El mercado de fichajes veraniego cierra sus puertas. Y a menos de 12 horas para que los equipos puedan terminar de confeccionar sus plantillas, el culebrón Kylian Mbappé ya está más que claro. Un culebrón cuyo desenlace ha sido el mismo que durante los últimos seis años: Mbappé se queda en el PSG, postergando un año más su “sueño” de vestir la camiseta del Real Madrid.
Y hablamos de “sueño”, entre comillas, porque el único responsable de que aún no se haya llevado a cabo no es otro sino el propio Kylian Mbappé. Un futbolista que forzó todo lo necesario en el verano de 2021, pero que quedando en libertad en 2022, y contando con el cartel de transferible en 2023, ha decidido no recalar en el Santiago Bernabéu, se entiende, que con ingentes cantidades de dinero de por medio.
Un culebrón que debilita al conjunto blanco
Con esto, el Real Madrid se encuentra en el mismo punto de partida que en septiembre de 2021: un futbolista que, supuestamente, no renovará, tal y como ha informado por escrito, y podría llegar gratis a La Casa Blanca el 1 de julio de 2024. Pero será ingenuo dar esto por seguro, y más teniendo en cuenta los antecedentes que tuvieron lugar el 21 de mayo de 2022.
A pesar de todo esto, la hoja de ruta del Real Madrid sigue siendo clara: o Mbappé, o nadie. Y es que por mucho que desde el conjunto blanco se empeñen en negarlo, el plan del Madrid, tanto este mercado, como muchos anteriores, ha estado supeditado a las decisiones del francés.
De hecho, antes de que se hiciese pública la carta del francés al Paris Saint-Germain, informando sobre su no renovación, los nombres de Harry Kane y Kai Havertz sonaron con fuerza por la T4. Nombres que, sobre todo el del inglés, interesaban enormemente a Carlo Ancelotti, y que en cuanto apareció el de Mbappé sobre la mesa, se esfumaron.
Sin embargo, la posición actual es muy diferente a la de aquel entonces. Mbappé no vistió de blanco en 2021, pero el rendimiento superlativo de Karim Benzema, sumado a la explosión de Vinicius Jr., terminaron llevando al conjunto blanco a hacerse con La DecimoCuarta. Sin embargo, la marcha del francés y la lesión de Vini, hacen que este año, el conjunto blanco arranque La Liga con Joselu y Rodrygo como únicas referencias ofensivas.
Una hoja de ruta que claramente ha debilitado la plantilla blanca, que ha perdido a su máximo estandarte ofensivo, y que, por esperar a la decisión de un francés, no ha acudido al mercado en busca de un recambio que tome el relevo de los 30 goles que hacía Benzema temporada tras temporada.
Un problema que no tiene que ver únicamente con lo relativo a Kylian Mbappé, sino a la forma en la que su situación bloquea otras operaciones, como fue el caso de Haaland en 2022, y como ha sido el caso de Kane en 2023. Desde las oficinas del Bernabéu, eso sí, tienen claro algo: Para el Madrid, es Mbappé. Pero para Mbappé, ahora es 2024 o nunca.