El Submarino Amarillo apunta hacia Europa

 La primera ocasión del encuentro fue para el conjunto andaluz: Embarba la colgó al área y Baptistao probó cruzando la bola pero se marchó desviada de la meta grogueta. Poco tardó en responder el conjunto amarillo, cuando en la siguiente jugada Terrats puso a prueba a Fernando pero el guardameta local intervino bien para mantener su portería a cero. Poco a poco, el balón fue propiedad del Villarreal que mantenía la pelota a su gusto.

A la media hora de juego llegó la mala noticia del encuentro: Fernando pidió el cambio, siendo Mariño el que lo susituyese en la meta rojiblanca. El Villarreal seguía a lo suyo, siendo claro dominador del juego en el Power Horse Stadium. Finalmente, el partido, que no tuvo grandes ocasiones para ninguno de los dos conjuntos se marchó con empate al descanso.

Rubi no veía nada claro el partido y decidió hacer cambios en el descanso, dando entrada a Centelles y Samu. El Villarreal no bajó el pistón y Mariño tuvo que emplearse a fondo en la primera clara del segundo acto, ganando el duelo mano a mano a Yeremy. El submarino amarillo cada vez iba más decidido y Morales avisó hasta en dos ocasiones, la primera encontrándose con el meta local y la segunda enviando el balón al lateral de la portería. El Almería lo intentaba a balón parado, pero las cosas no le estaban saliendo al cuadro indálico.

Setién no terminaba de ver claro el encuentro y decidió meter pólvora en la parte de arriba, haciendo entrar a Gerard Moreno. Siete minutos le bastaron al ariete del conjunto valenciano para abrir la lata con un gol de auténtico killer. El gol dejó muy tocado a un Almería que no terminaba de llegar a los dominios de Reina, sentenciando Morales el encuentro en el ’87 de partido aprovechando una buena acción personal de Chukwueze que metió un balón largo al área y «El comandante» la empaló para mandarla guardar. El Villarreal pudo aumentar la distancia, pero el disparo final de Pedraza tocó en un zaguero y la pelota se fue a la madera. Finalmente, duro varapalo para los locales y tres puntos para un Villarreal que comienza a ver de nuevo factible Europa