Undécima jornada de liga y volvía el equipo rojiblanco a El Molinón que registró su mejor entrada de la temporada tras un recibimiento que mostraba la ilusión de la afición local. Pero el partido del equipo rojiblanco no fue bueno. Con diferencia fue el peor como local en esta campaña y aunque no fuese jugando un buen fútbol como venía desarrollando en las últimas semanas, logró un punto que sabe muy dulce frente a un Real Zaragoza que lindando con la fina raya que separa el juego limpio de lo puramente antideportivo que tuvo el partido más que ganado y lo dejó escapar. Las notas de los jugadores sportinguistas son las siguientes.
- Yáñez: 5. En los goles puede hacer poca cosa. Arriesgó muchas veces en salida de balón nuevamente y dio algún susto sin consecuencias.
- Guille Rosas: 5. Aunque creo que la baja de Pascanu se notó para el entramado defensivo, el partido del lateral gijonés es de aprobado porque estuvo intenso en su zona de actuación. La amarilla y unas molestias le privaron de seguir.
- Insua: 8. Fue el mejor de la defensa, el único zaguero que supo controlar a Iván Azón y sus codazos en todas las disputas aéreas. Además, el ‘tamudazo’ que se marcó bien merece el notable.
- Rober Pier: 4. Mal partido del de Oleiros; de largo el peor desde que llegó a Gijón. Con balón dio buena salida tanto al inicio como al final, cuando el dominio fue claramente rojiblanco. Pero defensivamente se mostró endeble en casi todas las acciones.
- Pablo García: 5. Para mí merece aprobar porque defensivamente supo controlar su banda y que no se generase peligro por allí. En ataque no aportó apenas.
- Roque Mesa: 6. Tuvo 25 minutos en la primera parte de notable alto, lo mismo que los últimos 15. Pero el resto del partido fue malo sin tapujos y tiene una alta cuota de responsabilidad en el 0-1.
- Christian Rivera: 4. Venía de cuajar un gran partido con el Elche y buenos minutos en Santander, pero hoy se vio la versión indolente del mediocentro gijonés. Sin profundidad y con una lentitud desesperante que hacía que persiguiese sombras.
- Hassan: 4. Se prometía un partido de show cuando a los siete minutos su lateral vio la amarilla por verse obligado a pararle. Pero su partido hoy es de los que desesperan, cabezazo al larguero incluido con todo a favor.
- Gaspar: 4. Es un jugador que no se rinde y aunque falle, lo intenta. Pero hoy no tuvo el día y algo en lo que suele estar intenso que son las disputas, las perdió todas.
- Juan Otero: 4. No sé si será su peor partido esta temporada, pero hoy no se vio al cafetero con esa chispa que viene mostrando. Tampoco defensivamente y en la presión estuvo bien.
- Djuka: 3. Nota que probablemente sea generosa, pero el suspenso es claro. Sigue disperso y desquiciado, lo que es un claro problema.
- Enol Coto: 5. Debut del canterano en El Molinón y cumplió. No tuvo fallos y aunque se nota que es un lateral de un corte más defensivo que ofensivo, supo en el tramo final apoyar el intento de remontada.
- Nacho Méndez: 6. Mejoró notablemente a Christian Rivera. De mano, su entrada se notó poco, pero tras la lesión de Jair y que el Zaragoza dio varios pasos atrás él y Roque Mesa dieron un paso adelante y tuvieron los mejores minutos.
- Campuzano: 7. Mejoró a Djuka con suficiencia y estuvo en todas las ‘salsas’ en el área desde su entrada al campo, siendo un incordio para una defensa maña muy hundida al final. Su primer gol, merecido por su trabajo.
- Cote: 7. Su influencia ofensiva se dejó notar con su primer centro que acabó en el larguero de Hassan. Esos balones marcan diferencias en la categoría. Una asistencia más a la ‘hucha’.
- Queipo: 6. Tuvo buenos minutos. Tocó casi todos los balones con sentido, aunque no las tuvo para rematar.
- Miguel Ángel Ramírez: 3. Suspenso. Aunque el equipo no comenzó mal el partido, moviendo el balón y generando dos o tres buenas ocasiones sin convertir, no supo reaccionar a la propuesta maña de «enmarañar» a niveles que lindan con lo más puramente antideportivo el partido. No tuvo reacción, ni supo calmar al equipo, muy precipitado y acelerado. Cierto que sus cambios mejoraron al equipo, pero más que por su dirección e instrucciones, por otros factores intangibles en esto del balompié.