«Kilómetro 0»: El Gimnàstic cuaja un gran partido ante una Real Sociedad confusa
El equipo grana, ahora liderado por Daniel Vidal, demostró cambios y ganas de salvar los muebles esta temporada. Su gran actuación defensiva desorientó a la 'Reala', que se deshizo por momentos
Previa: Hacer los deberes
Otro día más en el Nou Estadi, pero un partido completamente diferente para el Gimnàstic.
Los locales, tras caer estrepitosamente el anterior fin de semana ante el líder (0-4), recibían hoy otra oportunidad en este campeonato para remontar su situación y demostrar por lo que realmente pelea.
Ahora, con Daniel Vidal al mando, un hombre de la casa con experiencia y conocimiento del ambiente, los ‘grana’ no podían dejar escapar el tren del Grupo II, y mucho menos, coger por error un exprés al descenso.
Con el equipo casi al completo, Vidal contaría con el soporte de una afición muy decepcionada, pero con ganas de encarar esta nueva etapa que se presentaba dificultosa.
Muy diferente era la situación para los de San Sebastián, que llegaban como terceros y con un planteamiento muy claro para seguir sumando y presionando al CD Eldense y al CD Castellón.
El conjunto dirigido por Sergio Francisco acumulaba un bote de 9 partidos consecutivos invictos y, sin duda, tenía la intención de continuar con la buena dinámica de un equipo que apunta a Segunda División.
El antecedente nos llevó a un 0-0 en el campo de los ‘txuri-urdines’, pero el partido de hoy en el Nou Estadi planteaba nuevos problemas y diferentes soluciones para dos equipos que deben hacer sus deberes.
Primera parte: Presión y polémica
Dio inicio el encuentro con un Nàstic muy enchufado y rabioso, dejando una muestra de las ganas de cambio con las que afrontaban el encuentro.
A los dos minutos, Marc Fernández dio el susto desde prácticamente medio campo tras observar la mala posición de Marrero, pero el balón se desvió levemente.
Aunque tan solo dos minutos después, Guillermo Fernández abrió el marcador después de una gran jugada colectiva de los ‘grana’. Su cabezazo, imparable para el guardameta vasco, animó como nunca a una afición que, tras varias jornadas, por fin consiguió cantar un gol.
En los primeros minutos del encuentro, la ‘Reala’ no pudo hacer más que soportar la presión local, aunque las fuerzas comenzaron a fallar pasado el cuarto de hora.
Los de Daniel Vidal plantearon un juego centrado en los contraataques y en coger desprevenidos a los vascos, convirtiéndose el partido en un reparto del dominio constante.
Los blanquiazules, hoy de negro, consiguieron una oportunidad en una apertura de la defensa y Ander Martín colocó el balón al palo derecho. A pesar de esto, Manu García resolvió con contundencia todo lo que llegó.
Poco después, Pablo Marín generaba una doble ocasión que la defensa también resolvió eficazmente, aunque el Nàstic comenzó a ver como su área se inundaba constantemente con jugadores ‘txuri-urdines’.
Tras muchas llegadas rivales, el goleador, Guillermo, conseguía una gran oportunidad tras un pase infiltrado de Montalvo, pero el balón se estrelló en el palo de Marrero, dejando a la afición con la miel en los labios.
El partido se ensució durante unos instantes tras una dura falta de Jon Maguna sobre Pol Domingo, pues el árbitro perdonó la tarjeta y el equipo ‘grana’ protestó intensamente. El lateral derecho tarragonés tuvo que dejar el partido tras una gran contusión en la cabeza y el público no perdonó la acción.
Aun así, el Gimnàstic pareció remontar un bache del que en partidos anteriores, no hubiese salido. Volvió a presionar sobre el conjunto vasco y los encerró en su campo tras varias internadas por banda.
Minutos después, Pérez Hernández no pitó un penalti muy dudoso sobre el área de la Real y, sin perder tiempo, Marc Fernández siguió la acción. Se deshizo de Jonathan Gómez y, tras un centro, el ariete local rozó el balón con el pelo, asustando al guardameta y lamentándose por su segundo fallo.
Antes de finalizar la primera mitad, la polémica volvió a aparecer con un agarrón claro de Urko a Marc Trilles, que caía desequilibrado. El público, acompañante en la presión del equipo local, se convirtió en una caldera que, momentáneamente, aguantó a una Real Sociedad ‘B’ poco acertada.
Segunda parte: Devoción ‘grana’ y frustración ‘txuri-urdin’
La segunda mitad comenzó con la ‘Reala’ intentando darle la vuelta a la tortilla. Llegaron en dos ocasiones y, aunque sin acierto, le dieron trabajo a Manu García durante unos minutos.
Pablo Marín, el canterano dorado de los ‘txuri-urdines’, demostró con varias ocasiones el talento individual que posee y desmontó la defensa ‘grana’ por momentos, aunque, de nuevo, nadie entre los vascos estuvo acertado de cara a portería.
Los ‘tarraconenses’ comenzaron a dar de qué hablar a los quince minutos. Tirlea protagonizó una muy buena jugada individual para ceder la ocasión a Robert, que realizaba el primer disparo de la segunda mitad, aunque sin causar problemas.
El que sí consiguió sacar de sus casillas a la defensa rival fue Aaron Rey, que con su regateo sacó petróleo dentro del área, provocando un penalti muy valioso.
Y fue el capitán, Joan Oriol, quien concedería la pena máxima y este, con la responsabilidad sobre sus hombros, puso el 2-0.
De esta manera, mantuvo el ritmo el Nàstic ante toda una Real Sociedad, después de muchas jornadas sin ser competitivo.
Aaron Rey y Tirlea desmoronaron la banda derecha de Ezkurdia. Y en defensa, ninguno de los titulares dejó dudas y se mostraron férreos prácticamente en todo momento.
De nuevo, como en la primera parte, el partido se convirtió en un cúmulo de idas y venidas de ambos equipos.
El Gimnàstic, con ambición y los nervios a flor de piel, aguantaba el resultado e intentaba revolucionar el partido a través de las bandas. La ‘Reala’, obligada a jugar por fuera debido a la gran defensa local, se acercaba con pasos muy pequeños, aunque sin poder hacer nada ante un equipo muy comprometido.
Los últimos minutos del encuentro resultaron una exhibición defensiva de los locales en los últimos metros. Muy pocos balones llegaron a portería y, si lo hacían, Manu García estuvo acertado. Solo Pablo Marín consiguió generar peligro real con un tiro a puerta, pero no hubo suerte.
El encuentro terminó sin más novedades, aunque con un Nàstic mucho más motivado gracias a sus grandes labores defensivas en los últimos instantes.
Los de San Sebastián, frustrados por un partido muy alborotado, no dejaron rastro de la positividad que se reflejó en encuentros anteriores y se vieron forzados a plantear un juego que les resultó muy incómodo.
Conclusiones: Reflexiones desde la clasificación
Ahora sí, tras dos entrenadores y varias jornadas de sufrimiento, el Gimnàstic de Tarragona volvía a sumar en su templo, donde hacía más de dos meses que no se acababan de encontrar.
La portaría a cero y los dos goles en el marcador reflejaban lo que fuer el encuentro, un gran partido en el ámbito defensivo de los locales, que no dejaron pasar nada de lo que se les puso por delante. Joan Oriol, el capitán, por fin se hizo cargo de su brazalete y concluyó un gran partido, conjuntamente con el resto del equipo, que muy probablemente esté viendo la luz al final del túnel.
La Real Sociedad ‘B’, en cambio, se hundió en un pozo (poco profundo) de donde deberán salir para mantener el Play-Off. Para los vascos, solo queda reflexionar sobre sus errores y echar la vista atrás para observar que, el partido de hoy, ha sido una desorientación.
Este partido revoluciona la liga en muchos sentidos, y las próximas semanas serán vitales para todos los equipos del Grupo II.