Casi veinte años después de que Sergio Ramos pisase el Santiago Bernabéu con el escudo del Real Madrid en el pecho, el camero volvía a la que fue su casa durante quince años, al feudo del equipo en el que hizo historia con el brazalete de capitán en el brazo. Y a pesar de estar la Liga en juego, el estadio blanco se vistió de gala para dar una cálida bienvenida al que fue su capitán, aunque ahora lo hiciera luciendo el brazalete del Sevilla en el brazo.
Un homenaje anunciado a lo largo de la semana, por lo que se esperaba que la acogida del respetable merengue hacia Sergio Ramos fuese sumamente cálida. Todo aconteció minutos antes de que Díaz de Mera señalase el comienzo del partido, después de que el camero volviese a pisar el césped del Santiago Bernabéu por primera vez en casi cuatro años, después de aquel 1 de marzo de 2020 en el que celebró por última vez una victoria del Real Madrid en su estadio, en todo un Clásico frente al Barcelona.
Ya en el calentamiento, cuando el conjunto hispalense saltó al verde, el público del Santiago Bernabéu recibió con aplausos a un Sergio Ramos, que también los correspondió con gestos de agradecimiento. Pero no fue hasta el momento en el que se anunciaron las alineaciones cuando Sergio Ramos recibió la primera gran ovación de la noche. El camera fue el último jugador en ser anunciado por la megafonía, a lo que el respetable blanco respondió con una gran ovación.
Un gesto que el capitán sevillista agradeció enormemente, pero que, posteriormente, quedó ciertamente opacado por el saque de honor del campeón de la UFC, Ilia Topuria, y por el minuto de silencio por las víctimas del incendio en Valencia. Sin embargo, si algo quedó claro, es que Sergio Ramos siempre formará parte de una de las mejores etapas del conjunto blanco. Y así lo reconoció el Santiago Bernabéu en el retorno del que un día fue el gran capitán blanco.