Nàstic de Tarragona | 1 | 1 | Osasuna Promesas |
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Previa: La oportunidad cae del cielo
Un ‘runrún’ recorrió toda la ciudad de Tarragona antes de iniciar el encuentro, con la clasificación del Grupo II como protagonista. Los de arriba (Murcia, Real Sociedad ‘B’ y, al momento, de iniciar el encuentro, CD Castellón) cayeron ante sus respectivos rivales, y Nàstic y Osasuna no tardaron mucho en hacerse eco de la oportunidad que hoy encontraban en el Nou Estadi.
Los chicos de Dani Vidal y de Santi Castillejo se jugaban hoy la vida por unos tres puntos fundamentales para escalar posiciones y continuar con sus dinámicas. Ambos se plantaron en un buen momento de forma que decidiría quién se consolidaba en esta liga como otro de los candidatos a clasificarse al ‘Play-Off’.
El Gimnàstic, afrontaba la oportunidad tras dos buenas victorias y dos empates sufridos que dejaron una estampa positiva, llamando a su afición para caldear el ambiente y sumar de tres para posicionarse octavos.
Por parte de los navarros, la lucha también seguía en pie para colarse entre los siete primeros y reivindicarse. El 5-1 al Intercity la jornada anterior no fue casualidad, y el circo romano de los ‘granas’ era el escenario perfecto para continuar la racha.
Ambos tenían en mente plantear un partido más ofensivo de lo habitual, con los ‘rojillos’ mostrando los dientes con un Eneko ‘on fire’, y con el Nàstic formando una piña para remontar la dura situación de la que provenían estos meses.
Sin duda, el partido prometía espectáculo y compromiso por ambas partes, y así lo esperaban ambas aficiones.
Primera parte: Esperar vale la pena
El partido prometió verticalidad, y así fue. El Osasuna convirtió los primeros minutos del partido en un juego directo constante con Diego Moreno como protagonista, llegando al área en dos ocasiones peligrosas con Pau Martínez y Jony Como protagonistas.
El Nàstic probó de iniciar con un buen juego combinativo opacado por el buen planteamiento defensivo de Osasuna Promesas, que no dejó pasar balones ni por el interior, ni por los carriles.
El partido comenzó a abrirse sobre el minuto 10, con las acciones más repartidas y un Nàstic más acertado en sus decisiones. Marc Fernández y Aaron Rey generaron las primeras ocasiones, aunque ninguna acabó en remate.
Los ‘granas’ se sirvieron de un mal momento de Osasuna para desatascar las bandas que, por fin, se convirtieron en el principal eje de ataque de los locales. Los mismos protagonistas, Aaron y Marc, fueron los más activos y revolucionaron el gallinero con un Marc Montalvo muy enchufado y un Joan Oriol vital en los primeros minutos.
Las recuperaciones fueron constantes y la afición se animó, aunque no hubo un momento de descanso, pues momentos después Iker Muñoz asusto rozando el travesaño tras un córner.
Ambas defensas se mostraron con un nivel muy serio durante los primeros 30 minutos y el choque se convirtió en una auténtica pelea por cada balón. Todos los aspectos estuvieron muy bien cubiertos y, prácticamente, no hubo un dominador claro.
Santi Castillejo encontró soluciones con Jony y Kako y Eneko saltando constantemente a la presión, pero los ‘granas’ también estuvieron acertados manteniendo a Joan Oriol en funciones más ofensivas.
El partido fue una lucha constante en lo físico y en lo táctico que dejó buen sabor de boca a todos los aficionados, que a cinco minutos de finalizar la primera parte, aún tenían esperanzas.
Marc Fernández decidió mal tras deshacerse de dos defensores y puso un centro que se envenenó, pero que resultó algo confuso. Y en el córner resultante, llegó el éxtasis: Guillermo recogió un balón rechazado de los pies de Lupu y remató ajustándola al palo para irse con ventaja al descanso.
Momentáneamente, vibró la afición, y la segunda parte prometía más.
Segunda parte: Turrón duro
Los siguientes 45′ no se hicieron esperar. Ninguno de los dos equipos bajó la guardia, y en los primeros cinco minutos, ya tuvimos ocasiones.
Un rechace muy peligroso cayó muerto en el centro del área ‘grana’, y tras varios tropiezos de los navarros y errores locales, la suerte sonrió a Manu García.
El partido se puso de cara para el Gimnàstic, que ejerció una muy buena presión sobre la zaga de Pamplona. La entrada de piernas frescas resultó eficaz y generó varias ocasiones protagonizadas por Guillermo.
Osasuna no acabó de encontrarse y la solución de la primera parte (Jony) dejó de serlo. Los ‘rojillos’ también estuvieron necesitados de sangre fresca y, tras un «trasplante», enfriaron al Nou Estadi con un gol de Barbero de cabeza inesperado.
El partido representó en su totalidad al «futbol de barro». Ese que, de repente, te apuñala cuando no te lo esperas y te genera la necesidad de remontar. El partido volvió a ser un conjunto de idas y venidas
El asturiano, Pablo Fernández, toco madera tras una jugada a balón parado por cortesía de Joan Oriol y calentó el partido. Sin duda, el espectáculo estuvo servido.
Aunque el futbol no sonríe a todos. Robert Simón entró de cambio y, a los dos minutos, tuvo que abandonar el terreno de juego tras una mala entrada.
Tras esto, el Nàstic debió mantenerse implacable, pues Osasuna estuvo muy atento a los repetitivos errores y, de la misma manera que con el 1-1, cualquier jugada resultó peligrosa.
Barbero, el autor del primer gol, remató desde la frontal del área ajustando al palo de Manu, que paró fácilmente. La frustración era notable y siguiente jugada ya no fue a las manos, sino al palo izquierdo del meta.
El portero sevillano estuvo muy solicitado en los minutos finales, pues los de Castillejo emprendieron la estrategia de los centros contantes, dando faena a toda la defensa y a permanecer con una concentración máxima.
El físico pasó factura a pocos minutos de finalizar. Ni los ‘grana’ tenían capacidad de arrancar con la misma intensidad, ni los navarros presionaban fuera de su campo. Ambos parecieron conformarse (más Osasuna que Nàstic) con el punto, aunque los locales tuvieron la última palabra con una falta desde el medio del campo.
Nada más allá de eso se vio en el Nou Estadi, que a pesar de dejar un buen espectáculo en la primera parte, se endureció como el turrón en la segunda.
Conclusión: Una de cal y otra de arena
A pesar del dinamismo ofrecido en la primera mitad, la segunda se espesó hasta el punto de no parecer acabarse. El juego se repartió de tal manera que no hubo ningún dominio claro a lo largo de los últimos 45 minutos, y solamente lo pareció debido a la euforia local por tener opciones de ‘Play-Offs’.
Osasuna Promesas, que sí mantiene sus esperanzas, consideró el punto un buen resultado, pues el físico no les permitió reaccionar en ciertos momentos del encuentro, cuando más lo necesitaban.
De la misma manera pasó con el Gimnàstic, que no encontró las llaves para abrirle la puerta a un final de temporada emocionante y, ahora, deberá contentarse con la media tabla (pasando apuros para no rozar el descenso).
Las siguientes jornadas en el Nou Estadi resultarán insuficientes, pero partidos como este también deben jugarse.
Ficha técnica | |
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Gimnàstic de Tarragona: Manu García; Joan Oriol, Èric Montes Arce, Marc Trilles, Álex Tirlea; Ander Gorostidi (Pedro Del Campo, min. 72), Marc Montalvo, Marc Fernández (Robert Simón, min. 69. Marc Álvarez, min. 72), Aaron Rey, Guillermo Fernández; Andrei Lupu (Pablo Fernández, min. 54) | |
Osasuna Promesas: Yoel Ramírez; Diego Moreno, Unai Dufur, Herrando, Marc Linares; Eneko, Iker Muñoz, Kako Sanz (Xabi Huarte, min. 60), Iker Benito (Ander Yoldi, min. 75); Jony (Osambela, min. 60), Pau Martínez (Barbero, min. 60). | |
Goles: 1-0, Guillermo Fernández (min. 44), 1-1, Barbero (min. 61). | |
Árbitro: Ramo Andrés, del comité arbitral aragonés. Amonestó a Aaron Rey (Amarilla/min. 82), Álex Tirlea (Amarilla/min. 83) por parte del Gimnàstic de Tarragona. Y a Diego Moreno (Amarilla/min. 68) por parte de Osasuna Promesas. | |
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de Primera Federación disputado en el Nou Estadi Costa Daurada, Tarragona. |