Triste adiós al 2022 de Celta y Sevilla

Reparto de puntos en Balaídos para cerrar el 2022. El Celta de Vigo y el Sevilla empataron en un partido en el que ambos conjuntos tuvieron opciones para llevarse los tres puntos. El 1-1 final no vale a ninguno de los dos equipos para salir de la zona baja de la clasificación.

El cuadro local salía con esa necesidad de darle una alegría a los suyos, que no veían ganar al equipo en su feudo desde hacía demasiado tiempo. En realidad, ni en casa ni fuera. El Sevilla, absolutamente condicionado por su situación liguera, parecida a la del Celta, además de las numerosísimas bajas que arrastra, llegaba a Vigo con una expedición repleta de jugadores del filial, con los más conocidos en el once inicial. Carmona y Kike Salas formaban la línea de tres con Gudelj por el centro. Los vigueses actuaban con una formación parecida. Desplegaban a los carrileros en cada ataque. Navas y Galán, los más activos en cada bando. Los hombres de Sampaoli llevaban el peso del juego, con un control estéril de la pelota, esperando los de Carvalhal a salir con velocidad, conocedores de la endeblez sevillista en defensa.  llegando con verticalidad.

Comenzaba a apretar el Celta. Rozó el gol con Strand Larsen y Gabri Veiga. Se salvaron los hispalenses de la poca puntería de los vigueses. Balaídos pedía al colegiado una mano de Rafa Mir en su área. El árbitro bilbaíno entendió que no era merecedora de ser castigada como penalti con un Celta volcado sobre el área del Sevilla. Poco después tuvo una Cervi de tacón para poner el 1-0. El partido llegaba a su primera media hora con los de Carvalhal dominando a placer el encuentro. El buen juego celeste al final tuvo premio y el canterano Gabri Veiga adelantaba a los suyos con una gran definición en un uno contra uno ante Bono. El canterano picaba el balón por encima del arquero marroquí.

Hay muchos calificativos para acercarse a lo realizado por el Sevilla durante la primera mitad, pero muy pocos para dar en el punto exacto. El Sevilla, en apenas 45′, recibió un gol, pudo recibir un par más, pudo quedarse con un jugador menos (Carmona) y solo realizó un único disparo que no fue entre los tres palos. El parón había hecho peor equipo a los de Sampaoli y mira que era difícil vista la situación en la que estaban.

Quitaba el técnico sevillista a En-Nesyri en el descanso y daba entrada a Erik Lamela. Necesitaba mayor movilidad. Ese paso adelante que dieron los visitantes permitía que Larsen tuviese el segundo tanto en una contra, pero que bloqueó Bono hasta por dos veces el remate del atacante celeste. Un minuto después, era Marchesín quien, ayudado por el palo, repelía un disparo a bocajarro del propio Lamela. Y en ese mismo córner, en el minuto 10 de la segunda, Kike Salas ponía la igualada con un cabezazo en el primer palo que Marchesín se encontraba dentro de su portería cuando intentaba detenerlo. Regresaban las tablas y los nervios en ambos equipos.

Llegaba el duelo a los últimos diez minutos con los dos equipos partidos. Ninguno era capaz de manejar el encuentro y de Burgos Bengoetxea tuvo que la segunda amarilla por una clara entrada sobre Aspas en el 86′. Iba a jugar con uno más el Celta el tiempo de descuento. Carles Pérez rozó el 2-1 en el 88′ pero su disparo se marchó rozando el palo. El Celta asedió sin éxito la meta de Bono. Aguantó el Sevilla. Un triste adiós para los dos al 2022, que tienen mucho que remar en el nuevo año para no sufrir.