El Madrid de Benzema se lleva los tres puntos en un partido de porteros
El Real Valladolid compitió hasta que Karim Benzema abrió la lata desde los once metros, devolviendo el liderato momentáneo al conjunto blanco
Tras más de un mes y medio de parón provocado por el Mundial de Qatar, la competición liguera volvía a los campos españoles. Y en la última jornada del 2022, el Real Valladolid recibía en el Nuevo Estadio José Zorrilla al vigente campeón de La Liga Santander, el Real Madrid. Los blanquivioletas buscaban dar la campanada de fin de año frente al segundo clasificado de la competición nacional, mientras que los pupilos de Carlo Ancelotti buscaban recuperar las sensaciones tras unas últimas jornadas previas al parón en las que el rendimiento del conjunto blanco había menguado respecto a lo visto semanas atrás.
Más polémica que fútbol en la primera mitad
Los primeros compases del encuentro siguieron la tónica esperada. El Real Madrid, vestido anoche de negro, salió dispuesto a someter a los locales desde el primer minuto del encuentro. Enfrente, los blancos se encontraron a un equipo valiente, una de las principales características de los de Pacheta, dispuestos a explotar las posibilidades de crear peligro frente a la meta visitante al contragolpe.
Tras los primeros compases del encuentro, los locales comenzaron a asomar por la zona de tres cuartos del Real Madrid. Y no habían pasado ni diez minutos de la primera parte cuando llegó la primera polémica del encuentro. Tras un golpeo de Asensio que resolvió con una buena mano Masip, recogió Ceballos el rebote para internarse nuevamente en el área. Con un pase de la muerte, el balón golpeo de forma clara en la mano de Javi Sánchez. No obstante, ni el colegiado ni los asistentes del VAR consideraron punible la acción, ante la incredulidad de Ancelotti, que protestó enérgicamente tras la acción.
Tras la acción, el encuentro siguió el guion que había reinado hasta el momento: el Madrid dominaba, y el Pucela esperaba la posibilidad de cazar a la contra a los visitantes. La siguiente clara llegó tras una gran jugada de Vinícius, a la que Masip respondió nuevamente con otra gran intervención. La bola cayó rebotada en los pies de Karim Benzema, pero el francés, al borde del área pequeña, mandó el esférico por encima del larguero.
Pasaron los minutos, y alcanzado el ecuador de la primera parte, el dominio seguía siendo del equipo visitante, pero no se terminaba de traducir en una amenaza constante frente a la portería del Pucela. Una situación ante la cual los de Pacheta se hicieron notar, y tras un centro lateral de Fresneda, un rebote favoreció a Javi Sánchez, que se impuso ante Alaba, pero golpeó el esférico muy desviado de la puerta blanca.
Alcanzada la media hora de encuentro, la polémica volvió a hacer acto de presencia en el encuentro. Sendas caídas de Asensio y Sergio León hicieron a ambos equipos reclamas nuevamente una pena máxima, aunque Munuera Montero no consideró pena máxima en ninguno de los dos casos. Fueron los locales los que se apuntaron el siguiente acercamiento con mucho peligro, tras un golpeo de Aguado desde la frontal, que, de no ser por la soberbia intervención de Thibaut Courtois, habría sido el primero en el marcador para los locales.
Todo el ajetreo de los últimos minutos favoreció claramente al Pucela, que había encontrado la cara al encuentro, haciéndose con el control total del cuero. Continuó el encuentro hasta que los 45 minutos reglamentarios llegaban a su final, sin que ninguno de los dos equipos lograse hacer valer su dominio en la zona de tres cuartos con un gol que deshiciese la igualada. Y así fuese hasta que Munuera Montero señaló el final y mandó a los futbolistas al vestuario.
Benzema y Courtois se ponen el mono de trabajo para llevarse los 3 puntos
Comenzó la segunda parte con los de Ancelotti con una idea clara: recuperar el dominio de la pelota que habían perdido en los últimos compases de la primera mitad. El Valladolid, por su parte, con un bloque medio bajo, aguardaba a los movimientos del conjunto blanco -anoche de negro- para intentar crear peligro. No pasaron ni cinco minutos cuando Marco Asensio lanzó el primer aviso sobre la meta de Masip, con un zurdazo que se estrelló en el lateral de la red.
Pasaban los minutos y el guion seguía siendo el mismo que en la primera mitad, con los pupilos de Pacheta siendo incapaces de arrebatarle el cuero al conjunto blanco. Para más inri, el partido se le complicaba aún más al Pucela cuando Roque Mesa y Escudero se lanzaron al césped, obligando a Pacheta a mover el banquillo.
Una vez que ambos técnicos agitaron el árbol, las fuerzas se igualaron y el partido se convirtió en un encuentro de ida y vuelta. Y es que con el paso de los minutos, el Pucela iba ganando cada vez más peso en el campo contrario, incomodando más y más al Madrid. Tal fue así, que Aguado estuvo a punto de deshacer el empate con un gol olímpico. Pero es que en la siguiente jugada, en un nuevo córner, Sergio León cabeceó el esférico al palo largo, pero Courtois se volvió a vestir de santo para evitar nuevamente el tanto.
Respondió inmediatamente el Real Madrid, con un Vinícius que caracoleó en el área e intentó picarla por encima de Masip, pero el cuero no cogió puerta. Alcanzado el último cuarto de hora del encuentro, a los de Ancelotti les comenzaba a entrar las prisas para llevarse lo tres puntos, ante un Valladolid que en ningún momento le perdió la cara al encuentro.
Lo intentó Karim Benzema desde la frontal con un golpeo pegado a la cepa del poste, pero nuevamente Masip quiso replicar las intervenciones de Courtois, deteniendo de forma magistral el golpeo. No obstante, en la siguiente jugada, en un nuevo córner, nuevamente el esférico golpeó en la mano de Javi Sánchez. En esta ocasión, el colegiado sí acudió al VAR, y señaló el penalti. Un penalti que lanzó Karim Benzema, transformándolo y abriendo la lata para los de Carletto.
Una secuencia en la que, además, Sergio León terminó expulsado tras dirigirse al cuarto árbitro, lo que le llevó a ver la roja directa. El Valladolid lo intentó a pesar de su inferioridad, pero los visitantes, con uno más y más piernas, esperaron la oportunidad para matarlo a la contra. Y así fue. Eduardo Camavinga desbordó a Fresneda ganando línea de fondo, poniendo un balón para que Karim Benzema la picase con maestría, y fusilase a placer la meta de Masip.