Carnaval blanquiazul
Un nuevo penalti otorgó al CD Tenerife el triunfo ante un atrevido CD Mirándés en un entretenido encuentro
Un nuevo penalti otorgó al CD Tenerife el triunfo ante un atrevido CD Mirándés en un entretenido encuentro en el que ambos equipos, fieles a sus respectivos estilos, crearon las suficientes ocasiones de gol como para que la victoria pudiese decantase de uno y de otro lado.
La presumible igualdad entre dos equipos con similar número de puntos se evidenció ya desde el pitido inicial, aunque con dos conceptos tácticos bien diferenciados, con un Tenerife replegado en su parcela y un Mirandés mucho más dinámico y, sobre todo instigador.
Estas dispares apuestas sobre el terreno de juego propiciaron similares réditos a unos y otros, puesto que ambos dispusieron de buenas ocasiones para marcar; la primera la erró el local Nacho (m.6) al rematar fuera un centro de Waldo, y otra de Sipcic (m.21), de cabeza, también acabó con el balón, tras pase de León.
Los burgaleses tuvieron que esperar a que transcurriera la primera media hora de juego para poner en aprietos a Soriano, primero con un disparo desde fuera del área de Gelabert, que el meta envío a córner, y a renglón seguido y fruto de esa jugada, el remate de cabeza de Alex Martín en boca de gol acabó en las manos del meta.
De esta forma concluyó una alegre y competitiva primera parte, para reanudarse el juego un cuarto de hora más tarde con los dos equipos sin modificar ni un ápice sus respectivos estilos, pero con un gran sobresalto para los visitantes, pero Aitor Sanz remato fuera por muy poco un gran centro de Elady desde la izquierda.
Juanlu también lo intentó en la portería local con un disparo lejano (m.57), tras un pase de Gelabert, pero el balón se fue junto al larguero local, avanzando así el encuentro hasta encarar el tramo final en el que se produjo un fatídico derribo y, por tanto, claro penalti de David Vicente sobre Nacho (m.78).
Un minuto más tarde fue Borja Garcés el encargado del lanzamiento desde el punto de penalti batiendo a Herrero con un duro disparo, tanto que ya no pudo ser neutralizado por el Mirandés y que, por tanto, supuso un duro varapalo por el gran esfuerzo realizado por sus jugadores para no irse sin puntuar de la capital tinerfeña.