Luis López y Arribas cambian el rumbo del Castilla
Tras empezar por debajo en el marcador y haciendo un partido gris, un penalti parado por Luis López y la dinamita de Arribas dieron la vuelta al partido
Finalísima disputada entre el Real Madrid y el Eldense para empezar a decidir a quien le corresponde la gloria de militar en la categoría de plata del fútbol español. En las semifinales contra el Barcelona, el filial blanco demostró que la épica de las remontadas no es una exclusividad del primer equipo, y no estaban dispuestos a no culminar la hazaña.
Enfrente, un Eldense lleno de ilusiones ante la posibilidad de volver a Segunda 63 años después de su descenso en la temporada 59/60. En la pequeña localidad de Elda, en Alicante, pocos son los aficionados que vivieron la época más importante de su club.
El miedo a perder todo lo logrado durante esta temporada hizo acto de presencia en el terreno de juego, lo que se tradujo en una escasez significativa de ocasiones. Ambos equipos sabían que mientras quedasen otros 90 minutos a disputar en la vuelta, los riesgos a los que exponerse en este primer envite debían de ser mínimos.
Las posesiones se desarrollaban en el centro del campo y las llegadas brillaban por su ausencia. En la primera parte apenas hubo dos llegadas reseñables, aunque con eso basto para ver el tanto que estrenaba el electrónico.
La primera de las ocasiones la protagonizó Peter antes de llegar al cuarto de hora. Apareció en el área por la banda izquierda, recortó a su par y disparó sin fortuna buscando el palo largo. En la espera de que llegase el siguiente acercamiento el reloj consumió prácticamente todo su tiempo, y rodando el minuto 45 el Eldense golpeó su puño contra la mesa y contra todos los madridistas que se habían dado cita en el Alfredo Di Stéfano.
Con el 9 a la espalda Soberón abriría hacia el extremo izquierdo para conectar con Nieto, quien gracias a un grosero error de basculación de la defensa del Castilla tuvo tiempo más que suficiente de controlar y de armar un disparo que entró por donde parecía imposible para que los decibelios de ruido en la atmósfera solo los aportaran los jugadores y cuerpo técnico del Eldense.
El árbitro señalaba poco después el camino hacia el túnel de vestuarios y las caras largas de los hombres de Raúl describían la situación por sí misma. No obstante, tras los 15 minutos reglamentarios la afición madridista no tardó en volver a ilusionarse con lo visto sobre el terreno de juego.
Todo nacería de un penalti más que evitable a favor del Eldense, penalti el cual detuvo Luis López con un auténtico paradón gracias a aguantarle hasta el último momento. Explosión de jubilo de la afición local que sonó a pistoletazo de salida para soltar a la jauría blanca. La entrada de Obrador, pero sobretodo la de Sergio Arribas en el descanso, fueron vitales en la generación de peligro real por primera vez en todo el partido.
Nico Paz comenzó la fiesta con un durísimo disparo contra el travesaño, y Arribas la continuó con asociaciones constantes en las inmediaciones del área enemiga, terminando buena parte de ellas con disparos ajustados de los que aunque se marchen fuera levantan al espectador de su asiento.
Fruto del empuje llegó el tanto del empate de la mano del que más lo había intentado. Sorprendían las formas, pero a pesar de su corta altura, Arribas l0graba cabecear el centro de Obrador hacia la red de la portería. 1-1 y un subidón de moralidad que no supieron traducir en más acercamientos en busca del gol. Un gran eslalon de Pablo Ramón arrancando desde la defensa y un disparo lejano y centrado de Aranda serían de las pocas ocasiones que quedarían por verse, insuficientes para desequilibrar la balanza de la eliminatoria.
Así pues, el domingo Elda dictará sentencia sobre quién merece militar en Segunda División el año que viene. ¿Continuará el Madrid escribiendo su historia o empezará el Eldense a escribir la suya?