«Africamania»: Marruecos anula a Portugal para pasar a semifinales

Walid Regragui hace historia y se convierte en el gran abanderado africano para intentar ganar el Mundial por primera vez

0
       Marruecos 1 0 Portugal

Previa: La semifinal a la vuelta de la esquina

El fútbol nos da muchas sorpresas, y tras la victoria de Marruecos el otro día, todo podía pasar. Pero de este partido saldría un semifinalista del mundial, y eso era inevitable.

El estadio Al Thumama albergaba uno de los partidos más interesantes de lo que llevamos de esta Copa del Mundo. El Portugal – Marruecos era un escenario poco probable en los cuartos de final, y aun así, los equipos de Fernando Santos y Walid Regragui se posaban sobre el campo con un sueño y con varios logros a las espaldas.

Los Leones de Atlas pasaron ante España con un planteamiento diferenciador, con una idea clara y con la dureza que les lleva caracterizando durante toda la competición. Los resultados de su esfuerzo se reflejan en haber encajado solamente un gol y, por supuesto, estar donde están.

Los portugueses, tras su gran partido ante Suiza (6-1) y con una estrella como Gonçalo Ramos naciendo en su punta de ataque, siembran el miedo entre las aficiones que enfrentan.

Sin duda, se consolidan como una de las nombradas «generaciones doradas», que incluso sin el máximo goleador de todos los tiempos (Cristiano Ronaldo) sobre el campo, ha sido capaz de implementar su planteamiento cómodamente.

Hoy, les tocaría derrocar la ‘Muralla marroquí’ que no pudieron vencer sus vecinos españoles y frenar esos contraataques tan temidos que los posicionaron como primeros de grupo.

Primera parte: Sueños que visten de rojo 

El encuentro iniciaba con las estrategias ya características de cada equipo. Portugal con un juego agresivo, vertical y riesgoso, y Marruecos con su contundencia y su rapidez en ataque. El equipo peninsular tenía su primera ocasión a los pocos minutos, tras una falta lateral que asustaba a Bono y que había rematado ligeramente Joao Félix.

Aunque, como ya vimos ante España, Boufal y Ziyech comenzaban quedarse con el protagonismo, iniciando una contra que En-Nesyri acababa enviando por encima del larguero.

El planteamiento marroquí seguía la misma línea: Amrabat, como pivote, cubriría los espacios en defensa e iba a anular por momentos a Gonçalo Ramos. Además, el tridente ofensivo se mostraría atento a los despistes defensivos.

Haciendo un pequeño inciso sobre el mediocentro de la Fiorentina, recordamos como en rueda de prensa confesó que hasta las 3 de la mañana, antes de jugar contra España, no sabía si iba a jugar y, finalmente, acabó pelando los 120 minutos del partido con «una inyección en la rodilla». De la misma manera, iban a demostrar su fortaleza los Leones.

A pesar de la presión y las dificultades, Portugal trataba de buscar los espacios con un Gonçalo Ramos muy opacado por la defensa marroquí y hasta pasados 20 minutos de las primeras ocasiones, no la volverían a tener los lusos.

Joao Félix, de nuevo, generaría peligro con una volea desde fuera del área que rebotaba en la espalda de El Yamiq y dejaba petrificado a Bono en su línea. El balón no había entrado, pero Portugal, por fin, parecía que comenzaba a desatascar el bloque de los africanos.

Marruecos también quería dejar huella y protagonizaría dos acciones seguidas que le daban trabajo a Diogo Costa. La primera la tendría Amallha en el interior del área y acabaría enviando el balón a la grada tras un tiro forzado.

La segunda ocasión, también generada por Boufal desde la banda, sorprendía a Costa con un tiro lejano del mismo.

La balanza no se decantaba por ninguno de los dos equipos, pues Marruecos seguía manteniendo su fortaleza intacta con un gran planteamiento en bloque que, salvo por algunas internadas de Joao y Bruno, no parecía alborotarse.

La selección africana, que soñaba con ser la primera en clasificar a unas semifinales mundialistas, lo seguía intentando con un gran Ounahi repartiendo acción desde el medio. Y así fue, que llegó el gol. La misma jugada que ya habíamos visto 30 minutos atrás, ahora sorprendía a Diogo Costa.

Attiat-Allah centraba y En-Nesyri aprovechaba el error del portero portugués rematando un balón aprovechando su altura.

El partido se volvió frenético en los últimos minutos de la primera parte. Tras el gol, Bruno Fernandes con la intención de centrar, asustaba a Bono con un balón al travesaño que podría haber significado del empate.

Poco después, observaríamos dos acciones polémicas en el área marroquí protagonizadas por Achraf Hakimi, que primero parecía haber pisado a Otávio y, en la segunda acción, haber agarrado a Bruno Fernandes.

Tenía las ideas claras el equipo de Walid Regragui, que no renunciaba a su estilo en ningún momento. Y tras varios intentos ofensivos de Portugal, Attiat-Allah generaba peligro de nuevo por la banda izquierda con un disparo que acababa, también, en las gradas.

De esta manera, concluía la primera mitad con un partido muy equilibrado, donde ambos conjuntos apostaban fielmente a su estilo y, de momento, le había funcionado mucho mejor a Marruecos, a pesar de las ocasiones de Joao Félix.

Destacaba la gran actuación de Attiat-Allah y de la delantera marroquí en términos individuales. En conjunto, además, el equipo africano superaba en ocasiones a los lusos, generando 7 ocasiones de gol.

Portugal necesitaba reaccionar, aunque parecía imposible añadir más potencial ofensivo al equipo. Fernando Santos se encontró con un ‘puzzle’ que debía resolver en el tiempo de descanso.

Segunda parte: Ofensivas desesperadas y fórmulas invencibles

Iniciaba el segundo tiempo sin novedades en los onces y con una clasificación por definir. Aunque, de momento, se postulaba para los Marroquíes, que se apuntaban a seguir la gran aventura mundialista.

Pasados cuatro minutos, Diogo Costa se encontraba con un balón rematado por El Yamiq, que volvía a asustarle e incrementaba la motivación de los marroquíes.

En el minuto 51, no había goles, ni tarjetas, ni ocasiones, pero las cámaras apuntaban a un sitio: al banquillo. Entraba Cristiano Ronaldo para aportar ofensividad a Portugal, que iba a ceder parte de su planteamiento defensivo para tratar de equilibrar el marcador. Sofiane Boufal, uno de los nombres más repetidos en los últimos partidos, generaba otra ocasión que se marchaba alta.

Las constantes ofensivas marroquíes hacían reaccionar a los de Fernando Santos, que con Cristiano Ronaldo en el campo, trataban de debilitar a los Leones. Además, los de Walid tenían que ver como Romain Saïss, uno de sus mejores defensores, se marchaba lesionado e impotente, pues había aguantado el dolor ante España y 55 minutos de este partido.

El cansancio parecía afectar a Marruecos, que había presionado a cada acción en el área de Diogo Costa y en el minuto 65, comenzaba a sufrir las consecuencias, y la cara de satisfacción de En-Nesyri al ser substituido, era buena prueba de ese esfuerzo.

Portugal se reactivaba por momentos, y el que había sido el más prolífico del encuentro para los lusos, Joao Félix, volvía a generar peligro con un chute desviado por encima de la portería que alertaba a Bounou.

Fernando Santos no había conseguido resolver el ‘puzzle’ táctico que significaba el partido al descanso, y en los últimos 20 minutos del partido, añadía todo su arsenal ofensivo con Leao y Vitinha con las priernas frescas.

Walid Regragui, en cambio, sí parecía entender el desarrollo del partido y podíamos observar como su selección se formaba con un 1-6-3-1, sofocando a Portugal en los últimos metros y dejando espacio para reaccionar con contraataques oportunos.

Así lo demostraba Cheddira con una oportunidad que no proliferó ante Dalot en un uno contra uno muy peligroso de Marruecos. A falta de diez minutos, las piernas comenzaban a temblar sobre el terreno de juego y varios jugadores de ambos conjuntos se dolían.

Portugal, que anteriormente había tenido varios córners seguidos con Cristiano como protagonista, se frustraba a pesar de los cambios y no conseguía superar la línea defensiva de Marruecos. Aunque de una jugada que no iba a ningún lado, Joao Félix, de nuevo, generaba otra ocasión al 82. Esta vez paraba Bono con una mano muy buena que, fácilmente, podía darle la eliminatoria a su equipo.

A falta de cinco minutos para el final del partido, la afición marroquí, mayoría en el estadio, comenzaba impacientarse y soñaba con que su equipo por fin superase, en nombre de toda África, un reto mayúsculo: llegar a semifinales.

Ni las entradas de Cristiano, Vitinha, Rafael Leao o Joao Cancelo parecían incentivar el peligro de los lusos, que no parecía que supiesen superar la fórmula de Walid Regragui, o al menos intentar llegar a la prórroga.

Con el partido prácticamente roto y con Pepe como delantero centro, Marruecos aprovechaba la euforia portuguesa para sorprender desde la banda izquierda con una internada de Cheddira. El balón acababa fuera, pero los lusos no podían permitirse este tipo de acciones.

La siguiente acción sería de Cristiano Ronaldo, que no superaba a Bono pese a quedarse solo. Aunque la suerte parecía darle una segunda oportunidad a los de Santos, pues Cheddira cometería un error grave provocando su expulsión y dejando a su equipo con uno menos en los minutos más críticos.

De manera milagrosa y con un gran pase de Amrabat, Aboukhlal se quedaba solo ante Diogo Costa pero fallaba el mano a mano, dando paso a que Portugal tuviera su última oportunidad. Esa fue de Pepe, que remataba con un cabezazo a la épica que acababa fuera, y poco después, el arbitro argentino pitaba el final del encuentro.

Conclusiones: Los Leones devoran la historia

La magia y los sueños, de vez en cuando pueden existir. Portugal caía eliminada ante Marruecos en unos cuartos de final de infarto. Los últimos minutos se decantaban por los lusos, pero las fórmulas mágicas de Walid Regragui forjaban un candado inexpugnable que ponían a los Leones en una semifinales del Mundial.

Parecía que «la era dorara de Portugal» podía ponerse el broche de oro y pasar a la historia, pero a pesar de intentarlo con más de 11 disparos y incontables cabezazos y centros despejados por El Yamiq, nada superó a Marruecos en el día de hoy.

Solo queda esperar y ver qué nos ofrece este Mundial. Si tiene algo más escondido para nosotros, los espectadores, o si nos quiere hacer sufrir con partidos tan disputados como este.

La selección de Fernando Santos no parecía haberse dejado guiar por la presión durante las anteriores rondas, pero en esta, con los objetivos puestos sobre su gran estrella, Cristiano, su planteamiento no ha sido efectivo y sus incorporaciones ofensivas han dejado un sabor agridulce.

Marruecos hace historia. Portugal, se derrumba ante la última oportunidad de jugadores como Cristiano Ronaldo o Pepe de conseguir un logro mayúsculo en un Mundial.

Ficha técnica
Marruecos: Yassine Bounou; Achraf Hakimi, El Yamiq, Romain Saïss (Achraf Dari, min. 57), Attiat-Allah; Sofyan Amrabat, Ounahi, Amallah (Benoun, min. 57); Hakim Ziyech (Jabrane, min. 82), Youseff En-Nesyri (Cheddira, min. 57), Sofiane Boufal (Aboukhlal, min. 82).
Portugal: Diogo Costa; Pepe, Rúben Dias, Diogo Dalot (Ricardo Horta, min. 79), Raphaël Guerreiro (Joao Cancelo, min. 51); Rúben Neves (Cristiano Ronaldo, min. 51), Otávio (Vitinha, min. 69), Bernardo Silva; Joao Félix, Gonçalo Ramos (Rafael Leao, min. 69), Bruno Fernandes.
Goles: 1-0, En-Nesyri (min. 42)
Árbitro: Facundo Tello. Amonestó a Achraf Dari (Amarilla/Min. 70), Cheddira (Amarilla/Min. 91), Cheddira (Amarilla/Min. 93) por parte de Marruecos.

VAR: Mauro Vigliano.

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial de Qatar, disputado en el Al Thumama Stadium, Doha (Qatar).

 

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies