El Sevilla resiste y pasa a cuartos
El Sevilla apretó los dientes en Estambul y cayó por la mínima ante el Fenerbahçe, marcador insuficiente para los turcos que mete a los nervionenses entre los ocho candidatos finales a la Europa League
Otra derrota con sabor dulce en Europa tras el sufrimiento, gracias al buen trabajo en Nervión que permitió llevar a Turquía dos goles de ventaja. No era un marcador definitivo ese 2-0, pero pese a sufrir durante más de medio partido tras el tanto de penalti de Enner Valencia, el Sevilla FC supo llevar a buen puerto la eliminatoria y superar al Fenerbahçe, que no supo cómo igualar al menos la eliminatoria, algo que sí lograse en aquel cruce de Champions en 2008 pero que los de Sampaoli le han negado esta vez. El Sevilla FC accede por séptima vez en su historia a estas instancias de la competición, en la que la Real Sociedad aún aspira a remontar frente a la Roma y acompañarle como únicos representantes del fútbol español en el torneo.
Habló Monchi en la previa que esperaba un Sevilla parecido al que se vio en gran parte del partido en Eindhoven y lo cierto es que se vio ese equipo capaz de contener, buscando espacios y sin ceder ocasiones en el primer tramo de encuentro. Y eso que el Fenerbahçe, como no podía ser de otra manera, intentó a intentar encimar y acortar la desventaja en la eliminatoria lo antes posible. Lo intentó Batshuayi en un disparo que no encontró portería justo antes de que el belga tuviera que abandonar el terreno de juego lesionado. Poco a poco el Sevilla fue sacudiéndose ese empuje a base de buscar la espalda a los turcos. Antes del cuarto de hora, Rakitic probó, de hecho, a Altay, aunque el lanzamiento, demasiado lejano, fue atrapado con tranquilidad por el meta.
Hubo que esperar 33 minutos para que los locales tuvieran la primera entre palos, con un intento de vaselina de Yüksek desde la frontal que no cogió desprevenido a un atento Dmitrovic. Y aunque a los puntos y por la necesidad el partido estaba levemente inclinado hacia los otomanos, no era suficiente para merecer el desequilibrio en el marcador, algo que llegó en una acción muy desafortunada. A siete para el descanso, centro lateral de Kadioglu y mano de Telles, que revisada en el VAR no admitió dudas para Michael Oliver. Valencia engañó a Dmitrovic y puso el 1-0, que pudieron ser dos en la jugada siguiente si un zaguero sevillista no llega a rebañar cuando el ecuatoriano volvía a estar mano a mano con el cancerbero. En todo ese río revuelto se llegó al descanso, con un escenario muy diferente al que habrían deseado los de Sampaoli.
No le quedaba otra a los de Jorge Jesús que irse arriba en busca del tanto que igualara la eliminatoria. Así, acumularon ocasiones de cierto peligro en el arranque, como un tiro que empaló Güler fuera, un acrobático remate de King que se fue alto o un peligrosísimo disparo de Valencia que salió rozando el palo. Por desgracia, como en Eindhoven, tocó volver a parar por un incidente de público, esta vez el impacto de uno de los muchos objetos que lanzaron a Dmitrovic, que tuvo que ser atendido. Pero al contrario que en la eliminatoria anterior, el parón pareció perjudicar a los de casa, que perdieron esa inercia en busca del segundo. Sampaoli reaccionó, retirando a un exigido En-Nesyri y dando entrada a Lamela, Ocampos y Suso buscando la contra.
Acuña tuvo una muy clara que Altay le sacó a córner y Valencia dio un último servicio con un disparo junto al palo que le sacó bien Dmitrovic. El final se acercaba y el Sevilla pudo sentenciar con un penalti muy protestado sobre Suso, que el VAR chequeó pero que esta vez no fue señalado. Hasta nueve minutos alargó el colegiado tras el 90, pero por suerte, lo más peligroso fue una falta botada por Lamela junto al poste que Altay sacó con reflejos. Final, mucha alegría por la resistencia de un equipo necesitado de estas sensaciones y presencia este viernes, a las 13.00 horas, en el sorteo de los cuartos de final en Nyon. Toca seguir peleando, pese a la dificultad, en la competición del Sevilla FC.
