El City lo deja todo para el Etihad ante un Real Madrid que mereció más
Los de Guardiola terminaron pidiendo la hora ante un Madrid que buscó llegar con ventaja para el partido de vuelta
Un año y cuatro días después, dos viejos conocidos volvían a verse las caras. Mismos protagonistas, mismo escenario: Real Madrid y Manchester City volvían a citarse en un partido para la historia, con un conjunto ingles sediento de venganza por vengarse de la traumática eliminación que sufrieron el año pasado en el feudo blanco, y un Real Madrid que quería volver a repetir la gesta, con el objetivo de meterse un año más en una nueva final de Champions League.
Un paso previo a la final en el que se citaban los dos claros favoritos del cuadro de las semifinales a levantar la Orejona, de la mano de un partido que prometía ser uno de esos encuentros que quedarían grabados para la historia. Un partido que se comenzó a jugar en la sala de prensa del Santiago Bernabéu, con un Carletto que se mostró comedido a la hora de hablar sobre las posibilidades blancas de alcanzar la final, y un Pep Guardiola que quiso quitar presión a los tuyos colgando al Madrid el cartel de favorito.
Y para este vibrante encuentro de ida, el Madrid tendría que afrontar la dura tarea de frenar a Erling Haaland sin el capitán general de su zaga, un Éder Militao que cumplía ciclo de tarjetas amarillas. Por su parte, el conjunto sky blue visitaba la capital española con otra baja importante: un Nathan Aké que se lesionó en el último encuentro liguero, creando un problema al técnico catalán en su lateral izquierdo.
El City domina, pero el Madrid golpea más fuerte
Todos estos eran ingredientes más que suficientes para esperar un auténtico partidazo en la competición de clubes más relevante. Y el encuentro comenzó como cabía esperar: con altas pulsaciones. Durante los primeros compases del encuentro, el conjunto blanco mordía en la presión, intentando dificultar la salida de balón de los de Pep Guardiola. El conjunto citizen, por su parte, intentaba calmar el ritmo del encuentro y bajar las pulsaciones de un Santiago Bernabéu que era una autentica caldera.
Y la tactica del conjunto ingles parecía funcionar, con largas posesiones que lograron disminuir el frenético ritmo de partido que imperó en los primeros minutos. Tal era el dominio, que la mayor parte del juego comenzaba a desempeñarse en los aledaños del área blanca. Y el primer disparo a puerta se lo apuntó un Kevin De Bruyne que golpeó desde la frontal del área con su pierna derecha, con un disparo que no tuvo excesiva complicación para Thibaut Courtois.
Lo intentaba a través de transiciones rápidas el conjunto blanco, pero los ingleses apenas cedían metros para que los extremos pudieran correr. La pelota seguía siendo de forma clara para el conjunto de Guardiola, y el siguiente en probar suerte fue Stones, con un golpeo lejano que tampoco logro incomodar al guardameta belga. Lo intentó por primera vez Haaland tras una transición ofensiva de los visitantes, pero la pelota también fue directa a los guantes de Courtois.
Lo intentaba al contragolpe el Madrid, que metía el miedo en el cuerpo por primera vez al City pasado el primer cuarto de hora con un balón produnfod de Rodrygo en busca de Karim Benzema, pero Ederson se adelantó al ariete galo por muy poco. Pasaban los minutos y el control del City sobre el esférico seguían siendo total, pero el respecto era el factor que imperaba entre ambos conjuntos, y ninguno de ellos parecía estar cerca de deshacer el empate.
Alcanzado el ecuador de la primera mitad, y tras un pase de Vinícius que a punto estuvo de encontrar a Benzema, el Bernabéu creció, y el conjunto blanco comenzó a igualar el dominio inglés a base de intensidad. El partido se detuvo durante unos minutos tras un encontronazo en el que Gündogan quedó aturdido sobre el césped. Y tras reanudarse el fútbol, ambos equipos volvieron a plantarse sobre el verde con las ideas claras.
Tras esta reanudación, los de Carletto parecían haber igualado las fuerzas, tomando las riendas del encuentro ante un City que no había encontrado una vía clara para hacer daño al conjunto blanco. Las salidas al contragolpe eran cada vez más claras, y los de Pep Guardiola sufría cuando el Madrid corría, ante un Bernabéu que se impregnaba de la intensidad de los suyos, mientras que los ingleses cometían error que al principio del partido no ocurrían.
Y el City sabe, o debería saber, que el Madrid no ofrece concesiones. Y tras una salida rápida que tuvo lugar tras una preciosa combinación entre Camavinga y Modric, el francés encontró a Vinícius en la zona de tres cuartos. El brasileño, con la verticalidad que caracteriza su futbol no dudo en encarar frente a la meta de su compatriota, y lanzo un latigazo desde la frontal del área ante el que nada pudo hacer el meta citizen, en una jugada que poso el 1-0 en el marcador.
El gol evidenció una realidad, y es que el Madrid volvió más plantado sobre el verde tras el parón por la lesión del capitán inglés. Un acontecimiento que no estaba en el guion escrito por un Guardiola que instaba a los suyos a recuperar el domino que reino durante la primera media hora de juego. Poco a poco, el City trataba de levantarse tras el derechazo inesperado del conjunto blanco.
Sin embargo, no trataba de traducirse en ocasiones claras, algo que se reflejó en un rifirrafe que subió las pulsaciones entre Grealish y Carvajal. La sangre, por suerte, no terminó por llegar al río, y tras los tres minutos ande prolongación, el colegiado portugués señaló el camino hacia los vestuarios, con un Madrid que se marchaba con ventaja tras la delicatessen de un Vinícius en estado de gracia.
Una segunda mitad con los papeles invertidos
El segundo acto comenzó con un guion parecido al primero, con un Manchester tratando de controlar la pelota y, por ende, también al Madrid. Sin embargo, para este momento del partido, el conjunto blanco ya había aprendido la lección, y ahora eran capaces de disputar la posesión al conjunto de Pep. Tal era así, que se atrevían incluso a retar al City en su terreno, y una gran jugada coral entre Benzema, Vinícius y Carvajal terminó con un golpeo del francés que se marchó alto por poco.
El conjunto inglés, a pesar de todo, se lo tomaba con calma, y seguía retando al Madrid a realizar una presión adelantada. Y cuando el conjunto blanco lo hizo, el City encontró una autopista para tener su primera ocasión clara, después de que De Bruyne se plantase totalmente solo en el área. Sin embargo, el belga se topó con el de siempre, su compatriota Courtois, que realizó uno de sus habituales milagros, salvando los muebles en una jugada que finalmente fue anulada.
Lo intentaba el City, ahora con más ahínco que en la primera mitad, pero la zaga blanca, especialmente en la pareja de centrales, mostraba una fiereza férrea. Además, conforme pasaban los minutos, la presencia ofensiva del conjunto blanco era cada vez mayor. Y una vez más, el Bernabéu ejercía el papel de jugador número 12.
Se sucedían las llegadas merengues, que al alcanzar la hora de juego, dominaba casi por completo el caudal ofensivo del encuentro, ante un City que no parecía encontrar el modo de detener la constantes acometidas. En una de esas llegadas, Fede Valverde reclamó un posible penalti después de que la pelota golpease en el brazo de Grealish dentro del área, pero el colegiado luso no consideró punible la jugada.
Pasaban los minutos y la sensación de peligro del conjunto blanco era constante, sin embargo, el segundo tanto no terminaba de llegar, ante un equipo que amenazaba al contragolpe, en un intercambio de papeles respecto a lo acontecido en la primera mitad. Y del mismo modo que sucedió en la primera mitad, ahora con papeles inversos, cuando el Madrid mejor estaba, el City golpeó. Un derechazo de De Bruyne desde la frontal del área fue suficiente para superar a Courtois y poner las tablas, en una acción que los blancos protestaron enérgicamente la posibilidad de que el balón hubiera saludo en la jugada previa.
Con el empate en el marcador, y a falta de aún 20 minutos para el final del encuentro, arrancaba un nuevo partido. Estaba por ver cómo reaccionaría el conjunto blanco tras recibir un gol durante sus mejores momentos. inmediatamente después del gol, fue Alaba quien lo intentó con un golpeo de falta directa, pero el cuero se marchó por encima del larguero.
No obstante, ya con las tablas en el marcador, el conjunto citizen trataba de dormir nuevamente el partido a través del control total del esférico. No obstante, el conjunto blanco no bajó los brazos y no paró de intentarlo, siendo nuevamente el que disponía de las mejores ocasiones. En una jugada a balón parado, a punto estuvo Benzema de volver a poner al Madrid por delante, pero se encontró con la mano salvadora de Ederson, que ahora salvaba a su equipo.
El conjunto inglés continuaba con la consigna de sobar el cuero hasta encontrar el hueco de camino a la meta blanca, aunque no parece tener una forma idónea para encontrarlo. Por su parte, el conjunto blanco parecía comenzar a acusar el cansancio derivado de los 80 minutos transcurridos.
Y es que conforme pasaban los minutos, era el Madrid el que más decidido parecía a desequilibrar la balanza de cara al encuentro de vuelta, mientras que el conjunto inglés parecía conformarse con el empate. Tal fue así, que fue el recién ingresado al terreno de juego Tchouaméni quien estuvo cerca de poner el segundo tras un golpeo duro desde la frontal, que nuevamente se topó con Ederson. Fue la última clara del partido, y es que el City dejó morir el partido ante un Madrid que buscó con más ahínco la victoria, en un auténtico partidazo que solo deja esperar otro nuevo gran choque en la vuelta.