La Fiorentina sobrevive a fogonazos
Sufriendo por su propia mano, la inspiración de los jugadores 'viola' logra rescatar una importante victoria (2-1) frente al Sassuolo.
Entre muchos apuros y enormes pitos, la Fiorentina volvió a sumar de a tres en la Serie A. En su particular cruzada de alcanzar los puestos de arriba, lo cierto es que casi se enredan nuevamente consigo misma. Aprovechó el Sassuolo las inseguridades y atolondramiento de los ‘viola’, que recurrieron a sus suplentes para salvar una victoria (2-1) que vale oro ante tanta incertidumbre que expiran.
Mucha acción; castigo nulo
Las metas de la Fiorentina son bastante altas para lo que su actualidad futbolística refleje, mas no por ello no lo están dejando de intentar. Con seis triunfos y un empate -obtenido su reciente partido frente al Monza (1-1)- en ocho citas, los de Italiano retomaron sus dudas de inicio de curso. El que pagó los platos rotos fue un Arthur Cabral que sigue empeñado en aumentar sus cifras. Al comienzo del choque, parecía que el Sassuolo iba a ser su saco de box con dos internadas finalizadas de manera apurada. Su equipo se sumergió en el mismo mal. Atacando y defendiendo a lo loco, sin conexión entre líneas e incapaz de crear juego, los locales apenaban sobre el campo. Felicidad plena para la visita, que solo debía incomodar a un equipo que estaba confundido.
Compacto y sereno, el Sassuolo mordían donde más sufría su rival: al inicio de la jugada. Y ni tanto trabajo le ponían, puesto que la misma Fiorentina ayudaba en la labor. Tres perdidas innecesarias, dos de Duncan y una de Bianco, casi conllevan a que Fratessi y Pinamonti inauguren el electrónico de no ser por Terracciano. En la desesperación, el pistoletazo de salida para el correcalles dio inicio. Y los ‘viola’ tenían las de perder. Sin capacidad para profundizar ni progresar en terreno contrario, cada robo de Fratessi era un peligro. A duras penas una acción individual de Bonaventura, amagando y escapando de rivales en la frontal, fue lo más cercano al gol que tendrían. Que el árbitro sonara su silbato fue lo mejor que les pudo pasar.
Apuros innecesarios
Visto el pésimo desempeño de su escuadra, Italiano intervino con dos cambios que reavivaron a la ‘Fiore’: Castrovilli y Saponara. Apenas se reanudo el partido, su efecto fue inmediato. Un centro de Biraghi que cazó mordido Kouamé y tocó lo justo Ferrari fue aprovechado por Saponara para desatar alegrías (48′). Invirtiendo papeles, era ahora el Sassuolo quien apresuraba sus avances y no tenía finos ni activos como antes a sus ofensivos. No obstante, su contrincante volvería hacer de las suyas. El ingreso obligado de Dodo por el lesionado Venuti trajo consigo un penal ingenuo del brasileño que Berardi canjeó con sutileza (57′). Con ello, el ida y vuelta reinó más que nunca. Esta vez con paridad que antes.
Eso sí, si bien los ‘neroverdi’ tenían mejor pulidas sus armas, sobre todo un Fratessi omnipresente, el paso del tiempo indicaba que los de Dionisi iban decantándose por el practicismo. Italiano leyó otra vez con éxito el momento y mandó toda la carne al asador. De este modo, sus pupilos se mandaron con todo ante un Sassuolo contra las cuerdas hasta el final. Ruan salvó el pellejo de Ferrari al denegarle a Saponara su doblete y Consigli atajó un testarazo a Gonzáles antes de que el primero meta las manos en un doble intento de Castrovilli y Terzic. Polémica la infracción, a lo que el juez agregó tensión mientras chequeaba el VAR, pero Gonzáles no se andaba con titubeos para calmar las aguas en Florencia (90+3′). A fogonazos, la Fiorentina sigue de pie una vez más.
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