Bellingham desata la locura coletiva en el debut del Nuevo Santiago Bernabéu
El gol del inglés en el descuento sirvió al conjunto blanco para llevarse los 3 puntos en un encuentro marcado por los palos y la polémica
Sin Kylian Mbappé, pero con un Santiago Bernabéu a estrenar y lleno hasta la bandera. Así comenzaba el Real Madrid su andadura en casa en la presente temporada, con un estadio al que ya le faltan pocos detalles para ser el Nuevo estadio Santiago Bernabéu que promete ser uno de los más importantes del fútbol español. Con ello, y con una racha de tres victorias en tres partidos a domicilio, que colocaba a los blancos en la primera posición de La Liga EA Sports.
En frente, tenía a un Getafe cuyos resultados en las primeras jornadas de Liga habían sido sumamente dispares, cosechando una victoria, un empate y una derrota. Sin embargo, los de José Bordalás están lejos de ser un equipo fácil para los grandes. Algo que puede atestiguar a la perfección el Barcelona, y llegaban con la intención de amargar el estreno del Nuevo Santiago Bernabéu a los blancos, en busca de rascar algo del feudo blanco.
Una primera mitad con más polémica que fútbol
El partido comenzó, como era de esperar, con un Real Madrid que salió desde el minuto uno a por el partido, instaurando una presión muy alta en campo contrario que dificultaba la salida de balón de los de Bordalás, que, por su parte, trataban de dejar pasar los primeros instantes de efervescencia del Santiago Bernabéu. Y el primero en poner en pie al respetable fue, como era de esperar, un Jude Bellingham en estado de gracia, que con tras un quiebro lanzó un centro que a punto estuvo de rematara Fran García.
En los minutos posteriores, el conjunto azulón logró frenar el empuje del conjunto blanco, hasta conseguir detener por completo las acometidas blancas. Tal fue así, que en una jugada aislada, en grave error de Fran García en un pase atrás a un David Alaba que se encontraba fuera de posición, dejó totalmente solo frente a Kepa a un Borja Mayoral que solo tuvo que regatear a la nueva incorporación en la portería blanca para poner por delante al Getafe.
Un gol que abría un nuevo panorama en el encuentro, con un Getafe que no tenia ninguna prisa en reanudar el juego en cada parón, lo cual fue encendiendo poco a poco al respetable madridista. No obstante los once futbolistas sobre el verde, se lo tomaron con calma para intentar romper la telaraña defensiva diseñada por José Bordalás. Pero, poco a poco, el juego duro de los azulones y alguna decisión de Melero López, terminó por encender también a los jugadores blancos.
Sin embargo, los jugadores blancos no desistieron, y el empuje blanco, tras una nueva gran maniobra de Bellingham dentro del área, acabó con el jugador inglés siendo derribado dentro del área. Un derribo que pareció tan claro que Melero López señaló penalti sin dudar un segundo. Sin embargo, tras ser avisado por Martínez Mununera, y posterior revisión en el VAR, decidió anular la pena máxima, aumentando aún más el enfado del conjunto blanco.
Una situación que, por momentos, llegó a sacar al Real Madrid del partido. Pero un cabezazo de Luka Modric a un centro de Fran García, obligó a intervenir a David Soria, estando muy cerca de poner las tablas en el marcador. Sin embargo, esta ocasión no logró volcar el fútbol ofensivo del conjunto blanco sobre el área azulona, ya que los de Carlo Ancelotti seguían sin encontrar la vía más directa a la meta de David Soria.
Y cuando Joselu tuvo un balón de oro para marcar si primer gol con la camiseta blanca, fue precisamente David Soria el que se vistió de Santo para evitar el empate, con un paredón bajo palos que dejó boquiabierto al público del Bernabéu. Ni siquiera los cuatro minutos de prologación fueron suficientes para que el conjunto blanco lograse algún otro acercamiento con mayor clarividencia a la meta de Soria. Y con ello, terminó una primera parte marcada por la polémica por encima del fútbol.
El Madrid tira de casta para llevarse los tres puntos en la segunda mitad
Arrancó la segunda mitad con dos cambios en el Real Madrid: Kroos y Nacho. Y al parecer, surtieron un efecto inmediato, ya que ni siquiera había pasado un minuto desde la reanudación y, tras una segunda jugada en un córner, ahora sí, Joselu logró batir a David Soria, poniendo el empate en el marcador. Un gol que subió no sin incertidumbre, pues Melero López estuvo a la espera del VAR durante más de tres minutos, aunque el tanto finalmente acabó subiendo al electrónico.
Un gol que, sin embargo, no cambió en exceso la dinámica del encuentro, con un Getafe que continuaba defendiéndose del dominio blanco, claramente superior en los primeros compases de la segunda mitad. De hecho, solo cinco minutos después del primer tanto, a punto estuvo Kroos de poner por delante al Real Madrid con un zurdazo que se estrelló directamente en el poste de la meta defendida por David Soria. Y en el rechace, que le cayó al propio Kroos, estaba vez fue el meta azulón quien volvió a sacar otra mano milagrosa.
Ahora sí, y a diferencia de la primera parte, el Getafe estaba sufriendo, y el campo parecía inclinado en dirección a la meta azulona. No obstante, un desbarajuste defensivo estuvo a punto de costarle caro al Madrid. Sin embargo, el derechazo de Mayoral ahora se topó con una buena intervención de Kepa. Alcanzada la hora de partido, el dominio merengue seguía siendo claro, y a pesar de que las ocasiones se sucedían, tras la de Kroos ninguna terminaba de incomodar a Soria.
No fue hasta una jugada coral en la que el Madrid volvió a estar a punto de dar la sorpresa. Tras una larga conducción de Kroos, Tchouaméni filtró un balón magnifico a Carvajal, y cuando parecía que el canterano iba a centrar, lanzó un chut que, nuevamente, se encontró con el poste defendido por Soria. Inmediatamente después, y tras una segunda jugada en un córner, Joselu estuvo a punto de calcar su primer gol, esta vez con un golpeo más lejano, encontrándose de nuevo con una mano salvadora del meta azulón.
A pesar del dominio, pasaban los minutos y las tablas seguían reinando en el marcador. Y las constantes pérdidas de tiempo de Soria, salvador del Getafe en las segunda mitad, el colegiado le terminó mostrando la cartulina amarilla. Pasaban los minutos y, a pesar de no lograr deshacer el entramado defensivo de Bordalás, la influencia en la zona de tres cuartos era cada vez mayor, mientras que el Getafe, sostenido por un extraordinario David Soria, aún mantenía el empate en el marcador.
Agitaron el árbol ambos entrenador con objetivos distintos: mientras que Bordalás buscaba piernas frescas para continuar con su labor, Ancelotti buscaba mayor presencia ofensiva por el carril del 8. Nada más entrar Valverde, puso un pase atrás que no encontró rematador, y se paseo llorando por el área del conjunto azulón. Sin embargo, pasaban los minutos, y el conjunto blanco no lograba materializar la ocasión que deshiciese el empate.
Y cada segundo arañado al crono, parecía auténtico oro para el Getafe, que apuraba los últimos diez minutos del encuentro en busca de mantener el empate en el marcador. Además, conforme pasaban los minutos, las piernas de los jugadores blancos parecían pesar más y más. Pero los 9 minutos de descuento eran la última bala del Madrid para continuar su racha de victorias. No obstante, en un nuevo acercamiento, Kroos volvió a encontrarse con la intervención de un acertado Soria.
Sin embargo, al final, tanto va el cántaro a la fuente, que al final se acaba rompiendo. Y el empuje del Madrid obtuvo resultados. Tras un golpeo lejano de Lucas Vázquez, Soria no estuvo acertado por primera vez en toda la tarde. Y no fue otro sino nuevamente Jude Bellingham el encargado de aprovechar el rechace y mandarlo al fondo de la portería, ante un Bernabéu que, a pesar de conocerle por tan solo 90 minutos, ya tiene totalmente a sus pies.
Pero no todo acabó ahí, sino que, además, en el último minuto, Rodrygo tuvo en sus botas el gol que certificase la victoria blanca, pero nuevamente, el balón se fue al larguero, por tercera vez en la segunda mitad. Para todo esto dieron los 9 de descuento, un tiempo suficiente para que el Madrid diese la vuelta al marcador, para que el nuevo Bernabéu debutase con tres puntos, y para que la afición blanca conociese por fin a su nuevo ídolo: Jude Bellingham.