Empate y polémica en Ipurúa

Los armeros salieron con todo en casa y Javi Muñoz ya avisó en los primeros minutos de juego con un lanzamiento que se marchó desviado de la portería de Cristian Álvarez. Los blanquillos (hoy en tonos amarillos y negros) respondieron rápidamente con una buena acción de Giuliano que repelió la defensa local. El ritmo estaba siendo frenético en Ipurúa y ahora serían los vascos los que lo intentasen, siendo Matheus Pereira con una ocasión desde el balcón del área.

El encuentro poco a poco comenzó a bajar el ritmo aunque las ocasiones no faltaban, sobre todo por parte de los azulgranas, teniendo que aparecer Cristian Álvarez para salvar a los suyos para despejar una nueva ocasión de Matheus Pereira. El Eibar estaba mejor, pero el Zaragoza golpeó primero y en un momento psicológico para romper los esquemas, justo en el añadido .Jair remachó una buena acción individual de Bebé y dejó tocado a los de Garitano.

Los armeros querían cambiar la dinámica del encuentro desde el primer minuto del segundo acto, y así lo demostró el doble cambio: Tejero y Vadillo entraron de refresco y los dos serían protagonitas por situaciones diametralmente opuestas. la segunda mitad no estaba siendo tan vistosa como la primera, siendo el Eibar el que llevaba la manija del encuentro, pero con una batería de tarjetas que comenzó con la roja directa de Vadillo tras la revisión en el monitor del colegiado del encuentro, ya que en un primer momento había mostrado amarilla por una dura entrada sobre un rival.

El Eibar no se rendía y tuvo premio: Tejero recogió el balón de Rios Reina y batió al guardameta visitante dejando el encuentro empatado a falta de quince minutos. Escribá no se lo pensó dos veces y realizó un triple cambio para el último tramo del encuentro. Sin embargo, el resultado no fue positivo, ya que a falta de 7 minutos para el ’90 se señalaría penalti a favor del Eibar. El VAR volvió a aparecer de nuevo en Ipurúa y Caparrós Hernández no vio pena máxima tras revisar las imágenes en la pantalla. El alto número de interrupciones nos dejó con 8 minutos de añadido que no supieron aprovechar ninguno de los dos conjuntos para llevarse el gato al agua.