Modric se lleva los focos en el regreso de Ramos al Bernabéu
El croata demostró que aún tiene cuerda para rato con un gol que sirvió al Madrid para llevarse tres puntos fundamentales
La Liga EA Sports volvía una noche más al Santiago Bernabéu, y lo hacia en un ambiente considerablemente enrarecido, tanto a nivel deportivo como a nivel extradeportivo. Fuera del terreno de juego, el partido venía marcado por la denuncia del Sevilla al contenido de Real Madrid TV, donde se mostró un vídeo con algunas quejas hacia el colegiado encargado de impartir justicia en el feudo blanco, Isidro Díaz de Mera. Un comunicado que, por otro lado, fue recibido con absoluta indiferencia por parte del conjunto blanco.
En lo deportivo, la previa del encuentro estaba marcada por el regreso de Sergio Ramos a la que fue su casa durante 15 años. Un retorno que dejaba algún resquicio de duda en lo relativo al recibimiento del que fuese el gran capitán blanco durante una de las épocas más gloriosas del Real Madrid, a pesar del homenaje que estaba previsto desde antes del inicio de la jornada al camero. Un Sergio Ramos que sí estaría sobre el césped, no como Joan Jordán, que fue baja de última hora en el conjunto hispalense.
En lo relativo al conjunto blanco, la ola de lesiones seguía azotando a la escuadra de Carletto. Volvía Rüdiger, sí, pero Joselu se sumaba a los Bellingham y compañía a la larga lista de nombres en la enfermería merengue. Y por si no fuera suficiente con las lesiones, Camavinga y Carvajal se sumaban también a la lista de bajas después de ver su quinta amarilla en el encuentro de la pasada jornada frente al Rayo Vallecano.
La polémica caldeó el Bernabéu en la primera mitad
Desde el arranque del encuentro, ambos equipos se mostraron con ganas de hacerse con el esférico, siendo el Madrid el que generaba una sensación de peligro algo mayor cuando se acercaba al área del conjunto hispalense. Sin embargo, los primeros compases del encuentro no demostraron una excesiva verticalidad por parte de ninguno de los dos equipos.
No obstante, el primer acercamiento a la meta rival se lo apuntó el Sevilla, que logró encontrar una autovía a la espalda de Lucas Vázquez. Fue Isaac el que cabalgó por la banda izquierda y puso un gran balón a En-Nesyri, que logró conectar con le pelota, pero el golpeo acabo muy lejos de los tres palos. Pero sería precisamente el propio Lucas el que protagonizaría la siguiente jugada importante del partido.
Perdió el Sevilla el esférico en campo propio, después de una anticipación de Nacho sobre En-Nesyri, que reclamaba falta del central madridista, quedando tendido en el suelo. La jugada prosiguió, y la pelota llego a un Vinicius que cruzó un gran balón hacia la frontal del área. En ese momento, Lucas Vázquez irrumpió como cuchillo en mantequilla, superando la salida de Nyland y adelantando al Madrid en el marcador.
Sin embargo, tras varios minutos de duda en el Santiago Bernabéu, el colegiado fue llamado por el VAR para ver la jugada en el monitor. Y tras unos segundos de visualización, decidió anular el tanto, ante el enfado mayúsculo de un Bernabéu que no entendía la decisión del colegiado. En los minutos posteriores, la protestas blancas se sucedieron al colegiado tras varias jugadas polémicas, entre las cuales destacaron un golpe sin balón y un posible penalti sobre Rüdiger.
No habían transcurrido ni veinte minutos de encuentro y el caldeado ambiente del Bernabéu empezaba a crispar la paciencia de los aficionados blancos y de algunos de los futbolistas sobre el terreno de juego, en unos minutos con más polémica que fútbol. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, el Madrid se iba haciendo dueño y señor de la pelota, jugando cada vez más cerca de la portería defendida por Nyland.
Un dominio que, sin embargo, no termina de transformarse en ocasiones claras. Y donde flaqueaba el fútbol la polémica seguía siendo la principal protagonista de un encuentro en el que un habitualmente calmado Toni Kroos fue el primer futbolista amonestado tras protestar una nueva decisión de Díaz de Mera. Fueron los sospechosos habituales, Vinicius y Brahim, los encargados de agitar el avispero en busca de que el Madrid enfilase los vestuarios con ventaja. Algo que estuvo cerca de ocurrir tras una gran jugada del malagueño, que Tchouaméni estuvo cerca de convertir en gol.
Ya en el descuento, fue Fede Valverde con un golpeo marca de la casa el que estuvo cerca de deshacer la igualada, pero el potente zapatazo del charrúa fue palmeado a córner por un Dylan que se mostró muy acertado. Y con poco más fútbol sobre el verde, el colegiado señaló el camino a los vestuarios ante la sonora protesta de un Bernabéu, que despidió al colegiado con una gran pitada.
El talento de Modric desatasca al Madrid
La segunda parte arrancaba con un guion muy similar al de la primera, con un Madrid dueño y señor de la zona de tres cuartos de campo, en busca de deshacer la igualada. Y a punto estuvo de hacerlo poco después de la reanudación, tras una jugada por el perfil derecho que acabó con Fede Valverde rematando a placer. Sin embargo, el golpeo del uruguayo fue poco ortodoxo, y el balón fue rechazado por el poste izquierdo de la portería de Nyland, que evitaba que el primer tanto subiera al marcador.
El Sevilla, por su parte, tampoco se quedó de brazos cruzados. Poco después de la ocasión merengue, los hispalenses montaron un contragolpe vertiginoso, en una jugada en la que el balón llegó a un En-Nesyri que remató al borde del área pequeña. Y cuando la afición visitante ya cantaba el gol, una milagrosa intervención de Lunin evitó ahora que fuera el Sevilla quien se pusiera por delante en el marcador.
El partido comenzaba a descontrolarse y a convertirse en un encuentro de ida y vuelta. Y ahora le tocaba golpear a un Madrid que encontró en Rodrygo el candidato ideal para romper líneas y plantarse en la frontal del área. Tras dejar atrás a tres de los defensores visitantes, el golpeo de brasileño se marchó cerca de la escuadra visitante. En la siguiente jugada, fue Vinicius quien buscó el tanto, con un golpeo desde el perfil derecho que se encontró con otra gran intervención de Nyland.
Ahora sí, el Bernabéu había entrado en estado de efervescencia, y el campo parecía estar inclinado hacia el área sevillista. Con todo el estadio animando al unísono, las llegadas del conjunto blanco se sucedían, y el gol parecía ser solo cuestión de tiempo. No obstante, si algo le faltaba al Bernabéu en su cruzada contra el equipo arbitral, en el mejor momento blanco el partido se detenía durante casi cinco minutos por la lesión del colegiado, que tuvo que abandonar el terreno de juego.
Tras la reanudación, el Sevilla parecía haber logrado detener la tormenta blanca que se había desatado en el Santiago Bernabéu. Y aunque el Madrid seguía con un dominio total del esférico, ahora el ritmo de partido había disminuido enormemente respecto a lo visto minutos antes. Pasaban los minutos, y los de Carletto no eran capaces de transformar ese dominio en llegadas claras, por lo que el técnico italiano decidió dar entrada a Modric para sumar clarividencia en la zona de tres cuartosmientras que Quique Sánchez Flores también buscó reacción con un triple cambio.
Y como si de una historia guionizada se tratase, Luka se vestía de héroe. El croata, criticado por muchos, demostraba que el talento no tiene edad. En un partido atascado, el 1o cogió el esférico en la frontal del área y se inventó un recorte para dejar sentado a un defensor sevillista, y sacó un golpeo con la pierna derecha que pegó en el palo y se coló en la portería, sin que Nyland pudiera hacer absolutamente nada. Un tanto que recordó al de Old Trafford, que supuso el inicio del camino en su andadura de leyenda en el conjunto blanco.
Ahora, con el conjunto blanco por delante, el panorama era completamente distinto, con un Sevilla que tenía que volcarse al ataque si quería rascar algo del Bernabéu. Sin embargo, en la zona de tres cuartos, el conjunto hispalense no terminaba de crear un peligro real sobre la meta defendida por Lunin.
Ya en los minutos de descuento, el Sevilla se volcaba al ataque, con Sergio Ramos en busca del tanto del empate en unos minutos en los que tantos goles celebró en este estadio vestido de blanco. Pero la ‘vieja gloria’ llamada a llevarse los focos de este partido llevaba el 10 y vestía de blanco. Luka Modric volvía a ponerse la capa de superhéroe en su casa, dando tres puntos fundamentales al Real Madrid frente a nu rival muy complicado y, por encima de todo, demostrando que tal vez las piernas envejezcan, pero el talento jamás.