El Granada no ha arrancado bien en su vuelta a primera división. Tras ocho jornadas disputadas el equipo andaluz está 19º en la tabla con únicamente 5 puntos y con un único solo triunfo. En la última jornada en la visita a Almería esta carencia se acentuó cuando encajó 3 goles en los últimos cinco minutos de la primera mitad y que solo después de mucho coraje, acierto y suerte el Granada logró recatar un meritorio empate a tres.
El sistema que utiliza Paco López es un 4-4-2 utilizando una presión muy alta para robar rápido el balón. Un sistema que hace que la defensa juegue a 30 metros de la portería y desproteja al equipo en caso de un contragolpe o de un balón largo del rival. Para que este sistema funcione necesitas a jugadores con físico y rápidos. Como podemos ver en las siguientes imágenes una mala colocación de la línea defensiva e incorrecto marcaje al estar tan adelantado te puede condenar.
Conociendo el Granada a Paco López del curso anterior el club reforzó la parcela defensiva con Álvaro Carreras cedido del Manchester United y Jesús Vallejo haciendo lo propio del Real Madrid. También se sumó gratis tras acabar su contrato con el FC Porto a Wilson Manafá que aún no ha debutado. A ellos se les suma Torrente después de estar un año y medio parado. El plan desde la dirección deportiva era confiar en una dupla Vallejo – Torrente cuando ambos nunca han diputado ni una treintena de encuentros en una temporada.
Con las bajas de Torrente y Vallejo en el principio de la temporada al técnico valenciano no le ha quedado otra que colocar a Ignasi Miquel, Miguel Rubio o Víctor Díaz en la zaga. El resultado no ha podido ser más horrendo, encajar goleada tras goleada al defender tan adelantados y sin tener las características necesarias para poder tener ese físico o velocidad que tanto exige al sistema del técnico de Silla. Con el regreso de Jesús Vallejo a los entrenamientos veremos si el Granada logra cortar o al menos paliar los problemas defensivos.