Muriqi consigue un punto en el último minuto de penalti

Valladolid y Mallorca empataron este domingo 3-3 en un partido muy igualado que los locales empezaron a dominar gracias al gol de Kike en la primera parte, pero que fue remontado por el conjunto de Aguirre y que volvió a ser revertido el resultado a favor de los blanquivioletas. Finalmente un penalti del kosovar Vedat Muriqi en el 94′ puso el empate en el marcador.

Ambos equipos comenzaron el partido con respeto sabían que era un partido importante y lo único que se podía considerar peligroso cuando los locales tenían el balón eran tanto Fresneda como Lucas Rosa. De hecho, el verdadero peligro vino de la mano de Amath, que falló su remate en su primera llegada al cuarto vallisoletano, se fue desviado y en el segundo palo encontró a Masip, que impidió el primer gol del mallorquín.

Masip estaba siendo el mejor del partido

El portero del Real Valladolid también fue protagonista de otra buena acción ante Amath, ya que se quitó el balón de los pies y detuvo su llegada solo al área pequeña.

Kike Pérez adelantó al conjunto de Pezzolano

Con el Mallorca con más mordiente ofensivo y poniéndose peligroso con el balón, el Real Valladolid logró una buena acción combinada, iniciada por Roque Mesa y que finalizó tras un pase de Lucas Rosa en las botas de Kike Pérez, que pegó un gran disparo para conseguir el primer gol en el José Zorrilla. Disparo imparable que iba con una violencia tremenda en el que no pudo hacer nada Rajkovic.

El Mallorca remontaría el encuentro

Tras la primera parte el Mallorca reaccionó rápido y tras un buen centro de Maffeo, Muriqi remató con las testa para poner el empate.

No sólo fue una inyección para el conjunto mallorquín, sino que sumó confianza, que confirmó con otro gol tras un rechace de falta de Lee Kang In, que Morlanes enganchó, sorprendiendo a Masip.

Los encontró de inmediato ya que dos de los jugadores que salieron al campo intervinieron en el partido que derivó en el empate local.

Iván Sánchez salvó un balón que se perdería en la línea de fondo para encontrar finalmente a Amallah, que marcó con un potente disparo sin que Rajkovic pudiera hacer nada al respecto.

El Pucela no se vino abajo 

A partir de ese momento, el Real Valladolid empezó a poner cerco al territorio contrario. Tuvo la posesión y quiso capitalizarla ante el Mallorca, que se vio desbordado por ese empuje blanquivioleta, aunque Muniqi siguió demostrando su peligrosidad en cada toque.

Pero no hubo forma de frenar la intensidad del equipo local, que con la entrada de Kenedy y Monchu, artífices del tercer gol del Real Valladolid, levantó con un centro de Kenedy y un cabezazo imponente de De Monchu, que puso más leña a la afición desde su asientos.

En este caso, la mano de Larin en el área de penalti derivó en penalti, que el árbitro señaló tras consultar al VAR encargado de convertir a Muriqi en el 3-3 definitivo, al no haberse agotado los cinco minutos de la prórroga.