El Alavés necesita muy poco en La Romareda

El Real Zaragoza pudo deshacerse de las urgencias con la victoria en Andorra. Ganar hoy sería un salto más de fe y una forma de encadenar victorias consecutivas. Algo que se antoja necesario. El Alavés, con una racha de nueve puntos de nueve, le han vuelto a coger el ritmo a la competición.

Primeros diez minutos de tanteo. El Zaragoza dominaba más el balón, aunque no creó demasiado peligro en el área de Sivera. El Alavés también se asomó tímidamente a la portería aragonesa en dos ocasiones. Los locales insistían una y otra vez en ataque, y el conjunto albiazul despejaba balones continuamente. En todo caso, los maños no habían generado aún ninguna ocasión clara.

Como pasa muchas veces en el fútbol el que más llega no siempre es el que se lleva el premio. En la primera que tuvo el conjunto babazorro, tras la insistencia maña, llegó el gol. Impresionante centro de Toni Moya en la primera jugada de estrategia de los albiazules, que dejó solo a Sylla para que rematase a la red.

Con el 0-1, los vascos dominaban más el encuentro, y el Zaragoza intentaba crear peligro al contraataque. Un peligro que llegó y salvó Sivera. Un rechace de Abqar a la salida de un córner creó la primera gran ocasión para el conjunto local. El balón fue centrado, aunque muy difícil, y el meta sacó la mano izquierda para evitar el empate.

El Alavés quería el segundo gol antes del descanso, mientras el Zaragoza buscaba sus opciones a la contra. Duarte gozó de una gran ocasión, que salvó muy bien el portero maño, aunque la jugada se invalidó por fuera de juego. Sin cambios en el marcador se llegaba al descanso en La Romareda.

El segundo tiempo trajo consigo el segundo tanto para el conjunto babazorro. El Alavés aprovechó la presión adelantada del Zaragoza y consiguió el segundo tanto. Muy bien Toni Moya, que recibió un pase filtrado y, con muchísima calma, recortó para quitarse a dos defensas y rematar al primer palo.

Mucha tensión sobre el verde y en la grada. En ese momento salió Villalibre desde el banquillo para poner la guinda. El tercero. El búfalo sigue con su fiesta particular. Rioja centró tras varios amagos y bicicletas y Villalibre se adelantó a toda la defensa para rematar a gol en una jugada muy parecida al gol frente al Eibar.

También el fichaje estrella del Real Zaragoza, Bebé, demostró estar de dulce y puso emoción en el tramo final recortando distancias. Golazo del jugador del Zaragoza que anota desde 30 metros por la escuadra. Quería más el conjunto maño que no bajó los brazos. Gran parada de Sivera a un remate de cabeza del debutante Pau Sans que llevó el balón al palo y, posteriormente, fuera.

Para cortar la esperanza local y sentenciar apareció Luis Rioja con un disparo junto al poste tras pase de Duarte. El Alavés sigue de dulce al imponerse en La Romareda aprovechando los errores en defensa del conjunto local.