El Villarreal B ha comenzado la temporada con una derrota por 2-0 frente al Zaragoza en La Romareda en la primera jornada de LaLiga Hypermotion. Una derrota que viene de realizar una aceptable pretemporada donde los resultados y las sensaciones fueron positivas y deja con mal sabor de boca el arranque liguero del mini submarino amarillo.
El equipo de Miguel Álvarez finalizó su encuentro contra el cuadro maño con una derrota que pudo minimizarse. La primera mitad fue para los locales, aunque no llegaron a anotar gol, algo que sí hicieron en la segunda parte cuando los valencianos estaban en sus mejores minutos. En apenas 8 minutos encajaron dos goles que se tradujeron en la primera derrota y un aviso para el resto de temporada.
Esta derrota viene de realizar una pretemporada llena de partidos de preparación en el que el balance de resultados ha sido de 3 victorias (Hannover sub-23, Sabadell y Andorra) y 4 derrotas (Winterthur, FC Will 1900, Alcorcón y Tenerife). Un equilibrio que se decanta por una derrota (los partidos de pretemporada son de preparación y tampoco hay que tomar al pie de la letra los resultados), pero donde el equipo ha tenido tiempo para poder adaptarse a las necesidades del entrenador y al ritmo de competición, puesto que llega otra temporada en el que el objetivo es la salvación.
Para esta temporada ha habido movimiento en los despachos y los traspasos para el Villarreal B. A Villarreal han llegado Adrà Altimira del Andorra, Ilias Akhomach y Fabio Blanco, ambos procedentes de la cantera del Barcelona, y Andrés Ferrari del Defensor Sporting uruguayo, mientras que se han marchado Hassan, Fer Niño, Alex Millán y Sergio Carreira, por lo que la plantilla se puede ampliar hasta el 31 de agosto.
El resultado cosechado contra el Zaragoza es un aviso de lo que le espera a este equipo que, si no se pone las pilas, puede tener problemas para conciliar la salvación y poder disfrutar de la categoría de plata durante más tiempo.