Cuando Sergio Gabriel Martínez decidió dedicarse al deporte más duro que existe, seguro que nadie le explicó que esto iba sólo de ganar. Eso nunca te lo explican cuando eres apenas un zagal, con la sangre en los ojos, y con la única meta de aprender y disfrutar de lo que más te gusta. Ningún niño o niña que se inicie en un deporte, lo hace pensando en ningún tipo de gloria, triunfo o fama. Eso, por desgracia, viene después. Y a Sergio, seguramente el día que empezó a destacar, se le empezaron a acercar los, mal llamados, mánager -ya sabemos que los deportistas tienen fecha de caducidad, pero esos mánager son eternos-.
Y, casi con total seguridad, el bueno de Sergio a partir del día en que conoció a uno de estos tipos con chaqueta y corbata, ya no volvió a ser el mismo. Pues al joven porteño ya le inculcaron que tenía que ser un ganador. Qué él lo valía. Y, como a tantos deportistas de élite, no lo prepararon para la derrota. Esa palabra no entra nunca dentro del vocabulario de un entrenador y, menos aún, de un mánager que traduce triunfos en billetes. Y así empezó una brillante carrera, como tantas otras, llena de victorias y días de gloria. Porque Sergio era bueno de verdad. Hasta que un día, el menos pensado, llega algo para lo que no estás preparado. La derrota y la caída.
Y en esas derrotas y en esa caída libre se encuentra el conjunto que juega como anfitrión mañana, en jornada matutina, en el Cívitas Nuevo Vivero. Con 8 jornadas seguidas sin ganar y metido de lleno en el descenso directo a Segunda Federación. Y, como les decíamos al principio, las derrotas no las quiere nadie y todo el mundo huye de ellas como de la peste. Pues todos los afectados: afición, equipo y, finalmente, club señalan al derrotado e intentan desprenderse de él lo antes posible. Y es lo que ha motivado, como ha pasado y pasará cientos de veces, que cesen al «culpable» de sus derrotas, su entrenador. Por lo que el bueno de José María Salmerón -creo honestamente que bueno en el sentido amplio de la palabra, como persona y como entrenador-, ha hecho sus maletas y ha tenido que abandonar su ilusionante proyecto.
Y a rey muerto, rey puesto. En el fútbol nunca hay tiempo para detenerse. Y el equipo de la capital del Guadiana presentaba este jueves a su nuevo entrenador, el granadino David Tenorio. Y con él al mando, los blanquinegros buscarán huir de la derrota y del descenso y acercarse a la victoria y a la salvación. Para el partido de mañana el recién llegado entrenador, comentaba que poco puede cambiar tácticamente en el equipo. Estando a apenas 48 horas del vital choque de mañana. Por lo que va a centrarse en lo emocional y en la motivación de sus nuevos jugadores. Tenorio, argumentaba ayer en su presentación que, a pesar de la delicada situación del equipo, ve a un vestuario con muchas ganas, muy unido y con capacidad para revertir esta situación tan comprometida.
En cualquier caso, el conjunto blanquinegro deberá mejorar y mucho, si quiere empezar a sumar de 3 en 3 en los próximos partidos. Y empezar a ganar será la única forma y manera de salvarse. Ya no valen los empates, viendo como están respondiendo el resto de equipos que están luchando por no descender. Quizás el técnico granadino deberá ser un poco más valiente e ir a por los rivales y a por los partidos. Todos los que conocemos un poco al CD Badajoz, sabemos que eso se hace imprescindible especialmente en los partidos en casa. Cualquier equipo que haya visitado el Nuevo Vivero, es sabedor de como aprieta la afición de los «lobos». Y que es un público que gana puntos. Y por todo esto empieza a pasar mañana la salvación de los pacenses. Comunión entre afición y equipo y luchar a muerte cada partido. Y más ahora que empieza a jugar con equipos de su liga, donde se juegan más de 3 puntos.
Como su rival de mañana, Unionistas de Salamanca. Un equipo que también ha tenido que luchar por eludir el descenso. Pero que, al contrario de su rival de mañana, sí está haciendo y muy bien los deberes. Pues viene de conseguir 3 victorias seguidas -con lo difícil que es conseguir esto en esta categoría tan igualada-. Y, además, viene de conseguirlo ante rivales directos como: Sanse, San Fernando y La Balona. Ganándole a sus rivales directos mucho más que 3 puntos y superando a los 3 en la clasificación. Y eso que venía de 3 derrotas seguidas, antes de este resurgir en la liga, del conjunto de la muy culta, docta y sabia ciudad de Salamanca. Esto es cambiar una dinámica y darle un giro de 180 grados. Lo demás es tontería.
Esto no lo ha conseguido únicamente por el buen hacer de su entrenador, el valenciano, Dani Ponz. Qué también. Sino gracias a un conjunto de cosas que hacen muy peculiar a Unionistas. Es un club diferente a cualquier otro de la categoría. Pues para empezar pertenece a sus socios, que son los accionistas del club. Con toda la emotividad que ello trae consigo. Es un club capaz de desplazar a muchos aficionados a partidos fuera de casa. Capaz de competir en eso con los grandes de la categoría, como Depor o Córdoba. Todo eso unido a un equipo sin grandes estrellas, pero sí muy compensado. Con jugadores destacados como su goleador, Raúl Beneit. O la clase de su jugador Losada, un gran pasador y también rematador. Y, como no, de su jugador más carismático y el alma de este equipo, su capitán Nespral.
Pues con todo eso se presentarán mañana en el Nuevo Vivero de Badajoz, tanto pacenses como salmantinos. Huyendo de la derrota y buscando la victoria. A la postre es lo único que les va a salvar. Parece, una vez más, que en el deporte como en el vida sólo vale ganar. Como le pasó al deportista de élite del que les hablaba al principio. ¿Recuerdan? Que no es otro que el extraordinario boxeador bonaerense, «Maravilla» Martínez. El bueno de Sergio luchó en 62 combates y únicamente perdió dos en su carrera. Uno por KO. No me negarán que fue una trayectoria y una carrera inmaculada. Cuando le preguntaron horas después de caer por primera vez a la lona contestó: «el día que gané el título por primera vez, tenía en mi móvil 1060 llamadas. El día que perdí, tenía 4 llamadas: una de un desconocido y 3 llamadas de mi madre». Sin palabras. Y es que ya saben: «la victoria tiene cien padres, pero la derrota es huérfana».
Ficha técnica | |
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Posible XI del CD Badajoz: Kike Royo, Calderón, Josete, Borja García (C), Calderón, Mancuso, Raúl Palma, Alfaro, Adilson, David Soto y Santamaría. | |
Posible XI Unionistas: Salva de la Cruz, Jon Rojo, Ramiro, Unai Veiga, Óscar Sanz, Losada, Nespral(C), Juampa, Blázquez, Antonio Leal, Iván Chapela, | |
Árbitro: Carlos Fernández Buergo, comité territorial asturiano. | |
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo novena jornada del grupo I de la Primera Federación, a disputar en el Estadio Cívitas Nuevo Vivero. |