Los siete partidos que el Barça ha perdido en los 26 encuentros que ha disputado este curso entre la Euroliga y la Liga Endesa han llegado a domicilio, donde los promedios ofensivos del cuadro azulgrana caen de 88,4 puntos como local a 78,5 como visitante en la competición continental y de 94,3 a 80,7 en la doméstica.
El equipo entrenado por Roger Grimau ha ganado los 13 partidos que ha disputado este curso como local entre la Euroliga (7-0) y la Liga Endesa (6-0), mientras que su balance a domicilio es de 3-3 en la competición continental y de 3-4 en la ACB (6 victorias y 7 derrotas en total). Dicho de otro modo, el conjunto azulgrana ha perdido un 53,8% de los encuentros que ha disputado este curso a domicilio, un guarismo que las dos últimas temporadas se situó en el 30,7% (27-12 en ambos casos) y en un 25% (30-10) en la campaña 2020-21, la primera con el lituano Sarunas Jasikevicius en el banquillo.
En cambio, el Barça no ha perdido en el Palau Blaugrana desde la llegada de Roger Grimau. El porcentaje de victorias como local bajo la dirección de su predecesor fue del 87,8% (36-5) en la temporada 2022-23, del 76,6% (33-9) en la 2021-2022 y del 81,4% (35-8) en la 2020-21. La producción ofensiva destaca como el principal factor en la dualidad que el cuadro azulgrana ha mostrado este curso. En la Euroliga, el equipo catalán promedia 88,4 puntos como local y 78,5 como visitante, mientras que en la Liga Endesa la diferencia es superior: 94,3 en casa y 80,7 a domicilio. En cambio, los guarismos defensivos del equipo permanecen más estables. El Barça encaja una media de 75,6 puntos en el Palau Blaugrana y de 80 lejos de la Ciudad Condal en la Euroliga, si bien en la Liga Endesa los registros son prácticamente idénticos: 79,6 como local y 79,8 a domicilio.
Según datos de la Euroliga, el Barça tira más y mejor de dos puntos cuando juega como local (174 de 282, un 61,7% de acierto) que cuando ejerce de visitante (111 de 222, un 50%), del mismo modo que concede más puntos en la pintura lejos del Palau (131 de 246, un 53,3%) que en Barcelona (138 de 283, un 48,8%).
En cambio, los guarismos del cuadro azulgrana no varían en exceso desde el perímetro (59 de 165, un 35,7% en casa; 60 de 157, un 38,2% fuera) ni en los tiros libres (94 de 124 -75,8%- y 69 de 94 -73,4%-, respectivamente) en la máxima competición europea. Un apartado vinculado a la anotación son las asistencias, que también se ven reducidas de 19,7 por encuentro a 17,8. Por contra, el equipo entrenado por Roger Grimau pierde más balones en territorio hostil (14,3) que frente a su afición (10,4) en la Euroliga.
En el apartado reboteador, el Barça mejora sus promedios a domicilio (12 en ataque y 25 en defensa) respecto a sus registros como local (9,6 y 25,7) en la máxima competición continental. Asimismo, los rivales también atrapan más rechaces lejos del Palau Blaugrana (11,6 y 24,7) que en Barcelona (11,7 y 20,9).
@chemilinqui