El objetivo con el que arrancó la temporada el Valladolid, el tercero de los equipos junto con el Espanyol y Elche procedente de la Primera División, no era otro que el ascenso por la vía rápida. Sin embargo, está sufriendo una dura adaptación a su nueva categoría.
Tal y como atestiguan las tres derrotas consecutivas encajadas por el conjunto «pucelano» tras caer el pasado viernes por 2-0 ante el Albacete, en un choque en el que los del argentino Paulo Pezzolano dejaron una gris imagen.
Un nuevo tropiezo que condenó al Valladolid a verse relegado a los puestos de descenso en los que también figura el Eibar, otro de los aspirantes al ascenso, que sumó su tercera derrota al caer este domingo en casa por 0-1 ante el Leganés.
El equipo «armero», que las dos últimas campañas se quedó a las puertas del ascenso tras caer en las eliminatorias de promoción, se vio sorprendido por la eficacia del Leganés, que no desaprovechó la única clara ocasión que dispuso en la primera mitad para llevarse los tres puntos en su visita a Ipurua con un gol del argentino Julián Chicco.