El fichaje de Cyle Larin por el RCD Mallorca parece que se va cocinando a fuego muy suave. Hay cosas que pulir, pero la voluntad del entendimiento entre las partes es buena. Uno de los puntos a acordar es la posibilidad de que entren jugadores del cuadro bermellón en la operación para reforzar al conjunto castellano. Es una posibilidad que no está nada clara porque el club blanquivioleta ha recibido la segunda negativa de un jugador que le podía encajar en sus planes: Antonio Sánchez.
El mediocampista balear, como ocurrió con el francés Clement Grenier, no quiere jugar en Valladolid. Son casos distintos. El francés quiere volver a su país y Antonio Sánchez quedarse para convencer a Javier Aguirre, quien le ha enseñado la puerta de salida. Cerrada esta puerta, que es un revés tanto para los pucelanos para reforzarse con un jugador importante en la categoría como para el Mallorca para rebajar el precio de Larin, deberá abrirse otra. Si se cierra el fichaje del canadiense, claro.