Al Badajoz ya sólo le vale ganar ante un Illescas que está en playoff
CD Badajoz - CD Illescas | Domingo, a las 17:00h | Vigésimo primera jornada de la Segunda Federación | Estadio Nuevo Vivero, Badajoz | Árbitro: Aranda Delgado | El Badajoz, que se encuentra a 5 puntos de la salvación, recibe a un Illescas que se mantiene en los puestos de playoff de ascenso.
En el fútbol pasa exactamente igual que en la vida misma. Cuando piensas que lo tienes todo controlado y todo va bien, la vida va y te pone todo patas arriba. Y te sacude de tal forma que te quedas aturdido. A qué equipo de fútbol no le ha sucedido esto alguna vez. Cuando pareces que estás a punto de tocar el cielo, de buenas a primeras, todo se tuerce y empiezan a venir mal dadas. Pero también hay que decir que, tanto en el fútbol como en la vida, no todo lo que parece malo tiene por qué serlo realmente. De hecho es lo normal. Que haya momentos que estés arriba y otros, irremediablemente, en los que estés abajo. Cuando las cosas van bien, en forma de resultados, victorias o títulos, saber disfrutarlas al máximo. Y cuando las cosas se tuercen en forma de derrotas, descensos o, incluso, desapariciones, saber como afrontarlas. De hecho de las derrotas y de los fracasos, si sabemos gestionarlos bien, se aprende mucho más que de las victorias.
En el mundo del fútbol hay innumerables historias entrañables de clubes que lo pasaron realmente mal, estando al borde del abismo. Y que supieron aguantar y salir victoriosos de esos momentos de oscuridad. Podría hablarles de muchas de ellas, pero recuerdo una en especial, por la repercusión mundial que tuvo en todo el planeta fútbol. De hecho con historias como esas, es cuando entiendes que el fútbol, como la vida, es eso. Caerse y levantarse. Y volver a levantarse cada jornada, si es necesario. Si no fuese así, quién sería capaz de dar una respuesta racional a lo que le sucedió a un equipo británico hace menos de una década. Pasar de estar una temporada al borde del abismo, luchando por no descender a los infiernos, a conseguir la gesta más grande de la historia de su liga.
Salvando las distancias y con todo el respeto para cualquier categoría de este hermoso deporte, una situación parecida es la que está sufriendo el conjunto que juega mañana como local en el estadio Nuevo Vivero. Y es que el CD Badajoz también se encuentra en un pozo, en el que no acaba de tocar fondo. Y todo, poco más de 2 años después de estar a punto de tocar el cielo, con un ascenso al fútbol profesional. Pero la realidad ahora es esta. Lleva la friolera de 9 jornadas sin conocer la victoria -desde el 12 de noviembre en el derbi ante al CP Cacereño-. Números que, evidentemente, no auguran nada bueno y que te abocan a la posición en la que se encuentra el conjunto blanquinegro. En descenso directo y ya a 5 puntos de la salvación. De seguir esta dinámica el desenlace final ya todos pudimos verlo la temporada pasada. Con el añadido que este año el descenso sería a Tercera Federación.
Es cierto que la jornada pasada en el Pedro Escartín, frente el Depor Guadalajara, se vio otra actitud. Y también es cierto que el equipo, por momentos, supo competir bien. Pero hay problemas que su entrenador sigue sin resolver. El primero es que se siguen cometiendo fallos groseros, jornada tras jornada, que siguen costando puntos. Y alejando a los «lobos» de conseguir sumar de 3 en 3. Como el despeje incomprensible de Liza, que originó un penalti y el gol del conjunto local. O lo débil que se ve al equipo por banda. Donde siempre se ve superado. Con un Fran Grima que empezó dando un buen nivel desde su llegada. Pero que va de más a menos cada partido. Y es que hay algo que el club pacense no se ha atrevido a mejorar en los últimos años. Y que es vital en el fútbol de hoy día: la preparación física.
En cualquier caso, por una vez supieron recomponerse y, al menos, lograron salvar un punto. Cosa esta que no había sucedido en los 3 partidos anteriores. Pero pienso, humildemente, que su entrenador Iñaki Alonso, debe trabajar muchos aspectos para mejorar e intentar revertir esta pésima dinámica. Que dé con un once ideal es importante. Pero que sepa de que tipo de jugadores dispone lo es más aún. La plantilla del Badajoz está hecha para proponer y llevar la iniciativa en los partidos. Máxime en su templo, donde todos los equipos llegan a verlas venir. Con un bloque bajo, esperando a un rival que no les hace daño. Y, al mismo tiempo, con un fútbol directo y rápidas transiciones. Y con poquito esos equipos timoratos se están llevando, casi siempre, todos los puntos a domicilio del Nuevo Vivero. Además de estos aspectos técnicos y tácticos, convendría que trabajase el aspecto anímico. Echarse la presión el entrenador y quitársela a sus jugadores. Y ser capaz de aislarlos de todo el ruido mediático que hay alrededor de un club tan importante para esta categoría. Para intentar mejorar todo esto, el Badajoz acaba su mercado de invierno con la incorporación del delantero mexicano del CF América, Miguel Leyva -con 3 goles anotados esta temporada-. Que, además, es hijo de uno de los Consejeros Delegados del club.
Y tiene que empezar a hacerlo mañana mismo. Pues la competición no espera. Y mañana visita tierras extremeñas uno de los equipos que aspira al ascenso esta temporada, el CD Illescas. Y es que los illescanos llegan en quinta posición de este grupo V de Segunda Federación, metidos en los puestos nobles que dan opción al playoff de ascenso. Y, lo que es mejor, a tan sólo dos puntitos del líder, la UD Sanse. Hay que decir que si algo caracteriza al conjunto entrenado por el madrileño Pablo Nozal -entrenador formado durante años en la cantera del Atlético de Madrid-, es su capacidad ofensiva. Los números jamás engañan y el conjunto manchego con 24 goles a favor, es el tercer equipo con mayor capacidad goleadora de su grupo. Sólo superado por el CD Numancia y el propio líder, Sanse. Por lo que será un aspecto importantísimo a tener en cuenta mañana en tierras extremeñas.
Aunque paradójicamente viene de empatar a cero su último partido ante el que, en ese momento, era el líder del grupo, el Atlético Paso. Y ya sabemos lo incómodo que es jugar y competir contra este equipo canario. Aún así en el Municipal de Illescas, el equipo manchego hizo méritos para poder haberse llevado todo el botín. Sin ser la mejor ni la más costosa plantilla del grupo, ni mucho menos, su entrenador ha conformado un once muy competitivo. A lo que ha ayudado trabajar en un proyecto serio, con continuidad en el tiempo -de hecho es su tercera temporada en el club-. Evidentemente para llevar esta buena marcha en la temporada, hay que tener buenos mimbres. Y el Illescas los tiene: como su nueve Mingo, que ya lleva 5 dianas, además del juego que desahoga y facilita a sus compañeros; o su diez Molina, que no es sólo un jugador de una extraordinaria calidad, sino que lleva unos números impresionantes, con 6 goles y 4 asistencias o Edu Viaña, un jugador que suele romper los partidos cuando se atascan los manchegos, con 2 goles y 4 asistencias.
Pues con todo esto y con la ilusión de sumar 3 puntos, llegan ambos equipos al encuentro de mañana en el Nuevo Vivero. Los manchegos a intentar asaltar el liderato del grupo. Y los extremeños a sumar 3 puntos sí o sí, si quieren seguir vivos y mantenerse en esta categoría. Lo que está claro es que nada es imposible. Como no lo fue para el equipo inglés del que les hablaba al principio de esta humilde columna. ¿Recuerdan? Que no es otro que Leicester City. Un equipo al que le costó hacerse un huequito en la élite del fútbol inglés y consolidarse en la Premier League. Y que se vio inmerso en la temporada 2014-2015, en uno de los momentos más delicados de su historia. Pues al comienzo de la segunda vuelta, estaba con pie y medio en descenso. Sólo un milagro los podría salvar de caer a los infiernos. Y ese milagro tuvo nombre y apellido, Nigel Pearson. El entrenador que fue capaz de aislar y levantar a un vestuario hundido y salvar la categoría. Pero claro este milagro sería uno más de los que, de vez en cuando, vemos en el planeta fútbol, si la cosa hubiese quedado ahí. Pero esto fue mucho más allá. Y es que la temporada siguiente The Foxes (Los Zorros), consiguieron hacer saltar la banca y romper todos los pronósticos de las Casas de Apuestas británicas. Pues, de la mano del extraordinario técnico italiano Claudio Rainieri (Il Padrino), se proclamaban de forma inverosímil campeones, por primera vez en su historia, de la Premier League. Como para que cualquier afición del mundo deje de creer en sus colores y en esta bendita PASIÓN que es el balompié.