El Alavés llegó tarde a la ‘fiesta’ del Tenerife

Los resultados del Tenerife no están siendo del todo buenos en lo que llevan de competición. Se encuentran a dos puntos por encima de los puestos de descenso. Con la victoria hoy, se alejaría un poco más de esos puestos y escalaría un poco más en la tabla. La temporada del Alavés está siendo muy buena. Se encuentra en la tercera posición empatado con el segundo, que es el Burgos. Tras el pinchazo de Las Palmas en el día de ayer, el Alavés podría recuperar el liderato, a la espera de lo que haga el Burgos mañana.

Con estas premisas arrancaba el duelo en el Heliodoro. Empezó fuerte el Tenerife con un balón al área para Enric Gallego, pero el delantero no consiguió terminar jugada. Poco después, balón en profundidad para Waldo al que salió bien el portero del Alavés que evitó que remate Waldo. Sufría el Alavés. Sacaba en largo Juan Soriano y tras un robo de balón a Duarte, Teto mandó el balón alto. Muy clara para los tinerfeños. Los babazorros no tenían el balón. Las posesiones eran efímeras y el Tenerife lo aprovechaba para tener el control.

En el 31′, llegó tarde Maras y derribó a Enric Gallego. No dudó el colegiado en sacar amarilla y pitar penalti. Un penalti que paró Sivera. Muy bien el meta, que aguantó la posición y Enric Gallego chutó centrado. Segundo penalti consecutivo parado por Sivera en menos de una semana. Sin embargo, a renglón seguido si llegó el gol local.  Balón al área para Enric Gallego que controló. El control se le fue largo y apareció Teto para aprovechar ese mal control para definir a la perfección. Quería reaccionar rápido el Alavés y lo intentó con un centro de Rioja desde la izquierda que sacó la defensa. 1-0 al descanso.

No tardó en llegar el segundo gol en la segunda parte. Contra espectacular del Tenerife. Recuperó en su área tras un mal centro. Condujo Waldo muy bien y le cedió el balón a la izquierda a Iván Romero que, hizo la diagonal y disparó. Su disparo tocó en el palo y en el rechace, Enric Gallego definió a la perfección. El Alavés se lo tomaba con calma. Movía de lado a lado en su campo esperando su oportunidad.