añadido.

Pero a los alemanes les pudo la prisa y la ansiedad. Japón supo controlar perfectamente el encuentro y solo Goretzka estuvo cerca de evitar otra de las grandes sorpresas en este mundial, poniendo el grupo E patas arriba con un resultado totalmente inesperado. Alemania se la jugará ante España en la segunda jornada, en la que Japón se medirá a Costa Rica; ambos encuentros el próximo domingo.