Aunque el foco del Real Sporting, al menos de puertas para afuera, es sumar los máximos puntos posibles en los seis duelos que le restan para concluir la temporada, es inevitable mirar a futuro. Es algo que su propio entrenador, Miguel Ángel Ramírez ha indicado en más de una comparecencia pública. De ahí que aunque no quiera exponer a la luz pública, la planificación del Sporting de la 2023/2024 está más que arrancada. Y uno de los puntos sobre el que tendrá que tomar una decisión el club gijonés es sobre el futuro de Pablo García Carrasco (Gijón, 5 de junio del 2000).
El lateral zurdo está cedido este curso en el Alcorcón. Su campaña es notable, siendo, sin alcanzar el estatus de titular indiscutible, una pieza importante. Ante el retorno de Cote en verano a Gijón, el consenso entre club y jugador fue salir cedido y con varias opciones sobre la mesa, el gijonés eligió al cuadro alfarero. Una cesión sin otras contraprestaciones ni cláusulas, dado que con contrato hasta el 30 de junio de 2025, ambas partes entendían que disponer de continuidad y minutos era lo mejor.
Clubes como el Mirandés o la Ponferradina le siguen
En caso de que el cuadro rojiblanco decida que vuelva a salir, temporal o definitivamente, su temporada en el Alcorcón no ha pasado desapercibida. Esa polivalencia mostrada para actuar en cualquier posición de la banda izquierda y su rendimiento, con 6 goles y una asistencia en x partidos, han llamado la atención de equipos que a día de hoy son rivales en la categoría de plata del club con sus derechos a partir del 30 de junio. Son los casos de Mirandés y Ponferradina, quienes siguen de cerca la evolución de los acontecimientos con el lateral gijonés.
La última palabra la tendrá el Sporting y por supuesto el jugador. Pero lo que ha quedado es que a Pablo García su campaña en Santo Domingo apunta a abrirle las puertas de LaLiga SmartBank de nuevo. Falta ver si será en su Gijón natal o en otro lugar.