La Real Sociedad se lleva el derbi ante un Athletic que no planteó oposición
El derbi vasco duró una hora. La Real Sociedad fue mejor y aprovechó su buena inercia y los fallos del Athletic Club, para vencer en un partido donde los leones concedieron demasiado como para tener opciones de puntuar.
La Real Sociedad venció de manera merecida en el derbi vasco de LaLiga Santander, gracias a un partido en el que se mostró como un equipo reconocible y efectivo. Todo lo contrario fue el Athletic Club, que se dejó la raza y la ambición en Lezama, firmando un encuentro gris, plagado de fallos y muy plano. Sorloth y Kubo encarrilaron la contienda, el gol de Sancet fue un oasis en el desierto rojiblanco y el discutido penalti decretado a la hora de juego que materializó Oyarzabal, mató un partido en el que los puntos se quedaron en casa.
La Real demostró mejores intenciones
El derbi comenzó muy intenso, los locales mejor posicionados y mas certeros con el esférico, llevaron el mando del duelo en los primeros compases ante un Athletic reservón, que acumulaba más errores no forzados de los deseados por Ernesto Valverde. La propuesta de los rojiblancos se centraba en intentar presionar y dificultar la salida de balón con el objetivo de pillar en alguna contra a los donostiarras.
El juego transcurría muy favorable para los intereses de los Imanol Alguacil y mas si cabe cuando Sorloth, tras excelente maniobra, puso en franquicia a los suyos, subiendo el uno a cero al simultaneo cuando llegábamos al ecuador del primer acto. La Real más asentada, gozaba de buenos minutos de juego ante unos leones que parecían gatitos anestesiados.
Tras una incomprensible perdida de Vesga ante David Silva en la que se pidió falta, Takefusa Kubo dobló la renta para regocijo de los aficionados locales. El atacante nipón, encontró el hueco entre las piernas de Vivan y a renglón seguido, batió a Unai Simón por la corta.
La alegría local duro poco
La reacción de los rojiblancos fue inminente y en un chispazo aislado los foráneos recortaron distancias. Yuri ganó la línea de fondo y tras conectar con Sancet este perforó la portería de Remiro de disparo cruzado. Los bilbaínos se metían de nuevo en el partido gracias a una gran maniobra del centrocampista navarro, devolviéndole la emoción al duelo vecinal.
Tras el paso por vestuarios ambos conjuntos retomaron el guion protagonizado en el primer tiempo. La Real quería mandar y el Athletic intentaba contraatacar, pero ninguno de los dos acababa de imponer su idea de juego, ni someter a su rival. Al partido le faltaba claridad y calidad, demasiado errores y para redondear la noche a la hora de juego, llegó la acción polémica del encuentro.
Pena máxima muy dudosa que mató el derbi
Penalti muy discutido de Yeray sobre Kubo, que le costó la expulsión al defensa rojiblanco. La jugada viene precedida de un mal pase de Nico Williams. Cuadra Fernández ni tan siquiera consultó el VAR, en una disputa que ofrecía serias dudas y Oyarzabal marcó el tercero dejando el duelo prácticamente sentenciado.
El tramo final de partido fue placido y totalmente controlado por los locales. Desde el banquillo visitante, las señales eran de que se daba el envite por perdido y empezaban a pensar en el duelo copero del próximo miércoles ante el Espanyol. Los cambios introducidos por el Txingurri, no variaron ni la inercia ni el panorama. Mientras tanto los txuriurdines buscaban opciones para hacer el cuarto y afianzar la comunión con su parroquia.
La contienda perdió chicha y emoción. Los minutos denominados «de la basura», fueron más de los deseados para los aficionados rojiblancos, que no podían estar contentos con la actuación de los suyos ni con la del colegiado. La fiesta en las gradas de los donostiarras fue lo más destacado de un tramo final de un encuentro que tan solo duro sesenta minutos.
Imágenes: @AthleticClub