Los grandes resultados que el Real Madrid viene logrando a lo largo de la temporada tienen un gran valor por sí mismos. Sin embargo, echando un vistazo a todas las situaciones extradeportivas que atraviesa el conjunto blanco, siendo las lesiones el principal acaparador de atención en este ámbito, estos resultados tienen un mérito aún mayor.
No hace ni dos días se confirmó la lesión de Rüdiger, quien estaba siendo el bastión del centro de la zaga en lo que va de temporada, y que ha obligado a Carletto a llevar a cabo todo tipo de malabares para conformar su defensa titular. Pero cuando algo va mal, muchos no piensan en que todo podría ir aún peor. Y la lesión de Bellingham confirma que, este año, la suerte ha desaparecido por completo de La Casa Blanca.
Brahim y Modric, las opciones más viables
Una lesión que, a pesar de ser leve, ya que mantendrá al inglés lejos de los terrenos de juego durante aproximadamente tres semanas, llega en uno de los peores momentos posible para el Real Madrid. Un Real Madrid que tendrá que visitar el campo de Leipzig sin ninguno de sus centrales y, además, sin su jugador más en forma.
Si se cumplen los tiempos marcados por el servicio médico del club, y Jude se perdiese todo lo que resta de febrero, además del encuentro de ida de octavos de la Champions League frente al Leipzig, el inglés tampoco estaría disponible para los encuentros frente al Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas, ni tampoco en el del Sevilla en el Bernabéu, llegando muy justo al partido frente al Valencia en Mestalla.
Por su parte, Carlo Ancelotti, que está reviviendo los fantasmas de la temporada de 2015, que acabó en blanco para el Real Madrid, ya baraja opciones para sortear la difícil papeleta de sustituir a Bellingham. La opción más lógica, tanto por estado de forma como por encaje en el esquema actual, para un Brahim que ha tirado la puerta debajo en las últimas semanas, rindiendo a un nivel excelso.
Sin embargo, echando un vistazo al banquillo, Luka Modric aún tiene cuerda para rato en la que apunta a ser su última temporada en el conjunto blanco, y podría reforzar la medular del Real Madrid, acompañando a su compañero de batallas, Toni Kroos, y siendo escoltados por Valverde y Camavinga. Una lesión complicada para el conjunto blanco, que obligará a la segunda línea merengue a demostrar por qué el Madrid es el equipo más exigente del mundo.