La polémica marca un partido de salvación y condena
El arbitraje marca un partido en el que el filial amarillo logra la victoria que le da mucho aire y mete en problemas de nuevo a un Sporting muy perjuficado en varias acciones polémicas
Con mucha polémica y muchas acciones que todas ellas cayeron de su lado en un polémico arbitraje de Guzmán Mansilla, el filial ‘groguet’ da un paso clave hacia la permanencia. Una racha de seis encuentros sin ganar, con cuatro derrotas consecutivas, que cortó hoy frente al Sporting. El cuadro gijonés despachó un gris encuentro, pero se vio claramente perjudicado en acciones polémicas, que llueven sobre mojado, y que provocó un enfado muy grande en la expedición rojiblanca, que se ve, ahora, marcando el descenso.
El partido comenzó con mucho ritmo, con el equipo de Miguel Álvarez, queriendo mandar y el Sporting buscando transiciones. Apenas cumplidos siete minutos, el primer contratiempo para los rojiblancos llegó con la lesión de Insua. La primera ocasión sería visitante en una acción a balón parado que la zaga del Villarreal no acierta a despejar y Jeraldino con un remate raso no puede batir a un Iker Álvarez que se hizo salvador de su equipo. Poco a poco se veía al Sporting más cómodo en el terreno de juego, pero sin ser capaz de hilvanar peligro, algo que el Villarreal si creaba, aunque con cuentagotas.
Pasada la media hora, Álex Millán no acertó en un mano a mano con Cuéllar -en fuera de juego, lo que hubiese sido un gol anulado en caso de entrar-. Pero si le llegaría la fortuna al cuadro ‘groguet’ en una acción de mala fortuna rojiblanca. Un centro desde la derecha no llega Diego Sánchez a despejarlo por un inoportuno resbalón y el balón le llega a Collado, que estaba en claro fuera de juego, pero que ni se revisó, que lanza un potente chut que pega en el brazo de Marsà en su dirección a portería. Penalti, amarilla y 1-0 para los locales al transformar Ontiveros.
El Sporting salió fuerte en la segunda parte. Dominando y controlando el partido ante un Villarreal ‘B’ algo más retrasado y junto. Pero todo se le torcería en un mal control de Marsà, que pierde un balón, llega tarde y comete una falta que Guzmán Mansilla vio merecedora de una segunda amarilla para dejar al Sporting en inferioridad. Aun así, el cuadro rojiblanco no acusó esa inferioridad. Tenía más control del partido y no sufría apenas frente al cuadro amarillo, pero también le costaba mucho crear peligro. Juan Otero no llegó por muy poco a un centro de Cote en el 71′ para empatar.
La acción clave llegaría ya en el tramo final. De una clara mano de Tasende en un córner que no se señaló y que hubiese dado a los rojiblancos la opción de empatar, el filial monta una contra en el que la fortuna les vuelve a sonreír para que Sergio Carreira con un disparo que desvía un defensor de forma involuntaria ponga el 2-0 y sellar el partido y el triunfo. El Sporting reclamó la mano del lateral gallego, pero Guzmán Mansilla y Pérez Pallas en el VAR se dieron mus.
Aun así, el partido aún tendría para que el arbitraje se cebase más con los rojiblancos con dos acciones en el descuento. Primero con un plantillazo que el VAR no entra a señalar sobre Izquierdoz para señalar una manifiesta tarjeta roja y después con un gol de Djuka que no subió al marcador (y que hubiese dado el golaveraje particular ganado a los gijoneses) por señalar antes de tiempo que un balón, que no salió, había salido. En definitiva, un partido en el que todo le vino rodado al filial por parte del equipo arbitral para romper su racha en La Cerámica y pasar sus problemas clasificatorios al Sporting.
La próxima jornada llevará al filial ‘groguet’ a Las Palmas de Gran Canaria, donde el domingo 14 a las 21h (20h horario insular), visitará a la UD Las Palmas. Por su parte el Sporting volverá al Molinón donde recibirá al Real Oviedo en el segundo derbi asturiano de la temporada en busca de sellar la salvación. Será un día antes, el sábado 13 a las 16:15 horas.