El Algeciras recibe a un Badajoz que empieza a ir como un tiro
Algeciras CF - CD Badajoz | Domingo, a las 12:00h | Vigésimo primera jornada de la Primera Federación | Estadio Nuevo Mirador | Árbitro: Lax Franco | Un Algeciras en mala dinámica, recibe a un Badajoz que ya lleva cuatro jornadas seguidas sin perder.
En este casi primer cuarto del siglo XXI, cada vez le damos más importancia a ganar, a ser el número uno, en definitiva, a ser el mejor. Ahora, que tenemos recién acabado el último mundial de fútbol, casi se habla más del mejor jugador del torneo que de la propia campeona. Que si Messi sigue siendo el mejor, que si es el mejor de la historia, que si alguien le puede discutir ser mejor que él en este último mundial. Y así vemos como el mejor jugador de cada mundial se posiciona para ser el número uno y así, evidentemente, recibir el mejor premio imaginable: El Balón de Oro de France Football. Por lo que ya imaginarán ustedes quién será el próximo en recibir tal distinción. El caso es que a los españoles en particular, todo esto puede que no vaya con nosotros. ¿Cuántas generaciones de españoles han vivido sin conocer un Balón de Oro español? Desde que lo recibiera el gran Luisito Suárez allá por el año 1960 -hace 63 años, se dice pronto-. O, ¿cuántos españoles han sido elegidos como el mejor jugador de un mundial? Alguna vez lo habremos merecido, seguro. Pero el fútbol y los premios están hechos así.
Lo cierto es que nunca, ninguno de nuestros jugadores, fue elegido como mejor jugador del mejor torneo del mundo. Pero si hacemos un poco de retrospectiva y retrocedemos nada más y nada menos que al segundo mundial de la historia, Italia ´34, encontramos datos que nos sorprenden a los mismos aficionados españoles. Bien es cierto que el mejor jugador fue Giuseppe Meazza, delantero italiano, que hizo campeona a los «Azzurri». Pero ese mismo año, el portero de España fue elegido mejor portero del torneo. Y en los años anteriores y posteriores a ese mundial, fue considerado el mejor portero del planeta. Y, como tantas otras veces, a un portero nunca se le reconoce con premios al mejor jugador del momento -sabemos la excepción del soviético, Lev Yashin-.
Como los dos grandes guardametas que se enfrentarán mañana en el Nuevo Mirador. Juan Flere, el flamante guardameta argentino del Algeciras CF -cedido por el Cádiz CF y que posiblemente lo veamos ya mismo en la Liga Santander-, es uno de los pilares de su equipo. El conjunto algecireño llega al partido de mañana sólo dos puntos por debajo de su rival. Por lo que se juegan mañana más de 3 puntos en el verde. El equipo que entrena el ovetense Iván Ania, tiene más gol que otros años, pero también encaja más. Y esto hace que no esté donde se esperaba a principios de temporada, sino sólo dos puntos por encima del descenso. Además llevan una mala dinámica en sus últimos cinco partidos, los últimos del 2022 y los 3 primeros de este año. Con 2 derrotas y 3 empates. Por lo que o consiguen una victoria ya mismo o se meterán de lleno en problemas esta temporada.
Es cierto que cuenta entre sus filas con jugadores de extraordinaria calidad, como el exblanquinegro, Álvaro Romero. Un pequeño gran jugador -un tipo de jugadores que siempre me recuerdan al actor de cine negro, James Cagney-, que además tiene un gran olfato goleador. La temporada pasada ya anotó 13 goles y esta lleva ya 8 dianas. Por lo que muy atento tendrá que estar su rival de mañana, con sus internadas y llegadas por banda. Además, el Algeciras cuenta con dos bandas muy potentes, con dos laterales, que se convierten en auténticos carrileros. Al izquierdo, Tomás, lo conoce bien la afición blanquinegra -tanto por sus internadas, como por sus cambios de tinte-. Y el derecho, Albarrán, llegado del Nástic, también tiene bastante recorrido. Todos ellos, junto al sobrio central, Admonio o su gran delantero Iñaki Elejalde, conforman un buen plantel, que necesita una victoria ya como el comer.
Aunque enfrente tendrá a un equipo con una dinámica totalmente diferente. Y es que el CD Badajoz sí viene con la flechita hacia arriba. Ya son 4 jornadas seguidas sin conocer la derrota y lleva un 2023 de notable alto, casi de sobresaliente, con 7 puntos de 9 posibles en lo que llevamos de año. Ese «efecto Salmeron» de revulsivo inicial, ha dado paso al «Estilo Salmerón», que algunos ya conocíamos de su paso por ciudades como Vitoria o Murcia. Por lo que ya ha dejado de ser algo efímero y fugaz y se ha transformado en algo para quedarse. Sin duda el club blanquinegro debería dar continuidad a un entrenador de la categoría del almeriense. Y plantearse con él un proyecto a largo plazo. Ya no hay duda en tierras extremeñas de que es una persona más que capacitada, para involucrar a una plantilla y a un club, para conseguir algo grande. Y eso no es cosa menor.
Para ello ha ido dando forma a una plantilla que sigue en construcción -en eso hay que valorar el buen trabajo de la parte mexicana que controla el club-. Dando de baja a jugadores que no daban el nivel y haciendo incorporaciones muy interesantes: como las de Buyla, Santamaría o, la última, de Juanmi García -con ese nombre y ese apellido sólo le podrán salir cosas buenas-. Bromas aparte, la semana pasada los «lobos», fueron capaces de imponerse al, hasta ahora, mejor equipo de la categoría, la AD Alcorcón. Y lo hizo completando un gran partido. Con una delantera revalorizada, con la llegada de Gorka, que hizo un enorme partido. El bilbaíno se quedó con todo lo que le llegó, lo bajó todo al suelo, movió y abrió siempre el juego con criterio a sus compañeros y corrió como si le fuera la vida en ello. Y además, por si todo esto fuera poco, filtró un pase excepcional para que su compañero Adilson hiciese el 1 a 0. Casi nada.
Pero para ganar un partido de este calibre, todo tiene que funcionar. Y así vimos una defensa muy equilibrada y segura, con Juanmi en el eje de la defensa. Vimos, por fin, al mejor Cordero de la temporada -curiosamente en lateral izquierdo-. Y un centro del campo que por fin con Mancuso, Buyla y Raúl Palma, se hacía dueño del partido y se imponía al centro del campo rival. Destacar la exquisitez de jugada y el encaje de bolillos que hizo David Soto, en el pase para el segundo gol de Zelu. Y, por encima de todos ellos -ya dijimos que esta vez la cosa iba de porteros-, a su extraordinario guardameta Kike Royo. El riojano lleva una temporada fantástica, con un momento de forma y confianza a prueba de obuses. Hizo dos paradas descomunales dejando su portería a cero. Contra un equipo que acostumbra a perforar las redes dos o tres veces por partido. En fin, menudo seguro de vida tiene el conjunto de la capital del Guadiana. Para el partido de mañana deberán recomponer la zaga, pues Mati Acuña y Burlamaqui se pierden el partido por sanción.
Lo que es seguro, sin duda, es que el de mañana será un duelo entre grandes porteros. Ese puesto específico que casi nunca es valorado como se merece. Ese al que nunca se le permite el fallo, pues siempre es el último eslabón. Y si falla se rompe la cadena. El portero siempre fue una figura infravalorada, ajena a los premios y reconocimientos. Pero ellos -lo sé porque tuve y tengo buenos amigos porteros- están hechos de otra pasta y tienen una personalidad muy especial. Como aquel guardameta español -¿recuerdan?-, que nos llevó a unos cuartos de final, con robo incluido, en el mundial Italia ´34. Y que no es otro que Ricardo Zamora. Que, según las crónicas de la época, fue el mejor jugador del mundo, no sólo el portero, durante las décadas de los años ´20 y ´30. A falta de premios y reconocimientos, quedarán para siempre sus paradas y su apodo: EL DIVINO.