Juego, set y partido para el Atleti

En la noche de sábado se enfrentaban dos grandes equipos con nombres igual de grandes: el Atlético de Madrid y el Sevilla FC. Sin embargo, aunque este partido sería propio de una eliminatoria de Europa o de una final de Copa del Rey, ambos equipos se encuentran sufriendo por lograr sus objetivos. En primer lugar, el Atleti se encuentra con presión para clasificarse a Champions League, ya que la Real Sociedad se encuentra fuerte, y el Betis les ha recortado puntos en los últimos partidos. Y es que el empate ante el Real Madrid fue insuficiente con el balance de puntos que se habían perdido anteriormente. En cuanto al Sevilla, aunque hace unas jornadas parecía que iba levantando cabeza, solo ha sumado 1 de los últimos 6 puntos. Ambos equipos iban a tener que luchar hasta el último minuto en la noche de hoy para lograr sus objetivos.

El Atleti no iba a especular en este encuentro, desde el segundo minuto iban a tener ocasiones. Memphis recibía un muy buen balón para quedarse solo contra Bono. Pero el último toque se le fue largo, y permitió al meta poner una mano abajo para mandar el esférico a córner. Ambos conjuntos iban probando, con más intención que acierto, pero quedaba claro que los locales llevaban el mando dominante. Llorente recibió en buena zona dentro del área, remató con firmeza y mandó el balón al palo. No estaban demostrando mucha ofensiva, pero estaba claro que los colchoneros jugaban más agusto.

Pocos minutos después, en un error de recepción de balón de Suso, Koke mandó un buen pase a un Memphis bien colocado. El neerlandés volador se la devolvió de primeras a Griezmann, al mismo tiempo que salía a la carrera para desmarcarse. El Principito puso un gran pase filtrado para dejar a Memphis solo ante Bono. El neerlandés, con seguridad, marcaría con caño incluido para abrir el marcador para los suyos.

A pesar de la alegría rojiblanca, parecía que Memphis se había quedado con hambre de más. En un contrataque 3 minutos después, el delantero recibiría al borde del área, y este controló, encaró y puso un pedazo de chirlo que entró por toda la escuadra. El neerlandés estaba de dulce y con más potencia que vergüenza, marcó un auténtico golazo.

Antes de este partido, el ‘9’ llevaba solo 82 minutos totales con los colchoneros, y hoy, en apenas media hora, había logrado un doblete. Mucho mérito el suyo y del Atleti, pero también demérito del Sevilla. Los nervionenses no habían demostrado solidez defensiva, y ahora estaba siendo incluso más evidente sus fallos en la zaga. Ante todo pronóstico, el Sevilla iba a espabilar, aunque solo temporalmente. Gueye recibió un gran balón al borde de la línea de puerta y estuvo hábil para poner un pase de la muerte a En-Nesyri, quien no perdonó remontando de primeras.

Los sevillistas le echaban picante al partido, que parecía que estaba ya visto para sentencia. Llegaba el descanso y daba la sensación de que los blanquirrojos no habían dicho su última palabra, que aun podían dar la cara en el Metropolitano.

La segunda parte empezaba con un mal presagio para los visitantes. En uno de tantos contrataques que habían estado siendo un verdadero quebradero de cabeza para los de Sampaoli, iba a llegar el 3-1. Griezmann, en zona de tres cuatros, iba a cabecear un pase atrás a Koke. El veterano se la devolvió, y el Principito quiso oscurecer el golazo de Memphis. Con la zurda, iba a disparar desde incluso más lejos que el neerlandés e iba a encajar el encaje en la escuadra de Bono. Locura de gol del francés, que ponía de nuevo al Atleti como líder indiscutible del partido.

El Sevilla se quedaba dolido, pero prefería no perderle la cara al partido. Suso iba a tener una ocasión muy cercana para colocar el 3-2. Savic tuvo un gran fallo regalando el cuero a Ocampos en la frontal del área. El argentino se la mandó a Suso, pero el español, a pesar del buen ángulo, la mandó a las nubes.

Los atléticos seguían atacando con seguridad, aprovechando la increíble fragilidad sevillana. En una jugada muy bien orquestada por los rojiblancos, Pablo Barrios vio muy bien a Carrasco llegando al área, y el belga, recibiendo completamente solo, ponía el 4-1 a pesar de la estirada de Bono. El partido cada vez tenía peor pinta para los nervionenses, lo que parecía una simple derrota más se estaba convirtiendo en una goleada, y como mínimo tenían que maquillar el marcador.

Afortunadamente, la dicha del fútbol les iba a dar esa oportunidad. Llorente iba a provocar un penalti sobre Gueye. Rakitic sería el encargado de materializarlo. El croata, con seguridad en el golpeo, iba a lograr engañar a Oblak, disparando a la dirección contraria a la que se tiró, sin embargo, el chut se estrelló de lleno con el palo, repeliendo el esférico. El Sevilla echaba al traste su mejor oportunidad de volver a meterse en el partido. Los colchoneros, después del susto, tenían más ganas de nunca de cerrar definitvamente el partido.

Griezmann picó un balón delicatessen que le llegaría a Morata en el área, que disparó a bocajarro a Bono, pero el marroquí logró taponarlo. No obstante, el rechace inmediato cayó en las botas de Morata, que solo tuvo que controlar hacia la portería y enchufar el cuero. Celebraba con rabia el madrileño, sabía de la importancia de seguir manteniendo los galones del equipo después del doblete de Memphis y después de más de un mes sin marcar. Manita de los del Cholo, los rojiblancos estaban haciendo un partido soberbio explotando al máximo las debilidades del Sevilla.

Para empeorar la situación de los de Nervión, Gueye vio cómo era expulsado por una entrada sobre Mario Hermoso. Los de Sampaoli, totalmente superados, se encontraban con 10 y con un 5-1 en el marcador, a falta de 10 minutos y el descuento de que acabara. Parecía que los colchoneros no iban a hacer más sangre, pero en los últimos minutos fueron animándose ante la vulnerabilidad del Sevilla, que apenas llegaban a tres cuartos del campo local en su mejor ocasión.

Parecía que no iba a llegar, pero finalmente llegó la puntilla, el último juego del set del tenista rojiblanco. Morata marcaba su doblete particular amagando y después batiendo con un zurdazo al pobre Bono. Final del partido con las mejores sensaciones posibles para los del Cholo: se quitaban temporalmente la presión del Betis y la Real en la tercera posición, que recuperaban con honores. Confiando todas sus armas al contrataque, los colchoneros llegaron muchas veces a la portería, y cada vez hacían más sangre. Por otro lado, al Sevilla hoy le salió todo cruz: fallaron el penalti, Suso falló un 3-2 que les habría metido de nuevo en el partido y no supieron defender las ofensivas rojiblancas.

En resumen, los atléticos habían jugado como un campeón de un Grand Slam de las situaciones complicadas, mientras que los sevillistas solo eran unos debutantes en salvar una temporada que cada vez se complicaba más. Y aunque ganaran el tercer juego, el campeón sacó sus galones y le desplumó en el resto del set.

La moral de los nervionenses ha quedado muy dañada, y aun peor es la papeleta de Samapoli, que tendrá que convencer que sigue siendo el ideal para sacar a los andaluces del embrollo. Será una semana difícil en Sevilla, además de que no logran huir del pozo del descenso, que una semana más está a solo 1 punto (y con varios partidos por disputar). Los blanquirrojos están jugando con el descenso, y lo último que necesitaban era un partido así. Tienen tiempo de sobra de solucionarlo, pero no es una locura decir hoy que el Sevilla podría jugar en Segunda División la próxima temporada.