El Real Valladolid visita este domingo a las 21.00 horas el Martínez Valero para enfrentarse al Elche, en un partido que marcará, o al menos debería hacerlo, el futuro del equipo blanquivioleta en lo que resta de temporada. Los de Paulo Pezzolano no arrancaron bien el 2024, cayendo 1-0 en El Plantío ante el Burgos. Idéntico resultado con el que cerraron el curso 2023, cediendo los tres puntos ante el Racing de Ferrol en el José Zorrilla. Tras la derrota ante los gallegos, el Pucela salió de los puestos de ascenso directo, pero todo se agravó tras la del derbi, al caerse incluso de los de play-off.
La situación del Real Valladolid, tanto en resultados como en sensaciones, es muy negativa. El equipo se encuentra ante su peor momento en la temporada, empeorando en sensaciones, deportivas y extradeportivas, la que se vivió en las primeras jornadas donde acumuló cuatro partidos consecutivos sin conocer la victoria, con tres derrotas y un empate. Los de Pezzolano suman ya tres derrotas seguidas y en los últimos cinco encuentros ligueros tan solo han conseguido una victoria, en casa ante el Amorebieta. Un dato que se amplía si se cuenta la derrota en Copa del Rey ante el RCD Espanyol.
Demasiados partidos sin sumar los tres puntos para un equipo que, en teoría, debería estar luchando por el ascenso a la máxima categoría. Los resultados no acompañan y la imagen ofrecida tampoco ayuda a pensar en que se pueda reconducir la situación. En los últimos seis partidos, contando el copero, el Real Valladolid ha encajado nueve goles y tan solo ha sido capaz de ver puerta en tres ocasiones, quedándose sin marcar en los tres últimos compromisos.
El mercado de fichajes tampoco está aportando el aire fresco que los aficionados esperaban, tras la evidencia en este primer tramo de temporada de los problemas que arrastra el equipo por la corta plantilla con la que se cuenta. Por el momento se han producido dos salidas, John Víctor y Gustavo Henrique, y tan solo una llegada, la de César Tárrega. Los graves problemas económicos del club y las dificultades para dar salida a jugadores con los que no se cuentan, están frenando posibles llegadas, especialmente en ataque, muy necesarias para tener opciones de luchar por algo de aquí a final de temporada.
Sin duda, el partido ante el Elche debería marcar un antes y un después esta temporada. Una victoria volvería a colocar al Real Valladolid cerca de los dos primeros puestos y podría suponer un impulso importante para ir mejorando las sensaciones sobre el campo. Una victoria significaría, merecida o no, una bola extra para un Paulo Pezzolano que no termina de convencer y que está sentenciado por gran parte de la afición blanquivioleta. En cambio, otra derrota supondría que el Pucela se alejara a más de un partido de los puestos en los que se le exige estar. Si se da esta situación, debería ser el momento en el que el club decidiera un cambio de aires en el banquillo para revertir la situación. Y es que, en una competición tan ajustada como la Liga Hypermotion, una sola jornada puede decidir tu futuro al término de la temporada.