Villalibre llega y mete presión arriba

 El derbi vasco se fue para el conjunto local gracias al flamante fichaje del conjunto babazorro que con un doblete aprieta aún más si cabe la parte alta de la Liga Smartbank y se queda a tan solo un punto de un Eibar que se vio con un efectivo menos durante media hora por la expulsión de Sergio Álvarez.

El gol no llegó

Los armeros salieron al césped de Mendizorroza más entonados que sus rivales y Yanis Rahmani ya avisó en los primeros minutos de choque. La importancia del partido para las dos escuadras se palpaba y fruto de ello fue la primera amarilla antes del minuto 10 por una acción peligrosa de Corpas. Los blanquiazules no querían perder la dinámica de partido y dieron un paso hacia delante, siendo Tenaglia el que diera el primer aviso de los locales.  Las fuerzas se iban equilibrando en la contienda y Alavés y Eibar avanzaban hacia porterías rivales aunque Sivera y Zidane no estaban siendo muy exigidos, hasta que en el minuto 35 de partido Guridi tuvo la más clara del primer acto con un remate que el guardameta visitante sacó con lo primero que pudo, manteniendo así su portería a cero. Con empate en el electrónico ambos equipos se marchaban a vestuarios.

Festival de Villalibre

El Alavés sabía que el partido era vital para sus opciones de ascenso y salió con una marcha más al segundo acto. Sedlar metió el miedo en el cuerpo de los azulgranas con un remate que escupió la madera de Zidane. El Eibar, algo más despistado, se vio con un gran contratiempo, al ver como Sergio Álvarez era expulsado por evitar una ocasión manifiesta de gol. La superioridad numérica dio alas a los de Vitoria y fue ahí cuando apareció la figura de Asier Villalibre, que llegó y besó el santo. No llevaba ni diez minutos cuando en el ’70 de partido el «león» dio la primera zarpada ante un centro lateral de Luis Rioja. El partido, totalmente de cara para los locales, se fue transformando en un baile casi constante de cambios por parte de ambos equipos que tenían ahora dos objetivos opuestos. Con el partido prácticamente sentenciado Villalibre dio la puntilla aprovechando un buen pase de Toni Moya para que el delantero batiera por bajo a Zidane.