La familia de Miguel Ángel Martin, ex entrenador del Estudiantes y del Real Madrid que falleció el pasado 30 de noviembre de 2022, emitió un comunicado en el asegura que «las informaciones que han salido en la prensa sobre su fallecimiento, a causa de un cáncer o por causas naturales, son absolutamente falsas».
Según este comunicado, «Miguel Ángel ingresó el 24 de junio de 2022 en el Hospital Quirón Pozuelo, para una operación programada de próstata por el especialista el Dr. Jesús Cisneros Ledo con el robot Da Vincci. Intervención que, aún con los riesgos propios de una cirugía de esas características, era prácticamente rutinaria. Al término de la operación, practicada en la tarde de ese día, el citado urólogo que le intervino nos informa de que al extraer la próstata, por error, se ha seccionado parte del intestino pero que ‘se había cosido la parte dañada y que todo está bien’. Tras la estancia en la UCI, el 25 de junio le suben a su habitación en planta del Hospital y sobre las 7 de la tarde empieza a encontrarse muy mal, motivo por lo que se avisa a las enfermeras para que llame a un médico, y a pesar de la insistencia no es hasta las 4 de la mañana cuando acude una doctora, la cual, sin tan siquiera explorar a Miguel Angel, se limita a decirnos que le harán una analítica. Después de 14 horas sin ningún tipo de atención médica es cuando viene su cirujano que detecta que presenta un shock séptico y un fallo multiorgánico motivo por el cual debe ser operado nuevamente de urgencia y tras esta intervención debe pasar mas de un mes en la UCI del citado centro hospitalario».
En dicho comunicado, la familia del ex entrenador asegura que «desgraciadamente, la falta de atención médica del Hospital Quirón Pozuelo no termina ahí. El 19 de agosto de 2022 Miguel Ángel vuelve a encontrarse mal y se suceden los avisos de la familia para que alguien pueda atenderle, afirmando los sanitarios de turno que debía ser un problema postural. No es hasta la mañana siguiente en la que un médico de la UCI informa que tiene de nuevo otro shock séptico y fallo multiorgánico llegando a afirmarnos que: ”No me puedo creer que le hayan dejado llegar a esta situación”. Tras un mes en la UCI y en una situación muy grave, la Dirección Médica de Quirón Pozuelo concede una reunión con la familia el 7 de septiembre donde pide disculpas y reconoce los fallos acontecidos con Miguel Angel. A partir de ahí, y por una evidente pérdida de confianza con el Hospital Quirón de Pozuelo, solicitamos el traslado a la Fundación Jiménez Díaz que se produce el día 19 de septiembre. En este nuevo centro hubo que operarle por sexta vez (las cinco anteriores fueron en Quirón Pozuelo), ya que según nos informaron hubo que reparar de nuevo la zona intestinal que dio lugar a la primera septicemia. Tras esta operación, y al no poder reparar el daño causado, lamentablemente falleció aproximadamente un mes después».
El comunicado continúa diciendo que «ante esta situación la familia acude al despacho de abogados especializado en reclamaciones por responsabilidad civil profesional dirigido por D. Manuel Castellanos Piccirilli, quien se comunica con la dirección del Hospital la cual rehúsa ahora toda responsabilidad, eludiendo la misma comunicando que el especialista en urología, el Dr. Cisneros Ledo, actuó “bajo su exclusiva responsabilidad profesional y organizativa, sin integrar la plantilla de personal de la Clínica. Por todos estos motivos, nos vemos en la obligación de salir al paso de algunas informaciones erróneas vertidas en los medios y hacer público los hechos que rodearon el desgraciado fallecimiento de Miguel Ángel y estamos tomando las medidas legales oportunas para que casos como el de mi marido no vuelvan a suceder».
@chemilinqui