Festival blanco
El Real Madrid se olvida de las malas sensaciones con una goleada con total autoridad ante el Celta de Vigo
El Real Madrid llegaba con tan solo una victoria en sus últimos cuatro partidos y dejando muchas dudas, pese a superar la eliminatoria, en su choque europeo ante el RB Leipzig. Aún con distancia en la clasificación liguera respecto al segundo, este partido se afrontaba como importante para volver a recuperar sensaciones. Por su parte, el RC Celta de Vigo venía de sumar una victoria clave en casa ante el colista de la categoría y de un empate dramático en su visita al Cádiz. Resultados que le mantienen aún en la zona roja, con tan solo dos puntos de ventaja sobre el descenso tras la victoria, precisamente del conjunto andaluz, esta jornada frente al Atlético de Madrid.
Asedio blanco
El Real Madrid salió con la intención desde el primer minuto de ganar y de convencer. Apenas se habían cumplido los 5 primeros minutos de juego cuando Camavinga tenía la primera ocasión del partido, rematando de cabeza un córner botado por Luka Modric. Primeros minutos de asedio de los blancos que seguían acumulando ocasiones, especialmente por una banda derecha liderada por Lucas Vázquez y con las ayudas constantes de Valverde, Modric y Brahim.
El Celta de Vigo apenas salía de su propio campo y cuando lo conseguía era gracias a balones largos sin peligro buscando a Iago Aspas y a Larsen. Ocasiones que rápidamente desactivaban los defensores locales. El Real Madrid continuaba sumando llegadas de peligro y en un nuevo córner, en el minuto 20, llegaría el primer gol del partido. Rüdiger cabeceó un gran balón puesto por Modric, Guaita apareció con una parada salvadora, pero no pudo hacer nada ante un Vinicius muy atento al rechace.
Superada la media hora de encuentro, los de Ancelotti seguían dominando y cada vez se encontraban más cómodos, viviendo de manera constante en la frontal del área rival. Rodrygo y Camavinga, el francés por partida doble, intentaban ampliar la distancia en el marcador, pero siempre aparecía Guaita para salvar al conjunto gallego. En los últimos minutos de la primera mitad, el Celta de Vigo por medio de Iago Aspas contó con un par de llegadas, pero ninguna de ellas con peligro.
Control y sentencia
El guion de la segunda mitad fue idéntico al de los primeros 45 minutos, pero a un ritmo mucho más bajo. Los locales acumulaban posesiones largas en campo rival y seguían sumando ocasiones para poner el segundo en el marcador. La más clara la tuvo Rodrygo en sus botas tras una gran contra, pero su disparo desde el interior del área lo atrapó fácil el guardameta del conjunto gallego. El Real Madrid estaba muy cómodo y el Celta de Vigo no conseguía mantener el balón en el campo rival. Esto hizo que, tras media hora de la segunda mitad, el partido no tuviera mucho que contar más allá de llegadas aisladas del Madrid.
En los últimos 15 minutos de partido, también con los cambios, los locales volvieron a apretar al igual que en la primera mitad en busca del gol de la sentencia. Insistían los blancos y fruto de ello llegó el segundo gol, de nuevo tras un córner botado por un Luka Modric que sentenció el partido con dos balones parados. En el minuto 80 Rüdiger fue en este caso el que cabeceó al larguero para que Guaita con la espalda acabara introduciendo el balón en su propia portería. Ya con el partido roto, llegaría el 3-0, en propia puerta tras una gran jugada individual en banda de Vinicius Jr. Los últimos minutos fueron una auténtica sangría para el Celta de Vigo y en la última jugada tuvo que ver como Arda Güler se estrenaba como goleador con el Real Madrid definiendo en el uno para uno ante Guaita para colocar el 4-0.