El Barça consigue el primer y único título de la temporada tras ganar por 3-0 el Playoff Final de la Liga Endesa al Real Madrid. La final más igualada de la historia en cuanto a marcadores, y muy recordada por el foco que se ha puesto en los árbitros desde que empezó. Sensacional final de Nikola Mirotic en su adiós del club blaugrana.
| Real Madrid | 82 | 93 | Barça |
|---|
Decía en la previa Chus Mateo que tenían claro lo que corregir. Pero en ese inicio de partido, Jan Vesely y Nicolás Laprovittola volvieron a castigar al Real Madrid en ese inicio. En un partido que volvía a tener aroma de máxima igualdad, el foco de nuevo recaía en la defensa y en los árbitros, como se ejemplificó en las constantes protestas desde primera acción. Cinco minutos de partidos y el 9-6 brillaba en el marcador.
El tercer duelo del Playoff Final de Liga Endesa seguía las mismas sinergias de los dos primeros: el Barça buscando el orden en su ofensiva y una defensa dura; y el Madrid viviendo de la magia y la calidad individual de sus jugadores y a fogonazos en defensa. Muchas alternancias en el marcador como precedente del final del primer cuarto en el 21-20.
El partido estaba siendo una auténtica batalla de ajedrez, con los emparejamientos defensivos muy medidos. Y en eso es muy bueno Sarunas Jasikevicius, que dio con la tecla para estirar a su equipo hasta el 22-29. Con las trampas defensivas de uno y otro sobre el parqué, el ritmo decayó: si bien el Real Madrid apostaba por el cambio en todos los bloqueos con Nikola Mirotic y Laprovittola, el FC Barcelona planteaba una defensa de espacios cuando Walter Tavares quería pisar la pintura.
Estas defensas conseguían anular a los principales focos de atención de ambos equipos, llamando al orden a los «menos» habituales. Un crecido Fabien Causeur, que tiene ese don especial para aparecer en las finales, cambió el tercio del partido y llevarlo hasta el 28-31 a cinco minutos del descanso.
El WiZink Center se creció y ayudó a crecerse al Real Madrid. Sufría mucho el Barça, que veía como Nikola Kalinic era su mejor argumento anotador ante la explosión de Causeur y de un Sergio Llull que parecía aquel jugador del año 2017, cuando fue MVP de la Turkish Airlines EuroLeague. Aún así, aguantó el chaparrón el equipo blaugrana, que sólo perdía por tres (41-38) cuando marchaba al vestuario en el tiempo de descanso.
Pidió agresividad a su equipo Jasikevicius, y el Barça le respondió con esa petición y un parcial de 0-6. Volvió a imponer su ritmo ayudado por un gran acierto desde el triple. La única buena noticia para los blancos era esa tercera falta de Nicolás Laprovittola, y la aparición en partido, por fin, de Tavares y Guerschon Yabusele. 53-55 tras cinco minutos de juego.
Volvió la dureza defensiva del Real Madrid, volvieron los blancos al partido. Con un Walter Tavares en modo MVP, los chicos de Mateo cambiaron de nuevo el rumbo del partido con el 62-61 a poco menos de dos minutos para la última batalla. Sólo un triple sobre la bocina culé evitaba esa ventaja madridista con el 66-67 en el luminoso del WiZink Center en su entrada en los últimos diez minutos.
Diez minutos para decidir. O campeonato para el Barça o vida extra para el Real Madrid. Y con el inicio de los últimos diez minutos se veía que se acercaba más un nuevo trofeo a la vitrina blaugrana. Reaccionaba Chus Mateo sacando la artillería, pero renunciando a la defensa, y al intercambio de canastas salió beneficiado el equipo blaugrana.
Apostó el Real Madrid por la zona de espacios mutante que le funcionó contra el Partizan Mozzart bet Belgrade no fue una solución, ya que Jan Vesely destrozaba, tiro de media distancia a tiro de media distancia, a los blancos. Y todo esto, con Walter Tavares cumpliendo en el otro aro. Pero así se fue difuminando una remontada que se veía muy lejana en el 73-81 a cinco minutos del final.
Un par de acciones arbitrales terminaron de sacar del partido al Real Madrid, y el Barça olió la sangre. Nikola Mirotic sentenció el partido a falta de 1:38 poniendo el 80-90. Le tocaba la más difícil aún a los blancos, pero pasaba por defender, y no era tarea fácil ante los grandes porcentajes del equipo blaugrana. El partido se decidió finalmente por 82-93, y la final por un contundente 3-0 que bien es un reflejo equivocado de la igualdad que se dio en los tres partidos.
Versión muy sólida la de este Barça, que se lleva la Liga Endesa a sus vitrinas una temporada más, y que le supone un aval muy bueno para plantear a la directiva una alternativa a todos los rumores que sitúan fuera del equipo a pesos importantes como Nikola Mirotic, Sertac Sanli o el propio Sarunas Jasikevicius.
| Ficha técnica | |
|---|---|
| Real Madrid- 82: Nigel Williams-Goss (4), Adam Hanga (4), Dzanan Musa (9), Guerschon Yabusele (10), Walter Tavares (19) -banquillo- Fabien Causeur (11), Anthony Randolph (-), Rudy Fernández (-), Mario Hezonja (), Sergio Rodríguez (3), Vincent Poirier (7), Sergio Llull (8). | |
| Barça- 93: Tomas Satoransky (8), Nicolás Laprovittola (12), Alex Abrines (2), Nikola Mirotic (14), Jan Vesely (19) -banquillo- Oscar da Silva (4), Oriol Paulí (-), Sertac Sanli (6), Nikola Kalinic (10), Kyle Kuric (3), Rokas Jokubaitis (13), James Nnaji (2). | |
| Parciales: 21-20 | 20-18 | 25-29 | 16-26 | |
| Árbitros: Carlos Peruga, Benjamín Jiménez y Javier Torres. | |
| Incidencias: Tercer partido correspondiente al Playoff Final de la Liga Endesa, disputado en el WiZink Center, Madrid, España. |