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La receta del éxito del relevo generacional en el Real Madrid

Fuente: @realmadrid

Son varias las generaciones que, con el paso de los años, han logrado grabar con letras doradas su nombre en la historia del fútbol: La Naranja Mecánica de Cruyff, el Dream Team con el que Pelé hizo historia, el Real Madrid de La Quinta del Buitre, el Barça de Pep Guardiola…

Y más recientemente, sin lugar a dudas, el Real Madrid de las cinco Champions League en ocho años ha sido uno de los equipos más de la historia del balompié. No solo por los trofeos levantados, sino por el legado que han dejado, especialmente a nivel europeo.

No obstante, el principal problema con el que cuentan estas generaciones ganadoras es natural: del mismo modo que empiezan, se acaban. Y como enuncia el dicho, por norma general, cuanto más alto subes, más dura es la caída. Es por ello que los fines de ciclo, cuanto más ganador ha sido un equipo, suelen ser más acusados.

El Real Madrid y su brillante gestión del talento

Desde que en 2014 el conjunto blanco ganase La Décima, primera de las cinco Champions que estarían por venir, muchas de las piezas clave de aquel equipo fueron enfilando la puerta de salida poco a poco: Cristiano, Marcelo, Casemiro, y el último en unirse a la lista ha sido Benzema.

De hecho, de aquella histórica noche europea en el Estadio Da Luz, los únicos supervivientes que aún forman parte del conjunto blanco, son Luka Modric y Carvajal. Sin embargo, tal y como demostró el conjunto blanco con la consecución de La Decimocuarta en el pasado 2022, ni siquiera todas esas salidas evitarán que el Real Madrid sea uno de los perpetuos favoritos año tras año para hacerse con La Orejona.

Y el secreto que se esconde tras este brillante relevo generacional es, sin lugar a dudas, la apuesta por el talento joven. Una apuesta que se empezó a hacer efectiva allá por 2017, cuando el conjunto blanco cerró los fichajes de dos de los mayores talentos emergentes del fútbol brasileño: Vinicius y Rodrygo.

Foto: Real Madrid Club de Fútbol.

Dos futbolistas que tardaron poco en demostrar que estaban llamados a convertirse en piezas fundamentales para el futuro del Real Madrid. Sin embargo, Florentino Pérez no se detuvo ahí, y el desembarcó de talento joven en La Casa Blanca ha sido una constante desde entonces.

En 2021, Eduardo Camavinga aterrizaba en el Bernabéu con tan solo 18 años. Y tardó una sola temporada en pasar de ser una gran promesa a una realidad tangentes, además de uno de los centrocampistas mejor valorados del mercado. Un año después, su compatriota Aurelién Tchouaméni fue el elegido para tomar el relevo generacional en el pivote que dejaría un Casemiro que ya había escrito su historia en el conjunto blanco.

Pero ha sido en 2023 cuando el núcleo joven del Madrid se ha expandido de forma definitiva. Primero se anunció el fichaje de Endrick, el joven delantero de 16 años por el que suspiraba media Europa. Antes de que acabase la temporada, el club blanco anunció que ejecutaría la opción de compra sobre Fran García, lateral izquierdo que se llevó el premio a mejor jugador del Rayo Vallecano la pasada campaña.

Ya en verano, Florentino anunció el fichaje de Jude Bellingham, una de las mayores promesas del fútbol internacional, que rechazó ofertas astronómicas de otros clubes para cumplir su deseo de vestir de blanco. Y cuando todo parecía cerrado, el conjunto blanco se movió más rápido que nadie para cerrar a Arda Güler, el gran talento del fútbol turco, bendecido por todo un Mesut Özil, que apenas tardó dos entrenamientos en encandilar a Carletto.

Con estos dos últimos fichajes, son hasta ocho piezas las que conforman el núcleo joven del Real Madrid, con una edad inferior a los 23 años, con la que el conjunto blanco se asegura una transición efectiva entre los Modric y Kroos, que aún visten la elástica blanca, y el talento llamado a tomar su testigo en el césped del Nuevo Santiago Bernabéu.

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