El Sevilla se regala por Navidad los dieciseisavos de Copa en Torremolinos
Los goles del canterano Carlos Álvarez, Dani Fernández en propia puerta y Joan Jordán le dieron el pase al Sevilla, que ya espera rival en el sorteo de los dieciseisavos de la Copa del Rey.
Por fin el fútbol español estaba de vuelta con las eliminatorias de la Copa del Rey. Una de las competiciones que más ilusión genera sin duda a los equipos pequeños que, independientemente de la categoría donde jueguen, sueñan con compartir estadio con los mejores equipos de España. El Sevilla visitó Torremolinos para seguir avanzando en el torneo después de vencer en la primera ronda al Velarde, y lo hizo sin Isco Alarcón tras rescindir su contrato que tenía en vigor hasta 2024.
Ni la polémica ni el frío fueron obstáculos para los de Sampaoli, que venció con solvencia y mucho control al equipo malagueño por 0-2, un partido donde se vio que los equipos pequeños también son capaces de plantarles cara a los mejores y que demostraron tener la personalidad para ejercer un buen encuentro de principio a fin.
El partido comenzó con un guion esperado por parte de los dos equipos. El Juventud Torremolinos quiso esperar pacientemente a que el Sevilla llevase la iniciativa, a meter una marcha cuando viesen el momento y buscar el hueco para tratar de hacer un contrataque que pudiese adelantarse en el marcador de alguna forma.
Sin embargo, se vio a un equipo verdiblanco totalmente comprometido en el partido más importante del año y, seguramente, uno de los más importantes de sus vidas. En cada balón dividido, el Torremolinos siempre estaba con una marcha más, poniendo a prueba también la fiabilidad del conjunto hispalense después de un mes de inactividad en partido oficial.
En los primeros compases del encuentro, no se vieron demasiadas oportunidades hasta que Fernando mandó un aviso de que el Sevilla no había ido a pasar el rato. Su disparo desde fuera del área lo escupió el poste, haciendo temblar los cimientos de la portería y también los corazones de los tres mil espectadores que acudieron al estadio con la mejor de sus intenciones para apoyar a los suyos.
El Sevilla lo intentó principalmente con aperturas a las bandas, buscando sobre todo a Jesús Navas para aportar experiencia y dotando de profundidad la banda derecha. El canterano Carlos Álvarez avisó con un cabezazo que no tuvo demasiada potencia para asustar a Amador Zarco. Machuca fue el más activo del Torremolinos, bajando a recibir a campo propio para iniciar la jugada de su equipo, sin demasiada fortuna, pero con atrevimiento y sin miedo a fallar.
Minutos más tarde, un disparo rechazado con una buena parada de Zarco, Gudelj cogió el rechace, se lo entregó a Carlos Álvarez y, ahora sí, no perdonó para adelantar al Sevilla en el marcador. Era la tercera ocasión de peligro real que crearon los sevillanos y, como dice el dicho, a la tercera va a la vencida.
El Torremolinos no se arrugó y siguió con la misma intensidad, pero con la moral un tanto mermada. No podía terminar la primera mitad sin polémica. Una vez en el área de Dmitrovic, Javi López parecía haberse caído en el área por contacto, pero Díaz de Mera interpretó ‘piscinazo’, castigándolo con tarjeta amarilla.
Y así concluyeron los primeros 45 minutos, con le Sevilla adelantado en el marcador, pero sin demasiada brillantez en el juego. Hubo mucha imprecisión en los pases y controles y, sin bien es cierto que tuvieron en todo momento el control de la situación, no se pudo traducir en un resultado más abultado.
Mismo guion en la segunda parte
Tras recargar las energías, el partido siguió su curso natural con las mismas características que la misma. Si bien es verdad que el Sevilla tenía ventaja en el marcador, la idea de Sampaoli era de ampliar las distancias y terminar de sentenciar la eliminatoria.
Y eso mismo fue lo que trataron de hacer los de Nervión. En una llegada por la banda derecha, después de un centro de Rafa Mir, Dani Fernández despejó con la mejor de sus intenciones para que ese balón no acabase su portería, pero desgraciadamente no pudo hacer nada para evitar el segundo gol en contra.
No dejó de luchar con tesón el cuadro local, pero anímicamente estaban cada vez más tocados. Pasada la hora de juego, Forjan definió cruzado por abajo para que Dmitrovic no pudiese llegar, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
A falta de 20 minutos de finalizar el encuentro, las pulsaciones bajaron notablemente y, ni los jugadores del Sevilla quisieron ensañarse con el Torremolinos, ni los espectadores estaban dispuestos a irse y dejar de apoyar a los suyos.
Rakitic terminó una jugada colectiva con un disparo a puerta muy desviado. Comenzaba así la cuenta atrás para los últimos diez minutos de la eliminatoria. En las pocas ocasiones que tuvo el Torremolinos en la segunda mitad, ante la falta de eficacia de cara a portería, Carlos Cano chutó para hacer moverse a Dmitrovic, pero también acabó lejos de la portería.
Con tres minutos de añadido, parecía todo ya resuelto, pero Jordán no quería irse sin su gol. Después de un balón en profundidad a Nacho Quintana, este le cedió el cuero a Rafa Mir para batir a Zarco, que pudo repeler el peligro una vez, pero no dos, pues el ex del Eibar anotó casi a placer.
Y así terminó una eliminatoria satisfactoria para unos y frustrante para otros. El Sevilla hizo los deberes y venció 0-3 a un Torremolinos al que poco se le pudo achacar. Los malagueños plantaron cara de principio a fin y no dio un balón por perdido en ningún momento. Con esta victoria, los del Sampaoli ya esperan rival en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.