En la plantilla actual, el Real Madrid cuenta con una larga lista de futbolistas completamente insustituibles. Posición por posición, el conjunto blanco ha logrado hacerse a lo largo de los últimos años con grandes activos de cara al futuro, como son los casos de Vinicius, Bellingham, Militao…
No obstante, es en la medular el lugar en el que el Real Madrid mejor ha logrado reforzarse para dar el relevo a un histórico centro del campo formado por la CKM. Algo posible gracias a los fichajes del propio Bellingham, Camavinga o Tchouaméni, pero también a otros que ya estaban en La Casa Blanca. Y ese es el caso de Fede Valverde.
Fede, desapercibido en números, pero no en sensaciones
Sin lugar a dudas, la temporada de pasada tuvo lugar la explosión de Fede Valverde. Todos recuerdan la famosa frase de Carletto, en la que aseguraba que si un centrocampista llegador con las cualidades del uruguayo no llegaba a los 10 goles en toda la temporada, el italiano rompería su carné de entrenador.
Algo que no ocurrió, porque Fede no solo cumplió con su parte, sino que la sobrepasó: acabó la temporada con 12 goles y 7 asistencias. Un aporte que fue fundamental en la temporada para el conjunto blanco, y que se halla muy lejos de las estadísticas que ha cosechado esta temporada. No obstante, esto no implica que su rendimiento esta temporada esté siendo peor.
Y es que el rol de Fede ha cambiado por completo respecto a lo que vimos la pasada campaña. La llegada de Bellingham al equipo y el cambio de sistema lo han relegado a una posición más alejada del área rival, lo cual implica una menor influencia en el juego ofensivo del equipo, pero un indudable aporte físico que permite a otros compañeros desenvolverse con mayor soltura.
El hecho de que Fede parta ahora desde una posición más atrasada permite que otros de sus compañeros se liberen de un mayor desgaste física. Es el caso, por ejemplo, de Bellingham, que a pesar de desfondarse cada partido en la presión, tiene que cubrir un rango de campo mucho menor gracias a la presencia de El Halcón a su espalda.
Sin embargo, el que más se ha beneficiado de la presencia de Fede es un Toni Kroos, que ha encontrado junto a la nueva camada de centrocampistas blancos una segunda juventud, asentándose como el pilar de la medular blanca a sus 34 años. Y es que la presencia de otros como Valverde o Tchouaméni liberan por completo a Kroos de labores físicas, permitiéndole llevar la manija del equipo con mucha más soltura.
Y sí es cierto que las estadísticas de Valverde, al menos en lo relativo a los goles y asistencias, están muy lejos de las del año pasado. Un gol y cinco asistencias. Sin embargo, si echamos un ojo a otra estadística, podremos ver reflejada la importancia del uruguayo en el sistema de Ancelotti: con 3.194 minutos jugados, es el jugador con más minutos del Real Madrid esta temporada. Y eso dice mucho de su papel en el nuevo sistema del técnico italiano.