El Villarreal ‘B’ no ha empezado la temporada de la mejor manera posible. El ‘Mini Submarino Amarillo’ empató el pasado fin de semana frente al Racing de Ferrol a dos en un encuentro en que se impusieron los visitantes por partida doble, pero los ferrolanos no estuvieron por la labor de dejar escapar ningún punto, por lo que hubo un reparto que, para el conjunto amarillo, es insuficiente.
En sus primeros cinco encuentros, solamente ha podido obtener 4 puntos, un dato pésimo para las aspiraciones de un equipo que se mantuvo en la categoría la campaña anterior en las últimas jornadas. En la temporada pasada, a estas alturas, tenía 7 puntos, una diferencia que, a corto plazo, es insignificante, pero que deja sensaciones malas en el césped.
Falta de contundencia
El equipo no encuentra una solidez defensiva que le permita ir a por el partido, sino que cada paso en falso que da en defensa se transforma en una ocasión para el rival. No hay contundencia atrás para defender ni la hay en la delantera para poder anotar goles. Contra el Racing de Ferrol, Miguel Ángel Morro salvó al equipo en numerosas ocasiones con paradas de mérito que evitaron que el rival se adelantase en varias ocasiones, siendo uno de los mejores del equipo.
En tan solo cinco partidos, el equipo ha dejado muchas dudas, pues ha demostrado que es capaz de dominar, pero no de ser contundente, algo clave en el fútbol y que valida todo lo anterior. El sistema de juego no ha variado demasiado de una temporada a otra, solamente los jugadores que sepan adaptarse al sistema de Miguel Álvarez, puesto que sigue proponiendo un fútbol atractivo y que sabe competir con rivales de categoría, aunque contra el Zaragoza en la primera jornada no fueron capaces de acercarse a la victoria.
Tiene Álvarez mucho trabajo por delante para corregir los problemas del equipo y darle la vuelta a los resultados cosechados por el momento. Acaba de empezar la temporada y queda mucho por delante, pero los problemas están presentes y hay trabajo por hacer.