El Ibiza gana de penalti al final

Duelo de equipos de la zona baja de la clasificación. Ambas escuadras no llegaban en su mejor momento de forma. Los ibicencos venían de perder varias jordanas  al igual que el cuadro verdiblanco. Por tanto, el partido cogían tintes dramáticos ya que la presión que iban a tener los dos equipos sería una evidencia durante todo el encuentro. La emoción y el peligro rondaría en el choque durante todo el tiempo.

Posiblemente los locales comenzaron con más presencia ofensiva que su rival, y es que los cántabros en el principio del encuentro estuvieron muy discretos y sobre todo muy conservadores intentando construir desde una defensa sólida. El sistema empleado por Alcaraz era un claro 1-4-4-2 donde la presión era la principal orden el técnico celeste. Una baza ofensiva en este inicio para el Ibiza era Suleiman en banda izquierda donde Satrustegui sufría en sus primeras acometidas.

Los acercamientos más peligrosos en este tramo del partido era para el Ibiza, su propuesta era salir rápido y buscar los espacios de los centrales Pol Moreno y Rubén Alves. El Racing por su parte tenía en esos instantes  poca profundidad ofensiva y estaba más a la espera que otra cosa. El tanteo de los dos equipos era la realidad de un partido en el que a medida avanzaba las dos escuadras aumentaban el respeto y eso hacía que cogieran muy poco riesgo. Romo optó por dejar a su mejor creador de juego Pombo en banda izquierda y ahí el maño estaba perdido y no generaba en absoluto nada de peligro.

La posesión del esférico era para el Ibiza, no era un dominio del partido estéril porque los acercamientos daban muestra de que podían hacer peligro. Bien es cierto, que el sufrimiento de Parera guardameta verdiblanco no era muy alto, pero sin duda alguna los celestes estaban intentando proponer un poquito más que los verdiblancos. La oportunidad más clara de la primera mitad iba ser tras una falta clara de Satrustegui en la frontal del área en la que Javi Vázquez -ex del Racing-, hacía lucirse a Parera en un disparo a media altura en el guardameta con dificultad despejaba a saque de esquina.

Tanto Alcaraz como Romo, salían relativamente contentos con la labor táctica que los dos conjuntos estaban realizando, ya que el juego defensivo ganaba claramente al ofensivo. Dos entrenadores marcados por su solidez conservadora no veían con malos ojos lo acontecido en el tapete ibicenco.

La segunda mitad comenzaba con un doble cambio de Romo en el descanso, dejaba en la caseta a Mantilla y Mboula y sacaba al terreno de juego a Dani Fernández y Unai Medina, por lo tanto, jugaba claramente con doble lateral en la banda diestra. Este año el Racing no tiene mucha suerte con las expulsiones ya que Gassama en el 50´ iba a ser expulsado en una decisión de Caparros Hernández que no dudó en ningún momento. No obstante, al menos pareció bastante rigurosa su decisión.

El Racing tras la expulsión de su jugador quiso en todo momento trabar más el encuentro para poder conseguir algo positivo. El Ibiza aún teniendo un jugador más tampoco mejoraron en exceso su juego ofensivo, ya que los cántabros crearon dos líneas juntas de cuatro en defensa para impedir cualquier jugada ofensiva del cuadro celeste. Los visitantes cualquier falta que obtenían en el lugar que fuera del terreno de juego buscaban directamente el balón al área, ese era su único peligro.

El Ibiza comenzaba a tener presión y sus imprecisiones hacían que el Racing estuviera aún vivo y con posibilidades de poder conseguir los tres puntos. Los nervios locales hacían que se precipitaran en cada una de sus decisiones y el tiempo corría en este caso a favor del Racing que estaba jugando al filo del alambre.

A partir del 70´los locales comenzaba a tocar zafarrancho de combate ya que Alcaraz metía toda su artillería en el terreno de juego. Y es que el dominio comenzó a ser más claro e incluso en el 74 ´Herrera disparaba al larguero de la portería de Parera. Los racinguistas en este tramo final estaban completamente replegados con dos líneas defensivas muy claras y sin concesiones al juego de ataque celeste.

Los cántabros no se rendían e incluso hacían daño a la defensa ibicenca, y en el minuto 85 iban a tener una triple ocasión tras un saque de esquina en el que el portero local salvó a los suyos de un gol cantado de Peque y de Pol Moreno.  Sin embargo, en el minuto 91 el colegiado se hacía protagonista del encuentro al pitar un penalti por una supuesta mano del defensor del Racing y en el que Herrera materializaba dicha pena y hacía conseguir los tres puntos al Ibiza.