El Real Madrid obra el milagro
El Real Madrid estará en la Final Four tras derrotar a Partizan Mozzart bet Belgrade y remontar 18 puntos de desventaja al son de Sergio Rodríguez.
El Real Madrid obra un nuevo milagro y estará en la Final Four tras remontar 18 puntos en el quinto y definitivo partido de los Playoffs de la Euroliga. Sergio Rodríguez cambió un partido que estaba perdido.
Una olla a presión. Eso es lo que buscaba el WiZink Center para el partido más importante, quizás, de la temporada. El foco iba a estar puesto en todos, jugadores, entrenadores y árbitros, visto lo visto en el segundo partido. Había mucho miedo a equivocarse. Mucha igualdad en un inicio de partido incierto en el que ambos equipos intentaban imponer su ritmo. Ligera ventaja de Partizán Mozzart bet Belgrade tras cinco minutos de partido en el 8-10.
Esperando a los protagonistas de ambos equipos, un nombre brillo con luz propia. Chus Mateo se sacó de la chistera el anti-Zach LeDay, con un gran rédito, pues mostró grandísimos minutos en el primer cuarto. Lo más destacado de un partido intenso que se estaba jugando a un ritmo muy lento. Las 15 faltas pitadas, lo más llamativo de unos primeros diez minutos que se escapaban con el 22-23 en el marcador.
La pelea del segundo partido parecía haber dejado huella. Los árbitros no querían ningún tipo de descontrol, y dejaron el listón de las faltas tan bajo que dejaba un quinto partido de los playoffs de la Turkish Airlines EuroLeague en un bronco espectáculo. En esas aguas de calma tensa, el zorro viejo siempre sabe remar a su favor, y ahí Zeljko Obradovic demostró sus guerras mundiales baloncestísticas disputadas. Kevin Punter apareció y estiró la renta de Partizán hasta el 30-37 a cinco minutos del descanso.
Sólo Punter, de todo el elenco de estrellas, parecía querer aparecer. Con Partizán minimizando el efecto Walter Tavares, castigado por faltas, el Real Madrid estaba con el agua al cuello. Las faltas tampoco ayudaban a los blancos, y de tiro libre en tiro libre de Mathias Lessort, los serbios acrecentaban la renta. El físico y la calidad anotadora de los pupilos de Obradovic ponían el 39-55 al descanso. Se esperaba a la épica en el WiZink Center.
Lo de Kevin Punter es un espectáculo; esa capacidad de anotar de tres es de élite europea. Ante un Madrid que parecía no haber vuelto de Belgrado, Partizán aumentaba su renta. Lo intentaba Dzanan Musa, echándose al equipo a la espalda. Pero no había manera. Los blancos se estrellaban contra sus errores y una frustración arbitral impropia. Pero era poca diferencia tras cinco minutos de juego (54-64).
El Real Madrid quería pero no podía. Ante un porcentaje de triples brutal del Partizán, poco podían hacer los blancos que tenían a Tavares en cuatro faltas y con Musa casi a la desesperada intentando remontar. Pero el ADN del Madrid es otra cosa. De estar 18 abajo a bajar de diez al final del tercer cuarto en el 69-76.
A Partizán le temblaban las canillas. Sobre todo con la irrupción en partido de Sergio Rodríguez. El base le dio el orden y los puntos que le faltaban al Real Madrid para remontar. Y unido al aliento del WiZink Center, el milagro llegó. A falta de 6:16, El Chacho puso el empate 81-81. El canario, jugando como si tuviese 20 años.
Kevin Punter no iba a dejar que el Real Madrid se llevase la victoria, y de nuevo siguió sumando puntos de todas las formas y colores para evitar que eso pasase. Chus Mateo se encomendó a la vieja guardia, teniendo a Sergio Rodríguez, Sergio Llull y Rudy Fernández, y funcionó. Al último minuto se llegaba con el 97-91 en el marcador. LeDay intentó con un triple dar vida a los suyos, unido a una pérdida de Adam Hanga, pero el oficio y el Madrid el I believe no estaba para sustos.
Un nuevo milagro sucedió en el WiZink Center. Cuando todos los daban por muertos, con 18 abajo en el último partido, el ADN del Real Madrid siempre prevalece. Una nueva Final Four para los chicos de Chus Mateo.