Que esta temporada el Real Madrid no ha tenido suerte con las lesiones es algo que ha quedado en evidencia. Con la última baja de una larga lista, la de Joselu, el conjunto blanco ha sumado un total de 32 lesiones en tan solo siete meses de competición. Una cifra altísima, a pesar de la cual, el conjunto blanco ha logrado un desempeño fantástico.
Son muchos los aspectos que han llevado al conjunto blanco a sacar muchos partidos adelante a pesar de las bajas. No es casualidad que esté líder a seis puntos del Girona en Liga, y reciba al Leipzig en Champions League con una ventaja de un gol tras el encuentro de ida. Pero, ¿en qué se basa la supervivencia del conjunto blanco a pesar de las bajas?
La adaptabilidad de la plantilla blanca, la clave
Posiblemente esta temporada más que ninguna otra, Carlo Ancelotti se ha tenido que enfrentar a prácticamente un rompecabezas por semana para conformar una alineación. Y es que no hay ni una sola franja del campo en la que el Real Madrid no haya sufrido alguna baja sensible, desde la portería hasta la delantera. Y no ha sido otro motivo sino la versatilidad de sus futbolistas las que han sacado la situación adelante.
Ha habido jornadas en las que el técnico italiano ni siquiera contaba en la convocatoria con jugadores suficientes de una determinada posición para cubrir un hueco. Y en este punto, ha sido la adaptabilidad de los jugadores a posiciones que no son la suya el motivo por el que el Real Madrid ha logrado salvar los muebles en diversas ocasiones.
El ejemplo más claro es el de Aurelién Tchouaméni, único pivote de la plantilla blanca. Obligado por las lesiones de otros como Nacho, Rüdiger o Militao, el francés se ha visto obligado a jugar de central, una posición en la que no lo ha hecho nunca. Y lo cierto es que ha cumplido con creces, a pesar de reconocer que no es su posición predilecta, tal y como ocurrió con Camavinga en el lateral izquierdo la pasada temporada.
Otro de los nombres propios ha sido el de Dani Carvajal, que también se ha visto obligado en las últimas jornadas a abandonar la banda izquierda para conformar una inusual pareja de centrales junto a, precisamente, Tchouaméni. Su sustituto, Lucas Vázquez, es otro de los comodines de Carletto, ya que ha hecho las veces tanto de lateral como de extremo cuando el papel lo ha requerido.
En la medular, Fede Valverde es otro de los nombres propios para el italiano, es el jugador blanco con más minutos jugados en lo que va de temporada. Y más allá de este aguante sobre el césped, El Halcón lo ha hecho en varias posiciones, jugando en lo que va de temporada como interior, como extremo, como enganche, e incluso como pivote cuando el equipo lo ha requerido.
En el ámbito ofensivo, Rodrygo ha sido otro de los grandes comodines para Ancelotti. Y es que el brasileño, a pesar de no estar viviendo su mejor temporada de blanco, ha jugado en las tres posiciones de ataque, por ambas bandas y en punta. Y es precisamente esta flexibilidad y adaptabilidad de los futbolistas de la plantilla blanca lo que ha llevado al conjunto blanco a sobrevivir a las lesiones.