Volvía, tras una semana difícil con dos malos partidos en Cartagena y Salamanca, el Sporting al abrigo de su escenario favorito. Al abrigo de su casa, El Molinón, donde estaba y está invicto para un partido frente al Levante en el que se antojaba clave vencer para seguir en ascenso directo. Sin embargo, en un partido donde al cuadro rojiblanco le faltó acierto en área contraria, se le privó de ganar por parte de un colegiado debutante en la categoría que demostró estar muy lejos del nivel mínimo exigible para arbitrar en fútbol profesional. Aun así, el Sporting dio una imagen muy superior, con once e incluso superior con diez, a su rival. Las notas son las siguientes
- Yáñez: 7. Dominó el área, dio apoyos y lo que tuvo que parar lo paró. Sigue siendo un auténtico seguro y garantía.
- Pascanu: 8. Volvía a la titularidad tras unas jornadas y el rumano volvió a demostrar que quiere ser titular en este equipo. Infranqueable en el uno contra uno, dio salida de balón limpia en casi todas las ocasiones y sus desplazamientos al espacio o en largo fueron todos perfectos.
- Izquierdoz: 6. En duelos ganados volvió a ser un auténtico muro, liderando y ordenando siempre la defensa cuando tocó sufrir en algunos momentos. Con balón y a su espalda se sabe que sufre a su espalda, aunque el Levante no lo buscó todo lo que podría haberlo hecho.
- Rober Pier: 8. Con balón es un central descomunal y un nuevo partido en el que lo demostró. Sin él, cuando tocó correr a campo abierto, también fue infranqueable y vital para defender el área cuando se estuvo en inferioridad.
- Cote: 6. Poco preciso en ataque con balón y en el balón parado, donde muchas acciones no pudieron ser ni disputadas, pero solvente en ambas facetas del juego. Sigue a buen nivel, aunque echa en falta alguien que remate mejor sus ‘bolas’.
- Christian Rivera: 9. Partido sobresaliente con y sin balón del gijonés. Si no es el mejor partido que despacha con la camiseta rojiblanca es, al menos, el mejor en esta temporada. Robó, creó, organizó, apoyó y siempre estuvo bien colocado para dar continuidad.
- Nacho Méndez: 7. Su primera parte es muy buena, de sobresaliente, en la segunda, tras la inferioridad, sufrió más al no tener tanto balón y tener que defender más atrás, pero cumplió bien el expediente y el partido.
- Gaspar: 5. Aprobado raspado en un partido muy justito del máximo goleador del equipo al que el Levante anuló. Muy marcado en las vigilancias para que no pudiese nunca tirar libre de marca, ni filtrar apenas balones.
- Hassan: 5. Muy intermitente y como algo falto de confianza, pero si puede siempre lo intenta. En el uno contra uno estuvo más desacertado que en otros partidos, demostrando que está pasando por un bache en su juego. Acabó lesionado, aunque no parece revestir gravedad.
- Juan Otero: 6. Fue una pesadilla para la defensa del Levante con sus desmarques y caídas a banda, aunque estuvo desacertado en la toma de decisiones en el área. Necesita frescura y un compañero de fatigas que le ayude más arriba.
- Djuka: 5. Tuvo el 1-0 en un larguero tras jugada personal justo antes de sufrir la injusticia de un horrible árbitro con una expulsión en una acción que no hay nada y tras ver una tarjeta por una protesta que, ni siquiera, fue grande.
- Varane: 7. Muy importante sus piernas en la faceta defensiva y de recuperación que es lo que se le pedía con su entrada al campo. Notable actuación que olvida la mala de la Copa.
- Álex Lozano: 6. Interesantes minutos del canterano que hacía su debut en El Molinón. Supo abrir campo a pesar de jugar en la banda menos buena para él y aunque tomó alguna mala decisión, interpretó bien lo que necesitaba el partido.
- Pablo García: 6. Minutos muy buenos en el extremo. Cote sufría en defensa y el Levante cargaba mucho esa banda. Con su salida, se cerró casi por completo y aportó en ataque.
- Roque Mesa: s.c. Tuvo la victoria en su cabeza con un remate que no dirigió bien.
- Esteban Lozano: s.c. Buenos minutos del mexicano fijando a la defensa y ganando casi todos sus duelos.
- Miguel Ángel Ramírez: 8. El canario se había mostrado convencido en la previa de que su equipo volvería a ser el mismo que enganchó semanas atrás a su público. No iba de farol ni se equivocó porque el Sporting recuperó las sensaciones que hasta hace un mes deleitaban a su parroquia. Su equipo se impuso en todas las facetas a su rival en igualdad numérica e incluso en inferioridad logró no ser, en el peor caso, inferior. Los cambios, además, fueron muy apropiados y acertados para refrescar y dar piernas al equipo cuando estaba en inferioridad.