El futuro de Miguel Ángel Ramírez en el Real Sporting ayer pasó por un momento de zozobra. Y no por parte del club, sino por parte del propio entrenador. El canario, que ha iniciado con total normalidad hace seis días la pretemporada con el club rojiblanco, recibió hace dos días una oferta formal del Barcelona SC de Ecuador. Un país donde su reputación es muy alta tras los logros que alcanzó en su etapa en Independiente del Valle entre 2018 y 2020.
Una oferta que a última hora del día de ayer se conoció fue rechazada por el entrenador. Así se lo hizo saber al club en la tarde del lunes el propio Miguel Ángel Ramírez. Sin embargo, desde que en la madrugada del domingo al lunes se conoció, el rumor creció tanto y las informaciones de periodistas como César Luis Merlo o Rodrigo Fáez (ESPN) que se llegó a dar casi por hecha su salida. De haberse dado, el terremoto en el Sporting hubiese sido de consecuencias impredecibles. No solo por el viraje que supondría buscar nuevo entrenador, sino de cara a la planificación y los posibles fichajes que faltan.
Miguel Ángel Ramírez llegó en enero a Gijón como una apuesta clara del Grupo Orlegi. Una apuesta decidida hacia una modernización del club y de ‘migrar’ el club hacia un estilo de fútbol más acorde a la realidad actual. Sin embargo, sus resultados en los 20 partidos que dirigió al Sporting fueron más que discretos con solo 5 victorias. Aun así, la confianza de los propietarios de la mayoría accionarial en el club rojiblanco no dudaron de su continuidad, convencidos de que, planificando desde cero, la situación sería distinta. Ahora, a pesar de las turbulencias, es tiempo para ello.